Como durante la Noche del Apagón, vuelven a verse en Jujuy camionetas sin patente ni identificación oficial que se utilizan para detener a trabajadores.
Las camionetas sin patente ni identificación oficial que se ven en las calles de San Salvador y otras localidades de Jujuy, presentan imágenes que retrotraen a los peores momentos que vivió nuestro país, pero fundamentalmente tienen una alarmante similitud con lo que pasó entre el 20 y el 27 de julio de 1976.
Durante esos días en Libertador General San Martín, en las localidades jujeñas de Calilegua y El Talar, alrededor de cuatrocientas personas resultaron secuestradas durante la Noche del Apagón que se perpetró en el contexto del plan de exterminio que trazó el Terrorismo de Estado.
La eficiencia criminal que las fuerzas armadas exhibieron en esa oportunidad, no hubiera sido posible sin la participación que tuvo la empresa Ledesma SAAI en el diseño y ejecución del operativo que hoy se recuerda como la Noche del Apagón.
La empresa Ledesma SAAI, cuyo propietario era Carlos Blaquier, es la que controlaba todo lo que pasaba en Libertador General San Martín. Y en sus despachos fue pergeñado el operativo para el que esa firma suministró apoyo logístico, financiamiento y personal paramilitar, al tiempo que prestó sus instalaciones para que se convirtieran en centro de detención provisorio donde fueron torturados varios detenidos.
De aquellas jornadas, una imagen icónica que recuerdan los sobrevivientes a la represión, es la de las camionetas que dispuso Ledesma para que los uniformados y paramilitares secuestren trabajadores. Demasiada similitud con la postal que en estos días se puede ver, también en Jujuy, con camionetas sin identificación que llevan a cabo una tarea similar a la de 1976.
Este tipo de imágenes no pasaron desapercibidas e investigaciones periodísticas lograron establecer que, al menos en tres casos, se trata de vehículos que pertenecen a firmas vinculadas y favorecidas comercialmente por el gobierno a cargo de Gerardo Morales. Una de ellas es de la constructora Hormixa, otra de la empresa Sidera SRL que se dedica a desarrollos inmobiliarios y la restante pertenece a Compañía Financiera de Argentina S.A.
Pero volviendo a la Noche del Apagón, hay que decir que si bien la firma de Blaquier no es la única que protagonizó un episodio así (Ver Y el tiempo no para), su caso es emblemático, tanto por sus características como por las consecuencias que trajo. Junto a quien por entonces era administrador general de la empresa, Alberto Lemos, Blaquier fue procesado en noviembre de 2012 por privación ilegal de la libertad en dos causas, por los secuestros de 29 trabajadores y referentes sociales que fueron perpetrados entre marzo y julio de 1976. Blaquier falleció disfrutando de total impunidad y su memoria fue honrada por buena parte de la clase capitalista que actúa en nuestro país, entre otros, por la Unión Industrial Argentina.