Por primera vez en más de un siglo, el Banco Nacional perdió plata. El Partido Comunista de Suiza advirtió que esa autoridad monetaria debe supeditarse al poder político.
“La pérdida récord del Banco Nacional de Suiza se debe a la exposición al euro y al dólar”, advirtió el Partido Comunista de la Confederación Helvética (PCS), ante la situación provocada en dicha entidad que durante 2022 sufrió la mayor pérdida en 116 años de historia, al contabilizar una caída en sus posiciones en moneda extranjera como bonos estadounidenses y europeos, que ascendió a alrededor de 131 mil millones de francos suizos, pese a que la subida del precio del oro compensó parte de esas pérdidas.
Para poder dimensionar mejor de qué va la cosa, puede decirse que la autoridad monetaria helvética presentó pérdidas por más de 133 mil millones de euros, lo que equivale al diecisiete por ciento del PBI de Suiza.
Pero esto no es todo, ya que con este panorama esta banca informó que no va a poder transferir dividendos hacia el Tesoro suizo, tal como lo hace anualmente, por lo que tanto el gobierno federal como los de los cantones, van a tener que ajustar sus presupuestos. Un año antes esta institución repartió seis mil millones de francos suizos.
Ante esto, el PCS alertó que esta situación es preocupante para las autoridades de los 26 cantones, pero sobre todo para los trabajadores y recalcó que “esta gran pérdida se debe en particular a las posiciones mantenidas en divisas extranjeras y, por lo tanto, es el resultado de la perversamente enorme exposición al euro y al dólar que las autoridades del Banco han impuesto durante años comprando divisas extranjeras”.
Tras lo que recordó que “desde al menos 2015”, el PCS viene pidiendo “la diversificación de la exposición cambiaria del Banco Nacional de acuerdo con la nueva configuración geomonetaria internacional, es decir, la disminución progresiva de la exposición en euros y dólares que están destinados a disminuir”. Pero lamentó que esa banca “ha hecho exactamente lo contrario de lo que pedíamos y ahora tenemos una pérdida de no menos de 131 mil millones”.
Vale señalar que oportunamente, el PCS declaró públicamente que la exposición en euros y dólares realizada por el Banco Nacional para evitar la apreciación del franco “sería pagada por los cantones, es decir, por la población y la clase obrera, que ahora de hecho se quedan con las manos vacías”.
Y, en este sentido, fue claro cuando sostuvo que lo que se viene es un brutal ajuste. “Esperen ahora nuevos ataques a los beneficios sociales debido a la igualmente miserable política de equilibrio presupuestario”, advirtió y reiteró que el hecho de que el Banco Nacional no distribuya ninguna contribución financiera a la Confederación y los cantones, constituye “una pésima noticia para los trabajadores, quienes temen que sin este dinero los gobiernos cantonales impongan medidas de ajuste y procedan a recortar la asistencia social y los servicios públicos”.
Por lo que destacó que es preciso que se produzca un cambio drástico de prioridades en la política de la entidad financiera que “no debe limitarse a una eventual distribución de utilidades, sino que debe poder otorgar préstamos y descubiertos a la Confederación ya los Cantones”, esto es “tiene que actuar en favor del interés de la economía nacional, haciendo de la política monetaria un instrumento funcional para el desarrollo económico y social de Suiza”. Y, al respecto, no dudó en hacer hincapié en que es necesario “abolir el estatus independiente del Banco Nacional frente a las autoridades políticas elegidas democráticamente”, es decir, que la autoridad monetaria tenga conducción política y deje de estar en manos de tecnócratas.