Así lo recalcó la secretaria de Géneros y Disidencias del PC que, junto a su familia, fue víctima de un ataque violento de carácter fascista y patriarcal en Río Cuarto. “Se trata de bandas mafiosas que cuentan con una connivencia policial y judicial, lo que facilita que se construya una fuerza paraestatal con terminaciones también en el Estado”, advierte Solana López.
Solana López es secretaria de Géneros y Disidencias del Partido Comunista y junto a parte de los suyos fue víctima de un violento ataque fascista y patriarcal, cuando compartían una reunión familiar en la vivienda de su madre, Mercedes Brusa, quien además es referente de la lucha por los Derechos Humanos en la provincia de Córdoba.
Todo sucedió dos días atrás en el barrio Trapalanda de la ciudad de Río Cuarto, que es un complejo habitacional popular construido hace casi cuatro décadas por medio de un plan del Instituto de la Vivienda de esa provincia. Una barriada habitada históricamente por trabajadores en la que, desde hace algunos años, algunos departamentos comenzaron a ser ocupados por bandas mafiosas que de este modo fueron construyendo una red que poco a poco se apodera del territorio imponiendo el terror a través del amedrentamiento, la agresión y violencia contra los vecinos.
De esta manera y ante la pasividad estatal, fueron controlando buena parte de este escenario en el que hay quienes los enfrentan, otros que vencidos por el miedo no se animan a confrontarlos y están aquellos que eligen callar. Pero también aparecen los que son cooptados por estas bandas por medio de sus prácticas de narcomenudeo. Y entre quienes los enfrentaron está Mercedes Brusa.
“Esto es un conjunto de situaciones que lamentablemente fuimos conociendo con los años, al ver lo que iba pasando en Rosario que se va expandiendo en otros puntos del país y que cuenta con una connivencia de la Policía y la Justicia, lo que facilita que se vaya construyendo una fuerza paraestatal que tiene terminaciones también en el Estado”, advierte Solana López y recalca que “esto es así porque las mafias construyen un desarrollo dentro del propio capitalismo en crisis como el que tenemos”.
La evocación a lo que sucede en Rosario no resulta antojadiza, ya que desde hace varios meses lo que pasa en barrio Trapalanda comienza a parecérsele demasiado. “Ya antes de esto hubo una serie de episodios de violencia contra vecinos y vecinas…violencia de todo tipo incluso física y entre las víctimas de eso está mi mamá que, al ser militante de Derechos Humanos, confronta y enfrentó a estas mafias que respondieron con violencia”, refiere la integrante del Secretariado Nacional del PC y recuerda que “hay una carpeta acumulada de denuncias sobre las que nunca pasó nada, por lo que estas mafias se manejan con absoluta impunidad”.
Con este telón de fondo, la casa de Mercedes Brusa, fue el escenario elegido por su familia para festejar el cumpleaños de uno de sus hijos, un almuerzo familiar, un espacio de paz y armonía, una reunión alegre en la que se propició el reencuentro de los miembros de esta familia que viven en diferentes ciudades del país. “Somos muy conocidos en Río Cuarto por nuestra militancia, mi mamá es ex presa política, ha sido directora del Archivo de la Memoria y actualmente está en la Comisión de la Memoria, mi hermano y mi cuñada han sido dirigentes universitarios y militantes de La Fede, y yo he llegado a ser candidata a intendenta”, puntualiza Solana y añade que además estaban sus hijos, “uno de ellos militante del colectivo Lgtbq+, como lo soy yo, y mi nuera que es travesti y milita en ese colectivo”.
En ese marco de la reunión familiar, fue cuando decidieron hacerse una foto en la plazoleta que tiene este complejo habitacional, que es uno de los espacios comunes del lugar. Pero los agresores ya estaban al acecho y aprovechando que la casa había quedado momentáneamente desierta, arrojaron basura dentro del patio de la vivienda. Esto sólo sería el inicio de una escalada agresiva que pudo haber acabado en tragedia.
“Al volver a la casa, viendo lo que habían hecho, comenzamos a recoger la basura y ellos a insultarnos, intentando amedrentarnos con insultos de índole de violencia sexual y de género”. Con buen tino, la familia de Mercedes Brusa optó por ingresar a la vivienda y cerrar la reja ubicada en la línea municipal, pero cebados en su intento de acabar su faena con un ataque físico, la patota comenzó a destruir los vidrios de las ventanas del domicilio.
“Entendemos que la presencia nuestra como militantes de Derechos Humanos, comunistas y del colectivo Lgtbq+ enciende el fascismo, el odio y la violencia patriarcal en este tipo de sujetos que están totalmente alimentados y promovidos por el discurso de odio del gobierno nacional”, aseveró Solana López y reflexionó que “quizás en otro contexto político podría funcionar algún filtro que frene esas actitudes, al menos por el miedo que podrían tener quienes perpetran estas acciones a las consecuencias penales que les corresponden”, pero ahora “saben que tienen impunidad porque la Justicia y la Policía los apañan”. Y también es determinante que cuenten con la legitimación del presidente Javier Milei, su gobierno y su esquema político.
“Los propios discursos del presidente y de varios de los integrantes del gobierno nacional contra nuestro colectivo, pero también los de carácter negacionista, alimentan y estimulan nuevas formas de accionar violento y fascista”, lamentó y denunció que por eso “nos encontramos con muchos episodios protagonizados por estas hordas asociadas a grupos mafiosos que, como en este caso, accionan directamente como mano ejecutora del fascismo”.
Los antecedentes inmediatos al ataque perpetrado el domingo en el barrio Trapalanda le dan la razón a esta afirmación, ya que ante hechos similares sucedidos con anterioridad, la inacción policial y judicial resultó más que elocuente. “Pedimos varias veces que interviniera la policía y la Justicia, pero nunca pasó nada y en este hecho puntual la policía vino y se fue dejándonos absolutamente desamparados”, recalcó Solana y destacó que “sólo la gran red solidaria impulsad desde el PC, que fue generando un alcance de adhesiones y acciones, hizo que actuaran los gobiernos provincial y municipal, para que recién ahí podamos contar con una atención acorde a lo que estaba pasando y se nos hizo espacio para presentar la denuncia judicial, lo que habilitó una intervención policial”.
Pero, insistió, “sin ese movimiento rápido por parte de organizaciones políticas y organismos de Derechos Humanos, nuestra situación hubiera sido sumamente riesgosa”, ya que “estamos frente a un grupo mafioso que no tiene ningún escrúpulo en hacer cualquier cosa…y nosotros conocemos por Florencia Gómez lo que es que un femicidio quede en total impunidad”. Y fue clara cuando hizo hincapié en que “si con mi familia no lográbamos protegernos a tiempo, ahora estaríamos hablando posiblemente de un caso de femicidio o de transfemicidio”.
Así las cosas, el panorama ahora mismo señala una vía judicial abierta a partir de la denuncia que la familia pudo hacer, una protección estatal que continúa negada y el accionar mafioso que como en otros lados se va empoderando en el barrio Trapalanda, amparado por la subjetividad que se fomenta desde el discurso de la Presidencia Milei y su esquema político y massmediático.
“Esto debe mantenerse en estado público, es fundamental para que avance el proceso de investigación, para que haya una respuesta por parte de la Justicia”, pero también “para evitar que algo así vuelva a suceder…no debemos naturalizar que este tipo de prácticas sucedan porque tenemos un gobierno fascista”.
Y, para ello, remarcó Solana López que es imperioso “continuar con la construcción de redes, algo que estamos haciendo con el PC de Río Cuarto y el provincial, para sostener la denuncia, la acción y la lucha de nuestras organizaciones políticas y de Derechos Humanos contra estas prácticas y exigir que se avance en la investigación y condena de quienes deban ser condenados por este hecho, que no debe quedar impune”.
Ya que, reflexionó, “hay algo novedoso en todo esto, porque estas mafias se articulan con un esquema fascista y ante eso debemos estar preparados como militantes políticos y revolucionarios”, porque “se trata de una nueva conformación del enemigo, que ya no sólo tiene a las fuerzas policiales o militares, sino que se conforman también a partir de mafias, por eso esto tiene que conocerse y se debe incluir dentro de la reflexión necesaria para la construcción de una propuesta política que permita erradicar a estas bandas mafiosas y violentas”.