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Vie, Abr
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Política
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Esta es la cantidad de dosis recibidas que esta semana superó Argentina. Mientras la campaña nacional de vacunación avanza en un marco de récords en los contagios, el bloque opositor nucleado en JxC organizó una movilización delirante contra las medidas sanitarias adoptadas por el gobierno nacional.

Esta semana que está por culminar registró el mayor flujo de ingreso de dosis al país para vacunar a la población contra el Covid-19. Entre las dosis que aterrizaron mediante el mecanismo Covax de Naciones Unidas, más lotes de AstraZeneca y Sputnik-V, Argentina comenzó a regularizar el ingreso de dosis después de un abril en el que se había ralentizado la llegada de vacunas.

De esta manera, Argentina ya recibió un total de quince millones y medio de vacunas contra el coronavirus, de las cuales casi tres millones arribaron en los últimos tres días. Se trata de un millón de Sputnik V, ochocientas cientos mil Astrazeneca del mecanismo Covax y más de ochocientas mil Astrazeneca-Oxford.

Además, la semana del 17 al 24 de mayo fue récord en cantidad de dosis aplicadas: casi 1 millón 200 mil aplicaciones en todo el país, que dan cuenta de un ritmo creciente en la vacunación, más que necesario para cumplir con el objetivo de vacunar a la mayor cantidad de personas lo antes posible.

Hay que destacar que el plan de vacunación que implementa Argentina se lleva a cabo en medio de la escasez mundial de vacunas. En el escenario internacional, Argentina no es un país supernumerario al estilo EE.UU., Brasil o México -ni hablar de los gigantes asiáticos- pero tampoco es una nación pequeña en cantidad de habitantes. Si se tiene en cuenta que el primer lote de vacunas ingresó al país en la última semana del 2020, y que hasta entonces se recibieron más de quince millones de dosis, el promedio de tres millones de dosis mensuales no es nada desdeñable.

En lo que va del año Argentina administró más dosis que países como Israel, Países Bajos, Japón, Corea del Sur, Portugal o Suecia, ocupando el puesto número 18 del ranking mundial de vacunas administradas.

Y si se tiene en cuenta el porcentaje de población vacunada con al menos una dosis, Argentina integra un selecto grupo que le permite ubicarse por encima del promedio mundial y sudamericano.

Por su parte, Argentina suscribió en las últimas horas un acuerdo con el laboratorio Cansino de China para adquirir nuevas dosis. El acuerdo se suma a los contratos que el Estado nacional rubricó con los laboratorios productores de las vacunas AstraZeneca, del Reino Unido; Sputnik V, de la Federación Rusa; Sinopharm, de China; Covishield, de India, y el mecanismo Covax que se lleva adelante a través de la Fundación Gavi y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los laboratorios son Limited Liability Company Human Vaccine LLC (Sputnik V); AstraZeneca; Fundación GAVI (que distribuye AstraZeneca a través del mecanismo Covax), Serum Institute of India (Covishield) y Sinopharm International Hong Kong LTD.

 

Fabricarlas

 

La adquisición de dosis tiene lugar mientras se intensifican las tratativas y la preparación técnica para fabricar en Argentina la Sputnik Vida. Además, científicos argentinos avanzan en el diseño de una vacuna de segunda generación contra el coronavirus.

Se trata de un desarrollo que tiene una respuesta más potente y fue diseñada por especialistas de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y del Conicet. Todos estos avances se suman a los acuerdos en marcha (Ver Argentina y la producción de vacunas contra el Covid-19).

Mientras tanto, todos los esfuerzos que hace el Estado nacional en un contexto de crisis sanitaria mundial y de escasez de vacunas, son cuestionados por una oposición política cada vez más delirante, al punto que cabe preguntarse a qué juego están jugando.

El caso más paradigmático en las últimas horas, más allá de la congregación pequeñísima del 25 de mayo en el Obelisco, fue el exabrupto de Patricia Bullrich que en su afán de apuntar contra el gobierno comprometió a Pfizer y por elevación al gobierno de EE.UU., motivo por el cual la farmaceútica debió emitir un comunicado desmintiendo a la presidenta del PRO.

Según Macri y Bullrich, el Estado nacional no adquirió vacunas de Pfizer por negligencia y corrupción en las negociaciones. Sin embargo, el panorama mundial y especialmente el sudamericano desmienten al PRO: Chile y Brasil apenas recibieron una ínfima parte de las dosis comprometidas -bajo condiciones leoninas- con la farmacéutica estadounidense y nada hace pensar que Argentina hubiera sido la excepción.

En contrapartida el gobierno nacional concentró sus esfuerzos en cerrar acuerdos con la mayor cantidad de proveedores en un contexto en el que la demanda supera ampliamente la oferta y en esta coyuntura nadie puede decir que los resultados son magros.

Por el contrario y a pesar de las dificultades, el panorama en el mediano plazo puede ser alentador. Ello dependerá de que el gobierno nacional logre llegar a la primavera con la mayoría de la población vacunada con al menos una dosis para enfrentar el cambio de estación y las elecciones de medio término con un escenario más favorable para todos.