Ayer en la ciudad de San Luis la cita fue en la Plaza Pringles. “Es importante que los jubilados tomemos medidas para oponernos a lo que hace este gobierno”, advirtió la jubilada y militante del PC puntano, Susana Domenicone. Hoy el Senado debate los proyectos que contemplan la vuelta de la moratoria previsional y mejoras en los haberes jubilatorios.
Los jubilados autoconvocados de San Luis le pusieron calor a un a una gélida tarde cuando, ayer miércoles, volvieron a movilizar por calles céntricas de la capital provincial para desembocar en la Plaza Pringles, donde un grupo de jóvenes que los acompañó en la protesta, enmarcada en el 209 aniversario de la primera Independencia, les ofreció un agasajo con mate cocido, “la bebida nacional” como señaló la trabajadora de la educación jubilada y militante del Partido Comunista puntano, Susana Domenicone, quien es una de las habituales protagonistas de estas marchas.
En este marco, Susana expresó la solidaridad del PC con Ramón Olguín, uno de lo integrantes de Jubilados Autoconvocados quien la semana pasada denunció públicamente que personal de la División de Investigaciones de la Policía de San Luis irrumpió dos veces en su domicilio y con diferentes excusas intentaron amedrentarlo por su participación en las marchas.
“Por este hecho hizo una denuncia ante la Fiscalía y desde ese momento debe llevar permanentemente encima la resolución que le dieron donde se indica que no cometió ningún delito”, sostuvo Susana y advirtió que se trata “de un típico caso de intento de amedrentamiento, porque Ramón ocupa un lugar relevante entre los autoconvocados”.
Así las cosas, tal como en el resto del país, la jornada de ayer en San Luis estuvo atravesada por el plan de lucha que vienen llevando a cabo los trabajadores jubilados, en cuyo contexto se desarrolla la campaña por la que busca reunir firmas para apoyar las demandas del sector y se construye la Marcha Nacional Antirrepresiva convocada para el 16 de julio.
“Creo que es importante que las distintas organizaciones sociales y entre ellas los jubilados, tomemos medidas para oponernos de alguna forma a lo que está haciendo este gobierno”, indicó la jubilada comunista y resaltó que “esto es especialmente importante para salir al cruce de la represión, tal como se va a poner de manifiesto con la movilización convocada para el miércoles 16”.
Por otra parte, alertó que “se está llegando a un punto límite en el que muchas personas la están pasando muy mal”, tras lo que reflexionó que cuando se habla de represión, “no se alude solamente a los golpes y armas que las fuerzas policiales utilizan contra quienes manifestamos en las calles”, ya que “también es represión lo que han hecho con la salud, con el Hospital Garrahan”, así como “lo que hacen con el Inti y el Inta o cuando desarman el Servicio Nacional de Manejo del Fuego y Vialidad Nacional”. Ante lo cual enfatizó que “cuando desarman estos organismos que son fundamentales, los que lo hacen atentan contra la vida de las personas”, tal como “cuando dejan a la gente sin medicamentos como en el caso de los jubilados”.
Domenicone fue muy clara al puntualizar que “nos están quitando la posibilidad de vida cuando destruyen instrumentos creados para fortalecernos como sociedad, nos están debilitando y eso es algo que no podemos permitir que suceda”. De ahí que, concluyó, “debemos hacer todo lo que se pueda: las marchas, juntar un millón de firmas y no dejar de manifestarnos de alguna u otra forma”.
Así las cosas, hoy el Senado va a debatir dos proyectos de ley impulsados por las bancadas no oficialistas, que tienen media sanción de Diputados y que contemplan la reactivación de la moratoria previsional y mejoras en los haberes jubilatorios. Si se aprueba la primera de las iniciativas, tal como lo revela una estimación de la Oficina de Presupuesto del Congreso, alrededor de 220 mil personas van a poder jubilarse, mientras que el restante proyecto permitiría una recomposición del 7,2 por ciento en los haberes de las jubilaciones y pensiones, al tiempo que destrabaría un incremento para el bono que actualmente es de setenta mil pesos, para que pase a ser de 110 mil.
Milei ya anunció que si el Congreso les da luz verde a ambos proyectos, va a vetar estas leyes concebidas para mejorar, al menos un poco, la vida de lxs jubiladxs. La lucha sigue.