Dieciséis represores fueron sentenciados a cadena perpetua en el contexto de la Megacausa del Comando V del Éjercito por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura. “La justicia tarda en llegar y el reloj corre a favor de estos genocidas, por eso es muy importante lo de este juicio”, dijo desde el PC bahienese Guillermo Colantuono, quien sostuvo además que “para que lo de Memoria, Verdad y Justicia sea una realidad plena es necesario construir una estrategia de poder popular”. Por su parte, el diario La Nueva Provincia deberá rectificar lo publicado entonces en sus páginas, cuando presentara a estas víctimas del secuestro y la desaparición como “ultimadas en enfrentamientos en la vía pública”.
“Es muy importante que se hayan logrado estas dieciséis perpetuas después de tantos años y más aún en el contexto actual” sostuvo Guillermo Colantuono desde el Partido Comunista de Bahía blanca, al referirse a la decisión adoptada el viernes pasado por el Tribunal Oral Federal en lo Criminal de esa ciudad del sur de Buenos Aires, que resolvió condenar a prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura a dieciséis de los 32 represores que se sentaron en el banquillo. Las condenas respondieron a las acusaciones de secuestro, tortura, homicidio, desaparición forzada, robo de bebés y abusos sexuales contra 333 víctimas en hechos sucedidos en el sur de la provincia y en toda la Patagonia, bajo control operativo de la zona V del Éjercito.
En total, fueron treinta y una las condenas, de ellas dieciséis a la pena máxima, las que se decidieron en el veredicto dado en el contexto de la Megacausa Bahía Blanca después de casi cuatro años de juicio y, en todos los casos, se determinó que los delitos juzgados fueron de lesa humanidad. Los condenados a perpetua son Osvaldo Páez, Osvaldo Sierra, Guillermo González Chipont, Jorge Granda, Norberto Condal, Carlos Taffarel, Víctor Aguirre, Enrique Del Pino, Carlos Villanueva, Jorge Masson, Bernardo Cabezón, José Casanovas, Héctor Abelleira, Raúl Domínguez, Arsenio Lavayén y Claudio Kussman.
Por su parte, Mario Torres recibió una pena de veinte años, a Adalberto Bonini y Humberto Luis Adalberti les correspondieron condenas de dieciocho años, la de Roberto Brunello fue de dieciséis, trece años y diez meses para José Maidana, trece años y dos meses para Alberto Rey Pardellas, catorce para Eduardo Videla y trece para Raúl Andrés. En tanto que para Alejandro Lawless y Enrique Stel las condenas fueron de doce años y seis meses, ocho años para Ernesto Etchart, Vicente Flores y Martín Gutiérrez Velasco y diez para Jorge Rojas, al tiempo que Carlos Alberto Ferreyra resultó absuelto.
De todos ellos, Brunello, Etchart y Condal, quien con esta acumula su séptima condena a perpetua por crímenes de lesa humanidad, son los únicos que están en bajo un régimen carcelario, aunque lo cursan en Campo de Mayo. El resto cuenta con el beneficio de la prisión domiciliaria.
Un dato relevante que también deja la sentencia de este juicio es que el Tribunal integrado por los jueces Ernesto Sebastián, Luis Foglia y Marcos Javier Aguerrido ordenó que el diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca, rectifique en sus páginas información falsa que oportunamente publicó, que aseveraba que las víctimas del Terrorismo de Estado que fueron secuestradas y desaparecidas o asesinadas, habían sido “ultimadas en enfrentamientos en la vía pública”.
“La justicia tarda en llegar, los que están con prisión domiciliaria ni siquiera la cumplen cabalmente y el reloj corre a favor de estos genocidas, por eso es muy importante lo de este juicio”, afirmó Colantuono y en este sentido recalcó que “hay que continuar avanzando porque una de las cosas que nos debemos como sociedad para que lo de Memoria, Verdad y Justicia sea una realidad plena es construir una estrategia de poder popular”.
Al respecto reflexionó que un factor aglutinante en tal sentido puede ser el camino que se construya de cara al 50 aniversario del golpe de Estado de 1976. “La interpelación que tenemos está ahí y tiene que ver con construir una propuesta política apoyada en una fuerte movilización para que aquello que pasó hace medio siglo nunca vuelva a suceder”, advirtió el referente del PC bahiense y subrayó que “esto es fundamental en un momento en el que las debilidades que tenemos como campo popular habilitaron que los sectores que impulsaron la dictadura de 1976, hoy estén nuevamente en el gobierno nacional”.
Para abonar a esa estrategia de poder popular, acentuó que “precisamos aportar desde nuestro Partido, convencidos de nuestra línea y de la necesidad de desplegarla de manera activa, ante una situación que impone el gobierno de Milei que avanza en una reforma laboral más regresiva que la de la dictadura y que, velozmente, encamina al país en la entrega de la soberanía y de nuestro patrimonio”.