El Partido Comunista de Estados Unidos convocó a la clase trabajadora de su país “para que se una a la de Canadá y México para luchar contra la guerra comercial y todo el sistema capitalista que la alimenta”.
“Con su guerra comercial, Donald Trump quiere aumentar las ganancias de los multimillonarios a expensas de los trabajadores”, es lo que definió el Partido Comunista de Estados Unidos (PCUsa), al referirse a la política arancelaria que intenta imponer la Casa Blanca desde el 20 de enero que, entre otros, dispone aranceles a los productos provenientes desde México y Canadá, lo que representa “un ataque indignante a los medios de vida de los trabajadores de toda América del Norte”.
Al respecto, el PCUsa advirtió que estos aranceles “son económicamente destructivos y también están diseñados para profundizar el control monopólico de Estados Unidos sobre toda la región”, por lo que “nos solidarizamos con la clase trabajadora de México, Canadá y Estados Unidos, y rechazamos cualquier intento de dividirnos por nacionalidad o enfrentarnos entre nosotros en una carrera hacia el abismo”.
Por otra parte fustigó “la retórica de la administración Trump que incluye la referencia a Canadá como el ‘Estado 51’”, revela una agenda más amplia que pone en el ojo del huracán al “desmantelamiento de la soberanía nacional y la consolidación del poder del capital monopolista estadounidense”, por lo que “no se trata de ‘comercio justo’ ni de proteger los empleos, sino de aumentar las ganancias de un puñado de corporaciones a expensas de los trabajadores de todo el mundo”.
En este sentido, añade que “el destino de los trabajadores de los tres países está vinculado” y ejemplifica que el proceso de producción moderno, en particular en sectores como la fabricación de automóviles, demuestra tal interconexión, por lo cual “un mismo producto o sus componentes pueden cruzar las fronteras varias veces antes de su finalización”. De ahí que tras recalcar que este tipo de políticas “buscan dividirnos y sólo perjudicarán a los trabajadores de todo el continente” sostiene que “necesitamos un frente unido de los trabajadores para defender el derecho a empleos seguros y bien remunerados para todos los trabajadores, independientemente de su nacionalidad”.
Ante este panorama el PCUsa refleiona que la historia demuestra que las políticas proteccionistas como las que impulsa Trump no protegen a los trabajadores, ya que “por el contrario conducen a recortes de empleo más severos, niveles de vida más bajos y mayores tensiones entre las naciones” y por eso “no podemos permitir que la historia se repita”. Y puntualiza que “la guerra de clases que se ha librado durante décadas contra los trabajadores bajo los auspicios del ‘libre comercio’ debe ser expuesta como herramientas de los capitalistas para subyugar aún más a toda la clase trabajadora”.
Pero también remarca que la administración Trump “planea una nueva etapa en la guerra de clases, comenzando con ataques a inmigrantes, redadas en lugares de trabajo y deportaciones”, un esquema que forma parte “de un asalto más amplio a los derechos sociales y democráticos de todos los trabajadores”. Y hace hincapié en que “las luchas de los trabajadores en México, Canadá y Estados Unidos están interconectadas”, por lo cual “los trabajadores estadounidenses no podemos defender nuestros empleos a expensas de nuestros hermanos de clase canadienses y mexicanos”, sino que “debemos unirnos en una lucha común contra los monopolios que nos explotan a todos”.
Y por eso convoca “a la clase trabajadora de Estados Unidos para que se una a los trabajadores de Canadá y México contra la guerra comercial y todo el sistema capitalista que la alimenta”, porque “nuestra fuerza reside en nuestra solidaridad y sólo uniéndonos a través de las fronteras podremos resistir los ataques a nuestros empleos, nuestros derechos y nuestro futuro: juntos podemos construir un movimiento que priorice las necesidades de la clase trabajadora por encima de las ganancias de los multimillonarios”.