El Partido Comunista de España exigió que Madrid rompa relaciones con Israel y se suspenda el acuerdo de Asociación la Unión Europea y Tel-Aviv.
Se conmemoró el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino y, esta vez, fue en medio del que quizás sea el peor capítulo de la escalada que el genocidio que se perpetra en su contra registre en las últimas ocho décadas. En este contexto, el Partido Comunista de España (PCE) exigió que Madrid rompa relaciones con Israel, se suspenda el acuerdo de Asociación la Unión Europea y Tel-Aviv, así como el embargo de armas hasta que cese la violencia, la ocupación y el genocidio que se perpetra contra los palestinos. Y, por otra parte, solicitó que la Fiscalía General del Estado, investigue las inversiones y actuaciones llevadas a cabo por empresas españolas en los territorios palestinos que ocupa ilegal e ilegítimamente Israel.
Cabe recordar que el 29 de noviembre de 1947, 51 Estados miembros de la Asamblea General de la ONU, votaron la recomendación de la creación de dos Estados en el territorio de la Palestina histórica, uno judío y otro palestino. La votación se produjo sin la participación de los nativos palestinos, con el bloque del mundo árabe en contra y con la mayor parte del continental latinoamericano siguiendo las órdenes de EE.UU.
Esto dio luz verde a la entrega del 54 por ciento del territorio de la Palestina histórica a un puñado de colonos europeos que por entonces eran propietarios de sólo el siete por ciento del territorio palestino, para que constituyan ahí el Estado de Israel.
Se trató de un plan que no era nuevo, pero que esta vez contó con la complicidad de buena parte de la comunidad internacional que con el Reino Unido y el Clan Rothschild a la cabeza, viabilizó la ocupación del territorio palestino por parte de europeos, así como la creación de un Estado tapón que enfrente la influencia de la Unión Soviética en la región de Asia occidental y actúe como un portaaviones de EE.UU. capaz de garantizarle capacidad de acción rápida en la zona y, fundamentalmente, sobre el Canal de Suez.
Envalentonado con esta situación y ante la pasividad de la comunidad internacional, el 15 de mayo del año siguiente comenzó a perpetrarse la Nakba, esto es el desplazamiento forzado y violento, que provocó el despojo de los palestinos de su tierra, como así el intento por destruir su sociedad, cultura, identidad, derechos políticos y aspiraciones nacionales en lo que representa una verdadera
limpieza ética.
Por otro lado y en una abierta maniobra por la que se busca amedrantar al Gobierno que preside Pedro Sánchez, durante la semana pasada, el régimen israelí retiró a su embajadora en España, después de que el premier español declarara que a raíz de sus ataques contra población civil en la Franja de Gaza, duda de que Israel “cumpla con el derecho internacional”.