Es la definición que los organismos de Derechos Humanos, entre ellos la Liga, hicieron al repudiar el intento que hizo Victoria Villarruel de reverdecer la Teoría de los Dos Demonios, de respaldar el Terrorismo de Estado y a sus perpetradores con el fin de ocultar la verdad y no buscar justicia.
"Fue la reivindicación más desembozada del Terrorismo de Estado" fue la definición en la que coincidieron diferentes organismos de Derechos Humanos a la hora de expresar su "más enérgico repudio" al acto que, en el Senado de la Nación, encabezó Victoria Villarruel para anunciar que va a buscar que se reabran todas las causas judiciales, que en algún momento se iniciaron contra personas que desarrollaron actividad militante contra la dictadura durante la década del 70 del siglo pasado.
Lo hicieron por medio de una declaración que, entre otros, suscribe la Liga Argentina por los Derechos Humanos (Ladh), en la que se advierte que la postura de Villarruel representa un respaldo a quienes perpetraron el golpe de Estado de 1976 y "constituye una afrenta a la memoria para esconder la verdad y no buscar justicia, sino la venganza y el odio".
Y tras hacer hincapié en que la vicepresidenta y Javier Milei no buscan justicia, lamentaron que lejos de eso el actual gobierno impone un programa de ajuste que "sólo beneficia a grandes grupos económicos nacionales y extranjeros", algo que se enmarca en la "miseria planificada" que denunció Rodolfo Walsh en su Carta Abierta a la Junta Militar.
"Muy que les pese les recordamos que el Congreso de la Nación es la Casa de la Democracia y no guarida de negacionistas y socios del Terrorismo de Estado", resaltaron los organismos y exigieron que la Cámara Alta se pronuncie "en pleno en contra de esta puesta en escena tan vergonzosa como inútil", pero también que avance en la expulsión de los diputados que "son parte de un plan de impunidad para los genocidas". Y, sin dudarlo, remarcaron: "la sociedad argentina supo y sabe poner límites a la violencia y el odio. Este es uno".
Además de la Ladh, firmaron este texto Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Asociación Buena Memoria, Comisión Memoria Verdad y Justicia Zona Norte, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz y la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina.
Cabe recordar que la iniciativa de Villarruel tiene lugar en un escenario que aparece atravesado por los pases de factura que todavía provoca, hacia adentro del esquema de gobierno, la difusión que se hizo sobre la visita que diputados del bloque de La Libertad Avanza realizaron al penal de Ezeiza, para respaldar a genocidas condenados porque perpetraron crímenes de lesa humanidad.
Pero también en momentos en los que en el espacio liderado por Javier Milei y el universo macrista, no se ocultan algunas rispideces que surgieron como consecuencia de la postulación de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla a integrar la Corte Suprema de Justicia que, vale recordarlo, tarde o temprano deben pasar por el Senado que preside Villarruel.
Pero la visita que los diputados Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, María Fernanda Araujo, Alida Ferreyra, Lourdes Arrieta y Rocio Bonacci hicieron a genocidas de la calaña de Alfredo Astiz, Adolfo Donda, Antonio Pernías, Carlos Suárez Mason y Raúl Guglielminetti también causó la reacción de la bancada de Unión por la Patria de la Cámara Baja que pidió que se cree una comisión que investigue el trasfondo que tuvo este singular tour. Pero asimismo si hubo otros legisladores implicados y qué papel juega en todo esto la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ya que por su pedido, la cartera que tiene a cargo absorbió la dirección del Sistema Penitenciario Federal.