En Zárate la jornada de ayer tuvo su epicentro en la Rotonda de la Dignidad. “Resistimos e intentamos desarrollar una campaña de concientización en lo que se refiere al desarrollo del Plan Nuclear Energético y la soberanía sobre nuestro Río Paraná”, recalcó desde la Corriente Nacional Agustín Tosco, Cristian Poli.
La jornada de ayer fue particularmente intensa en Zárate donde tal como durante 2018, la Rotonda de la Dignidad Obrera, en el acceso a la ciudad, es por estos días escenario de la resistencia de una comunidad que se planta para exigir la reincorporación de 570 trabajadores vinculados a la construcción del proyecto Carem, así como para exigir la continuidad del Plan Nuclear Argentino, que el gobierno nacional vuelva a suministrar la asistencia que suspendió a los comedores populares y para pronunciarse contra el DNU 70/2023 y el Proyecto de Ley Bases 2.
Desde hace varias semanas, trabajadores de Atucha 1 y 2, junto a los que se desempeñan en el desarrollo del proyecto Central Argentina de Elementos Modulares (Carem), volvieron a la Rotonda para protestar contra los despidos de operarios y denunciar que como consecuencia del ahogo presupuestario, el mes que viene se va a paralizar completamente los proyectos nucleares.
Son despidos de trabajadores de la construcción que se venían desempeñando en la obra civil, además de profesionales técnicos y de otras áreas, explica el integrante de la Corriente Nacional Agustín Tosco (CoNaT), Cristian Poli, quien tal como hace seis años, junto a la CTA Ribera del Paraná que preside, es uno de los protagonistas de la lucha que tiene su epicentro en la Rotonda.
Al respecto, Poli es contundente cuando asevera que el objetivo que persigue la Presidencia Milei con el vaciamiento del Carem, “es entregar el proyecto a EE.UU.”. Se trata de un proyecto de central nuclear de baja potencia que posee un diseño de excelencia y de última generación, que fue desarrollado por la Comisión Nacional de Energía Atómica y presenta un amplio potencial que va desde el suministro de energía a comunidades alejadas de los grandes centros urbanos, hasta su exportación como un producto alto valor agregado.
“Son módulos nucleares pequeños que se están desarrollando en todo el mundo, una tecnología en la que Argentina viene a la vanguardia”, indicó Poli y para dar una idea de la dimensión de lo que el gobierno nacional quiere desmantelar en Zárate, añadió que “EE.UU. tiene planificado unos trescientos módulos, aunque todavía no ha podido desarrollar la tecnología, pero Argentina viene muy avanzada en esto”.
Por eso, hizo hincapié en que lo que busca la Presidencia Milei “no es privatizarlo, sino crear una sociedad mixta con la participación estadounidense para que se puedan apropiar de la tecnología de punta que desarrolló nuestro país”. En este punto, cabe advertir que este tipo de maniobra se ven favorecidas por lo que dispone el DNU 70/2023 y lo que plantea el Proyecto de Ley Bases 2. “El gobierno busca tener carta libre para privatizar directamente o avanzar en este tipo de asociaciones mixtas, para que el Estado provea la mayor parte de los recursos, mientras que los privados se quedarían con la tecnología avanzada que tiene Argentina”, alertó el integrante de la CoNaT.
Todo esto, recalca, en un escenario mundial en el que “se está discutiendo otra vez la vuelta a la energía nuclear, porque estos módulos se pueden ubicar en cualquier lugar para brindar energía a poblaciones medianas y a diferencia de las centrales nucleares tradicionales, al ser móviles, no precisan tener un lugar específico donde asentarse”, lo que abarata todo el proceso ya que requieren de menos mano de obra e infraestructura. Estas características abren una ventana de oportunidad formidable para el Estado Argentino, “que de hecho ya tiene contratos de intención de exportación para varios países, en un mercado internacional en el que, durante los próximos años, se va a incrementar su demanda”.
¿Pero por qué la Presidencia Milei quiere reventar un proyecto que forma parte de un desarrollo tecnológico del Estado Argentino que está a la vanguardia y que, encima, abre la posibilidad de dotar de energía barata a poblaciones medianas y es fácilmente exportable? Quizás la respuesta a esta pregunta haya que buscarla en las razones que, el mismo gobierno, tiene para entregar soberanía mediante el acuerdo suscripto hace apenas un par de meses, que habilita a que miembros del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. se instalen en la Hidrovía Paraná-Paraguay.
“Es toda la misma matriz”, puntualizó Poli y explicó que de este modo se permite que EE.UU. se instale y controle la red troncal del Río Paraná, todo el tráfico que circule por ahí y por los puertos que incluye, que son varios y en su mayoría administrados por empresas extranjeras. “Pero el objetivo fundamental de EE.UU., tanto en el tema de la energía nuclear como en el de red troncal del Paraná, es militarizar esta zona para facilitar su intervención política y militar en nuestra región, para frenar los acuerdos de desarrollo económico y social que mantienen la mayoría de países de América Latina con la República Popular China”.
El motivo es evidente: “frenar a China que está teniendo un fuerte avance en lo que se refiere a infraestructura de transporte y de comercialización, como en lo que tiene que ver con la energía nuclear, que es un tema en el que China está a la vanguardia”, remarcó y recordó que la tercera Atucha, que debería convertirse en la cuarta central nuclear de nuestro país, tenía desde el último período del gobierno de Cristina Fernández, bastante avanzados los acuerdos entre la empresa estatal Nucleoeléctrica SA y la Corporación Nuclear Nacional de China.
“Pero esto fue bloqueado por Macri y entró en una meseta durante la presidencia de Alberto Fernández, a raíz del lobby que hizo el gobierno estadounidense, que tenía en su nómina a personajes como Gustavo Beliz, quien obstaculizó la firma del contrato para la prosecución de las obras”, lamentó Poli y añadió que se obturó el proyecto pese a que la tecnología china en este terreno “es superior a la que puede ofrecer EE.UU., se maneja con agua liviana y uranio enriquecido, las centrales se construyen mucho más rápido, son más seguras y el crédito que ofreció China se pagaba recién a los ocho años y con un interés muy bajo, de alrededor del siete por ciento”.
Pero lo que Mauricio Macri frenó y su sucesor dejó en un limbo, “ahora con el posicionamiento de Milei con respecto a la República Popular China, se paró completamente y seguimos sin tener la cuarta central”. Por lo que no dudó en insistir con que, “en nuestra zona, si unimos el tema de las centrales nucleares con lo que están haciendo con la vía troncal del Paraná, tenemos configurada una colonización por parte de EE.UU., de dos sectores fundamentales para la soberanía del país, como son la energía y el control del comercio exterior”.
Programa
Queda claro que de esto va buena parte de la ofensiva que la clase capitalista lleva adelante mediante la Presidencia Milei, que pretende consolidar a través de instrumentos como el DNU 70/2023 y la Ley Bases 2. “Acá, en la zona, hemos desarrollado y sostenemos un espacio de articulación entre el movimiento sindical y los movimiento sociales que es la Multisectorial, donde estamos diferentes sindicatos de las CTA junto a otros de la CGT, muy unidos y firmes en la lucha contra los despidos en los sectores público y privado, pero también vinculándolo fuertemente con el tema de soberanía nacional”.
Se trata, puntualiza Poli, de espacios “desde los que resistimos e intentamos desarrollar una campaña de concientización entre la población, en lo que se refiere al desarrollo del Plan Nuclear Energético como de la soberanía sobre nuestro Río Paraná, en base a las movilizaciones, cortes de ruta, asambleas y paros de los diferentes sindicatos”, pero también “a una articulación más política en función de poder desarrollar la movilización del conjunto de la población en nuestras ciudades”.
Así las cosas, la Multisectorial se convirtió en una herramienta eficaz para articular la lucha, pero también en “una expresión unitaria en todos los frentes”, celebró y alertó que “hoy por hoy, los conflictos más urgentes, son los del Río Paraná con la profundización de la extranjerización del control del comercio en esa vía fluvial con la intromisión de EE.UU., y el tema de la soberanía energética con los intentos del gobierno para frenar el desarrollo del Plan Nuclear Integral”.
Esto pone de relieve la necesidad de construir un programa que permita superar el momento de resistencia, para poder pasar a articular una ofensiva. “Desde la Multisectorial, ya en 2016 y 2018 que fueron los años de mayor confluencia del movimiento sindical y social, avanzamos en un cabildo que fuimos construyendo a partir de plenarios de delegados y movilizaciones, en las que pusimos como eje principal la defensa de la soberanía nacional en los aspectos que mencioné, pero también en lo inherente al desarrollo de la industria local, ya que todo está muy unido”.
Porque en su proyecto original, el Carem contemplaba que un ochenta por ciento de los servicios, materiales y tecnología debía ser de origen nacional. “De hecho hay alrededor de mil empresas de todo tipo vinculadas al proyecto, que son 140 contratos y miles de trabajadores involucrados, lo que habla de un desarrollo específico de muchas empresas privadas y estatales como es el caso del Invap”, puntualizó y añadió que “eso ayuda además a desarrollar la ciencia y la tecnología nacional de altísima calidad”. Por lo que “la destrucción de estos proyectos, conspira contra la autonomía de nuestro país, para favorecer deliberadamente a los proyectos de EE.UU.”.
Con estos ejemplos sobre la mesa, Poli no duda al aseverar que “el programa está, de hecho, en todo el movimiento obrero”, ya que “tomándolo en las diferentes expresiones aparecen programas para salir de la crisis, que se pueden sintetizar en uno común, pero para unificarlo políticamente para una fuerza que tenga participación activa de la clase trabajadora, debemos reunir masa crítica como para que la fuerza organizada de la clase trabajadora sea la que garantice el desarrollo y concreción de ese programa”.