La Fede cumplió este 12 de abril 104 años de historia que abonan sus luchas actuales. Inserta en la resistencia popular contra el ajuste, la entrega y la represión que lleva adelante el gobierno neofascista y ultraliberal de Milei, la juventud comunista ha sido protagonista reciente de jornadas en defensa de la universidad y la educación públicas, ha estado en la primera línea de la solidaridad con lxs jubiladxs y viene promoviendo desde su militancia cotidiana la unidad obrera-estudiantil para la construcción de una alternativa política que pueda abrirle paso a la liberación nacional y social.
El espíritu combativo y la alegría revolucionaria que han caracterizado a la FJC aún en los momentos más adversos de la historia se expresaron fielmente el último 24 de marzo. Levantados como estandartes por la Fede los rostros sonrientes del Negrito Avellaneda, de Inés Ollero, de Watu Cilleruelo, de Tita Hidalgo y de tantxs otrxs camaradas que fueron víctimas del terrorismo de Estado de la última dictadura cívico-militar y de la Triple A son la viva postal de que no nos han vencido, de que seguimos marchando hacia el horizonte socialista con el que soñaron lxs 30 mil y todxs nuestrxs mártires.
En las marchas del 1F y el 8M, por el Orgullo Antifascista y el Día Internacional de las Trabajadoras, las imágenes de Florencia Gómez, Lohana Berkins y Diana Sacayán vistieron las columnas del Partido Comunista en todo el país y nuevamente la organización juvenil del PC enlazó con su impronta agitativa una historia sembrada de luchas con este presente que la enfrenta a enormes desafíos.
Cantera revolucionaria, semillero de cuadros, escuela de heroísmo, arma cargada de futuro son algunos de los títulos que suelen utilizarse para referirse a la Fede. Títulos bien ganados, cada uno de ellos, a lo largo de más de diez décadas que marcaron la vida de varias generaciones de jóvenes militantes.
Por más de un siglo los aportes político-ideológicos de la FJC, apoyados en el marxismo-leninismo, han contribuido desde la teoría y la práctica anticapitalista, antiimperialista, antifascista y antipatriarcal a forjar la historia. A fuerza de un infaltable sacrificio consciente y del imprescindible optimismo de la voluntad, esos aportes encontraron cauce tanto en el plano nacional como en el plano internacional y ayudaron a superar derrotas que parecían irreversibles y a conquistar victorias que parecían inalcanzables.
Para su 104 aniversario, la Fede preparó una publicación especial para las redes sociales, terreno donde no para de discurrir la lucha de ideas y en donde se comunica masivamente la juventud. En ella, con fotos y videos de archivo, da cuenta sintéticamente de esa rica historia centenaria en pos de la emancipación de los pueblos, pero también de su renovada vigencia política y les ofrece a lxs jóvenes “tomar partido” en sus filas porque “el tiempo de la Revolución es Ahora”.
La organización juvenil del PCA viene de realizar un campamento nacional de formación en la provincia de Córdoba y proyecta como continuidad un seminario internacional. Mientras, planifica su crecimiento desde el pie.
En ese camino inmediato las principales líneas para su desarrollo están orientadas al movimiento estudiantil y particularmente a la universidad, centro neurálgico de la disputa ideológica en la sociedad. A partir de ese objetivo de concentración planteado, y más allá de las distintas demandas sectoriales que milita junto al MUI (Movimiento Universitario de Izquierda), la juventud del Partido Comunista tiene en agenda extender a todas las universidades nacionales en las que se encuentra presente la “Cátedra libre por la Soberanía”, con la finalidad de impulsar con más fuerza y mayores herramientas teóricas la lucha antiimperialista en un contexto de creciente rechazo al acuerdo con el FMI.
La voz de la FJC
Guadalupe Viñuela Flores, secretaria de la Federación Juvenil Comunista de la provincia de Buenos Aires y miembro del Comité Central del PCA, profesora en Ciencias de la Educación y becaria doctoral del CONICET, remarcó que “la Fede nació al calor de la revolución bolchevique de 1917 para construir la revolución socialista en Argentina” y que por la organización “no sólo han pasado una infinidad de cuadros, sino también de procesos que demuestran el alcance de nuestras ideas y nuestras convicciones”.
Entre esos hitos señaló, por ejemplo, “la conformación de las Brigadas del Café a Nicaragua y la resistencia a todas las dictaduras que se sucedieron en nuestro país”. Además de honrar la memoria de camaradas detenidxs-desaparecidxs en la última dictadura, la dirigente de la FJC hizo hincapié en no olvidar a las “víctimas de la Triple A y de la CNU, como el Chilo Zaragoza y Watu”, quien fuera recientemente homenajeado en un acto en la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca, al cumplirse cincuenta años de su asesinato.
“Para nosotrxs este 12 de abril es particularmente doloroso porque a pesar de los negacionistas de la violencia patriarcal nos toca recordar el femicidio de nuestra camarada Florencia Gómez”, resaltó Viñuela y denunció que “ya van cuatro años y medio de no tener justicia”. “En cada acción militante la memoria de Flor nos da más fortaleza para seguir luchando y para no dejar de pedir justicia por ella”, concluyó.
En cuanto a la lucha centenaria por la construcción y defensa de las universidades públicas nacionales recalcó que la misma “siempre tuvo a lxs comunistas de la Fede en sus pasillos y en sus aulas, ya sea en la década del 60 o en los 90 resistiendo a la LES neoliberal y privatista”. Aunque también, más acá en el tiempo, destacó el papel que jugaron en la pandemia las Brigadas Cecilia Grierson que “salieron a organizar la solidaridad y a combatir el miedo, la desinformación y la desesperanza”.
A su turno, Bryan Ojeda, titular de la FJC de Misiones, estudiante de Derecho e integrante también del CC del Partido Comunista, opinó que a la hora de plantear cuáles son hoy los desafíos de la juventud argentina “primero debemos distinguir que no se trata de una masa homogénea y que en ella confluyen micro juventudes, si se quiere, que tienen particularidades muy específicas y problemas distintos”. Para trazar un abordaje efectivo al respecto afirmó que “en lugar de proponer un discurso de vanguardia hay que ir a construir ese discurso con esos sectores”. En este sentido aclaró que “no sólo con los que están organizados en un sindicato o un centro de estudiantes, que son la absoluta minoría de la juventud argentina”. Para complementar su punto de vista dijo que “sin dudas a aquellos que no están ahí hay que proponerles que se sumen a los sindicatos y centros de estudiantes pero también hay que proponerles nuevas formas de organización que tengan más que ver con la realidad diaria que viven”.
De la mano de este planteo, consideró que “la juventud en la sociedad no solamente quiere ser escuchada, quiere un puesto de lucha, quiere ser partícipe de la conversación pública”. E hizo referencia a que esto “se expresa en las nuevas lógicas de conversación de las redes sociales” y a que en consecuencia “ahí también hay que presentar nuevas formas de organización para un enorme sector de la juventud que hoy no está llegando al trabajo ni está llegando a la universidad y que hoy no está organizada o está organizada sobre la base de la inmediatez y lo espontáneo”. Por último, Ojeda reconoció que “uno de los grandes desafíos de la Federación Juvenil Comunista es discutir cuál es la propuesta que tenemos para llegar a esos sectores”.
Bruno Lonatti, responsable de la FJC de Córdoba, estudiante de derecho y comunicador social, en alusión al cumpleaños de la Fede remarcó que “esta fuerza orgánica ha estado presente en los momentos más difíciles de nuestra Patria y ha respondido fielmente a sus principios ideológicos, éticos y morales”. Y exhortó a que “a la altura de esa historia, tenemos hoy una responsabilidad como revolucionarixs, como comunistas en torno a la construcción de una alternativa popular en nuestro país”.
Por lo que manifestó la necesidad de “construir más iniciativa dentro de los frentes de masas”. “Nuestra política tiene que ser siempre la de la iniciativa, la de la construcción, la propositiva, la que vaya al frente, la que con esa inercia se lleve puestos a los poderosos y también a los que con su no hacer, con su desmovilización se van alejando cada vez más del pueblo y de los intereses de la Patria”, puntualizó.
Para finalizar, Lonatti puso el acento en la tarea de “profundizar nuestro accionar político analizando las condiciones reales del momento histórico que transitamos, con todo el peso que tiene nuestra historia y con la responsabilidad de ser parte de una organización con 104 años de vida y con un ideario revolucionario y de un mundo nuevo”.
Entre las opiniones consultadas por Nuestra Propuesta para la conmemoración del centésimo cuarto aniversario de la FJC estuvo la de Vase Samuilov, militante de la Fede porteña, referente del movimiento estudiantil secundario y hasta hace poco tiempo presidenta del centro de estudiantes de la escuela Mariano Moreno. “Hoy la juventud tiene que ser la primera en salir a las calles”, afirmó. Y graficó que “la primera bandera que se vea en una manifestación tiene que ser la de un centro de estudiantes o la una coordinadora estudiantil, por nuestros derechos, pero también porque al fin y al cabo nosotrxs vamos a ser el día de mañana lxs jubiladxs y, más pronto, lxs trabajadorxs explotados”.
La joven dirigente recalcó que “lxs jóvenes somos lo suficientemente clausurados y censurados en esta sociedad como para salir a luchar” y que uno de los principales desafíos que ella ve que tiene su generación es el de “convertir el miedo que quiere imponernos el gobierno en espíritu combativo y empatía”. “No creo que la juventud se haya derechizado”, aseguró y argumentó que “el apoyo a Milei no necesariamente vino de los fachos. vino de pibxs que buscan un plato de comida y un laburo y no lo encuentran”.
Precisamente recordó que “a esxs pibes se les decía que no voten a Milei porque iba a sacarles sus derechos, mientras se cagaban de hambre y se les caían las paredes de las escuelas”. Por lo que propuso que a esxs jóvenes “hay que brindarles espacios de debate y desahogo en donde puedan entender que Milei no es ninguna solución, que va a seguir llevando a la Argentina más para atrás y que ellxs no van a poder conseguir un trabajo estable y van a ser cada día más explotados.”
A propósito de este asunto, Bryan Ojeda puso en contexto que las problemáticas que atraviesa la juventud argentina “no son un fenómeno aislado” ya que “no sólo tienen que ver con las políticas que ajustan, entregan y reprimen en función de los beneficios del mercado financiero, sino con una crisis que cada vez se agudiza más y que es la crisis de las democracias occidentales”. Ante lo cual enfatizó sobre la necesidad de “construir una propuesta superadora a las formas de totalitarismo y gobiernos autoritarios que propone la ultraderecha en el mundo, que tienen como ejemplo al gobierno de Milei”. Por esto mismo propuso “avanzar en sistemas de democracias más participativas y no en elecciones de figuras, para poder ser parte de la toma de decisiones concretas que le permitan al pueblo definir, por ejemplo, donde va la guita para salud y educación”.
En una misma dirección, Guadalupe Viñuela Flores opinó que en un contexto de “crisis civilizatoria” del sistema capitalista “la ofensiva del capital y del imperialismo busca reconfigurar el mundo a costa de la vida de los pueblos y de los recursos naturales de nuestras tierras” y que esta situación se agrava en nuestro país en particular con un “gobierno cipayo, de tintes coloniales”. Por lo que ubicó la tarea inmediata de “enfrentar las recetas del Fondo Monetario Internacional y las políticas del gobierno nacional, que nos viene endeudando y reprimiendo”. Por eso, llamó a “dar pelea por el presupuesto y los salarios dignos para la universidades públicas y para el conjunto de lxs trabajadores”. En tanto que subrayó la importancia prioritaria que en esta coyuntura tiene “la movilización en las calles en defensa de lxs jubiladxs, de la salud pública y de la soberanía nacional”, así como también la tarea de “fortalecer, hoy más que nunca, la lucha del colectivo feminista y LGTBIQ+”.
Finalmente, Guadalupe Viñuela Flores destacó que “para construir un futuro de dignidad y felicidad debemos fortalecer la organización, la lucha, la resistencia, la solidaridad y, particularmente, la unidad”. Sobre lo cual precisó que “sabemos que la batalla principal de la etapa es construir un frente que logre derrotar a este gobierno pero también necesitamos una unidad que nos permita reconstruir un proyecto de país, así que vamos a seguir caminando por esa senda hasta construir el frente de liberación nacional y social que tanto merece nuestro pueblo”.
La Fede se organiza. El proyecto revolucionario está en marcha.