Es lo que propone el Partido Comunista de Gran Bretaña en un contexto en el que los trabajadores sanitarios y de varios servicios públicos continúan desarrollando huelgas.
Una Navidad de unidad y lucha, es a lo que convoca durante estos días el Partido Comunista de Gran Bretaña (PCB), en un contexto en el que en Reino Unido se profundiza el conflicto que tiene como protagonistas a los trabajadores nucleados en el Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales, sus pares agrupados en el Colegio Real de Enfermería, los portuarios y de los aeropuertos, así como a aquellos del área de seguridad social.
En todos los casos, las demandas salen al cruce del brutal ajuste que se puso en marcha desde el 10 de Downing Street, a partir de la gestión que encabezó Boris Johnson y la que efímeramente protagonizó Elizabeth Truss, y que se profundiza con la del actual premier, Rishi Sunak.
Con este telón de fondo, el canciller de la Hacienda y líder del Partido Conservador, Nadhim Zahawi, sostiene palabras más palabras menos, que su gobierno no puede resolver las demandas de los trabajadores por culpa de las tensiones que provoca la operación militar especial emprendida por Moscú once meses atrás en la zona del Donbass.
Pero mientras no hay dinero para los trabajadores, cuyas huelgas Zahawi amenazó con romper utilizando militares, sí lo hay para sostener al régimen de Kiev. “Gran Bretaña sabe lo que es pelear por la libertad, estamos con vos a lo largo del camino”, le dijo públicamente el multimillonario Sunak a Volodímir Zelenski cuando en su primera visita al exterior como premier británico, se trasladó a Kiev para fotografiarse junto a quien oficia como comandante en jefe de bandas nazis como el Batallón Azov que tras perpetrar crímenes de lesa humanidad en la zona del Donbass, fueron integrados al ejército regular ucraniano en el que, ahora, combaten “por la libertad”. En ese viaje, Sunak garantizó la entrega de equitamiento militar a Kiev por cincuenta millones de libras esterlinas, algo así como sesenta millones de dólares.
Mientras tanto, desde Las Islas, el PCB hace hincapié en que es preciso fortalecer la unidad entre los sindicatos que se mantienen en lucha durante las vísperas navideñas. Así lo recalcó el secretario general de la Unión de Jóvenes Comunistas, Johnnie Hunter, quien sostuvo que “los sindicatos de los sectores de la salud, el ferrocarril, el correo y la educación tienen una oportunidad de oro para reemplazar las divisiones anteriores con un enfoque unido y coordinado”, ya que “las batallas que ahora tienen lugar, deben ser apoyadas y ampliadas porque son relevantes para una nueva generación de trabajadores”.
Así las cosas, tras instar que se practique una solidaridad activa con los huelguistas, Hunter resaltó que hay que tener una perspectiva de clase para comprender de qué va la carestía que afecta a Gran Bretaña.
Vale citar que aunque se moderó levemente durante noviembre, la inflación anualizada en Gran Bretaña se colocó durante ese mes en casi once puntos, lo que representa un récord para las últimas cuatro décadas.
“Frente a los costos en espiral de los alimentos, la energía y el transporte, debemos defender el programa de izquierda que plantea medidas como aumentos salariales, controles de precios y propiedad pública como la única alternativa real a las grandes empresas que tienen su representación política en el Partido Conservador”.
Y, en este sentido, advirtió que “los trabajadores y sus sindicatos se enfrentan a una nueva ronda de legislación antisindical y antihuelgas, que va a tener que ser resistida por la unidad de la clase trabajadora y la acción de masas”, por lo que las luchas que llevan a cabo los trabajadores de la salud y los servicios públicos contra el ajuste “deben ser un trampolín para construir un frente unido que pueda derrotar al actual gobierno y ganar otro comprometido con la expansión de los derechos de los trabajadores, gravando a los ricos y las grandes empresas, invirtiendo en la industria y mejorando a los servicios públicos”.