Desde Italia e Irlanda, levantan serios cuestionamientos a la participación de estos países en la guerra que la Alianza del Atlántico Norte, libra en Europa. Fuerte repudio al uso de bombas de racimo.
El Comité del Referéndum Rechacemos la Guerra, calificó como “vergonzosa” a la postura adoptada por la titular del gobierno de Italia, Giorgia Meloni, quien en consonancia con la postura que hizo pública su ministro de Defensa, Guido Crosetto, avaló el uso de bombas de racimo donadas por EE.UU. al régimen que encabeza Volodímir Zelenski.
Lo hizo durante una reciente jornada durante la cual, con epicentro en Roma y Milán, se movilizó en varias ciudades para exhibir que “no todos los italianos apoyan la política de las autoridades actuales en el conflicto de Ucrania”.
El Comité viene llevando a cabo una campaña de recolección de firmas, tendiente conseguir las quinientas mil adhesiones que la ley italiana requiere para que se considere la posibilidad de convocatoria a referéndum que, en este caso, debería preguntar a los ciudadanos si quieren que Italia continúe participando de la guerra que la Alianza del Atlántico Norte emprende contra Rusia.
“Nuestro gobierno está dispuesto a seguir a EE.UU. y a la Otan en cada acción, incluso yendo en contra la Convención de Oslo de 2008 que prohíbe la producción, el uso y la venta de este tipo de armas letales con un alto riesgo de víctimas civiles”, lamentó el Comité y alertó que esto trae aparejado “el riesgo real de matar a miles de civiles aún después de que el conflicto termine o lo que es peor, podría llevarnos directamente hacia una tercera guerra mundial”.
Por su parte, en la misma dirección, el Partido de los Trabajadores de Irlanda (PTI), instó a que el gobierno de su país prohiba el tránsito de este tipo de armamento por los aeropuertos bajo su jurisdicción. “El suministro y uso de bombas de racimo de EE.UU. intensificará, aún más, la situación en Ucrania”, dijo el presidente del PTI, Cllr Ted Tynan y añadió que asimismo “pondrá en riesgo a civiles, incluidos niños, ahora y en el futuro”.
Y después de destacar que “la respuesta a la situación actual no debe ser más bombardeos con municiones condenadas internacionalmente, sino un alto el fuego inmediato, la retirada de todas las tropas y el comienzo urgente de conversaciones de paz organizadas internacionalmente”, demandó que al gobierno irlandés “garantías inmediatas e inequívocas de que ningún aeropuerto de nuestro país se utilizará como canal para llevar estas bombas de racimo a Ucrania”.