Los estatales de la provincia de Buenos Aires expresan su solidaridad con sus pares nacionales. “Si no paramos la bola ahora y generamos conflictividad van a seguir destruyendo nuestros derechos y la poca calidad de vida que nos queda”, advirtió Tamara Nenda, secretaria gremial de la Junta Interna de Gobierno e integrante la Comisión Sindical del Partido Comunista bonaerense.
En medio de una inflación que vuelve a desatarse, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) rechazó la oferta de recomposición salarial que hizo el gobierno nacional, consistente en tres tramos consecutivos de 1,3 por ciento acumulativos para marzo, abril y mayo que irían acompañados por un bono. La propuesta que fue aceptada por Upcn recibió el categórico repudio del secretario general de ATE Nacional, quien la calificó como “una vergüenza”, ya que esa suma “hoy no alcanza ni para un tanque de nafta ni media factura de luz, y que recién se va a cobrar en junio”.
Esta posición de ATE Nacional recibe expresiones de solidaridad desde los trabajadores estatales de la provincia de Buenos Aires. “A diferencia de lo que pasa en Nación nosotros venimos un poco mejor”, reconoció Tamara Nenda quien es secretaria gremial de ATE de la Junta Interna de Gobierno e integra la Comisión Sindical del Partido Comunista bonaerense y refiere que en la Provincia “venimos teniendo aumentos, un poco por encima de la inflación que si bien todavía no compensan la devaluación que hubo en los primeros meses de Milei, permiten cerrar algunos puntos por encima de la inflación mensual y ahora hay reapertura de paritarias”.
Con este telón de fondo, se vuelve más que necesaria la solidaridad entre todos los estatales. “En La Plata se articula fuertemente con los trabajadores de las diferentes dependencias nacionales”, algo que quedó expuesto en las recientes jornadas de paro y movilización, tal como lo remarca Tamara quien además sostiene que también se tiene una presencia activa en el apoyo a las rondas de jubilados y aunque a veces la tarea no resulta sencilla, “siempre que haya más y mejores niveles de articulación y participación se van generando mejores resultados”.
En este sentido valoró positivamente la participación en la jornada del 27 de marzo convocada por ATE, que “sirvió para evitar la caída masiva de cincuenta mil puestos de trabajo en contratos de Nación”, algo que “se logró frenar temporalmente pero la lucha que debe continuar, acrecentarse y profundizarse”, por lo que “nuestra tarea es poder generar mayores grados de adhesión, independientemente del nivel del Estado en que se trabaje, como una cuestión de solidaridad de clase y porque lo que pasa a nivel nacional nos afecta todos”.
Después fue clara al hacer hincapié en que “necesitamos que se recomponga el tema salarial”, ya que los estatales “de todas las esferas venimos perdiendo poder adquisitivo” y recordó que el recorte de fondos coparticipables con que la Presidencia Milei fustiga a las provincias cuyos gobernadores no le son afines, “afecta directamente sobre los salarios de los municipios y los de los trabajadores provinciales”.
Se trata de una situación que sin dudas va a empeorar a caballo del nuevo ajuste que acordó el gobierno nacional con el FMI. “Esto del nuevo acuerdo con el Fondo tiene entre sus principales puntos a las reformas laboral y previsional”, advirtió y añadió que “también implica una profundización de las privatizaciones de las empresas del Estado y aumentos descomunales en los servicios lo que directamente nos afecta a todos los trabajadores”. Y, como para completar el panorama, “todo esto va a impactar necesariamente en el de los precio de las cosas que consumimos día a día, porque hay una devaluación explícita”.
Por otra parte alertó acerca de que la campaña de agresión y desprestigio que la Presidencia Milei y su esquema massmediático emprenden contra los trabajadores estatales, como parte de la estrategia que tienen para vaciar y destruir al Estado. “Muchas veces cuando se habla sobre los despidos de estatales, se dice que hay quienes sobraban y que había que generar eficiencia, pero este vaciamiento del Estado no responde eso, por el contrario, es una cuestión ideológica y política, tal como lo es la recomposición salarial a la baja que es una estrategia que busca desmoralizarnos a los trabajadores”.
Mientras tanto y ante un escenario que promete un IPC en alza, después de que la inflación de marzo correspondiente a los alimentos diera un salto del seis por ciento, “los salarios de los estatales quedan cada vez más atrás y el gobierno nacional habla de decrecimiento de la pobreza y otras cosas irreales”, ya que “los trabajadores sabemos que estamos en una economía de subsistencia y también que de esto no se puede salir sin la organización de la clase”.
Así las cosas, la jornada del 1° de mayo se presenta una buena oportunidad para expresar esos niveles de organización. “Puede ser un momento para construir los mayores grados de movilización y de concientización que sea posible sobre todo en las bases…en los sectores de trabajo”, algo que resulta necesario para vencer “cierto desánimo y para motivar a nuestros compañeros a que luchen por sus derechos, porque esta situación se puede revertir, pero si no paramos la bola ahora y generamos conflictividad van a seguir destruyendo nuestros derechos y la poca calidad de vida que nos queda”. Por eso “es un gran desafío el que enfrentamos como clase trabajadora y es importante que con la organización de base podamos intentar hacer mella y salir de esta situación que nos afecta a todos”.