El Partido Comunista de Río Negro junto a numerosas organizaciones políticas, sindicales, sociales y de Derechos Humanos de la provincia patagónica despidieron el jueves pasado a un hombre que llevó la solidaridad de clase como bandera de vida y les puso el cuerpo a sus ideales revolucionarios hasta las más altas consecuencias. Compartimos la declaración del PC rionegrino para intentar dimensionar su perdida y, fundamentalmente, para continuar su ejemplo.
El Partido Comunista de Río Negro lamenta profundamente el fallecimiento de Francisco "Pancho" Tropeano. La región despide a un referente ejemplar: un Contador Público que puso su intelecto al servicio de la justicia social, dirigente del Partido Comunista (PC) y referente ineludible en las luchas de los trabajadores/as y productores.
Pancho Tropeano fue un incansable constructor de organización popular. Como dirigente y fundador del Movimiento Regional de Productores (MRP) en Cipolletti, defendió con firmeza a los pequeños y medianos chacareros de la fruta, batallando por condiciones dignas y precios justos, y encarnando la alianza obrero-campesina. Su militancia lo llevó incluso a realizar un significativo viaje a la Unión Soviética (URSS), un reflejo de su búsqueda de modelos de desarrollo que beneficiaran a las mayorías.
Uno de los capítulos más resonantes de su compromiso político se escribió durante la histórica huelga de El Chocón (1969-1970). Tropeano fue miembro fundamental del grupo de apoyo y solidaridad que se gestó desde el Alto Valle. Su participación fue crucial, organizando caravanas, recolectando víveres y llevando apoyo logístico a los obreros en lucha, dirigidos por otro gran referente, el camarada Antonio Alac.
Su rol en este hito no se limitó a la acción; fue también cronista. Años después, coeditó el libro "Los comunistas y la huelga de El Chocón", dejando un testimonio invaluable sobre el movimiento popular que sostuvo una de las huelgas más épicas de la Patagonia.
Su liderazgo y compromiso político lo colocaron en la mira de los genocidas. Pancho fue secuestrado el 24 de marzo de 1976. Fue torturado en el CCDyT "La Escuelita" de Bahía Blanca y permaneció detenido a disposición del Poder Ejecutivo en cárceles como la de Rawson hasta su liberación en 1977.
Tras el retorno democrático su testimonio fue vital en los Juicios de Lesa Humanidad, un acto de inmensa valentía que contribuyó a condenar a los responsables del terrorismo de Estado y a mantener viva la memoria.
Hoy, quienes lloramos su partida, honramos la coherencia de una vida dedicada a la emancipación y la justicia. El legado de Pancho Tropeano no es solo el recuerdo de sus luchas, sino el camino que abrió para la organización y la defensa de la dignidad en el Comahue.
¡Hasta la Victoria Siempre, Pancho Tropeano! Tu lucha nos acompaña.