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Vie, May
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Política
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En el frente del local del PC de la Ciudad de Buenos Aires fueron colocadas tres bombas Molotv, el día en que Victoria Villaruel organizó su acto apologético del terrorismo de Estado en la Legislatura porteña, con la venia de Juntos por el Cambio. “No nos van a amedrentar”, dijo Ariel Elger del PC.

En medio del clima enrarecido que pretenden instalar la derecha y los grupos vinculados a las cloacas de la democracia, en la madrugada de ayer aparecieron tres bombas molotov listas para ser utilizadas en la puerta del histórico local del PC de la Ciudad de Buenos Aires, en plena Avenida Callao. Las bombas fueron cuidadosamente colocadas sobre las baldosas que conmemoran a los desaparecidos del PC que fueron secuestrados en el local partidario durante la última dictadura.

“No se trata de un hecho aislado, tampoco de grupos sueltos” dijo Ariel Elger, secretario del Partido Comunista de la Ciudad. En efecto, la colocación de las Molotov fue la antesala del acto que La Libertad Avanza organizó en la Legislatura Porteña, con el aval del macrismo, para reivindicar el terrorismo de Estado. Allí Victoria Villaruel, candidata a vicepresidente de Milei, defensora y amiga de los genocidas, quien tuvo su blanqueo durante la gestión de Avruj al frente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos durante el gobierno de Macri, presentó una enardecida reivindicación de los crímenes de la dictadura y emprendió contra las víctimas del genocidio, a quienes consideró como los responsables de una “guerra”.

Horas antes, según reconstruyeron fuentes del PC, las botellas fueron colocadas por tres individuos, alrededor de las 3 de la mañana. Más tarde, con las primeras horas de luz, se hizo presente la Policía de la Ciudad, con personal especializado para identificar la naturaleza de los artefactos.

“No es casualidad que esto aparece justo el mismo día que en la Legislatura se busca lavar la cara del genocidio y sus perpetradores y que se lleva adelante una fuerte la movilización contra el negacionismo en el mismo lugar”, amplió Elger.

Cabe destacar que aún se desconoce el motivo por el que se presentó la Policía ya que el PC no efectuó ningún tipo de denuncia o aviso a las fuerzas de seguridad.

“Esto marca la importancia de sostener la movilización por los treinta mil desaparecidos y por la memoria, la verdad y la justicia, especialmente al cumplirse veinte años de la aprobación del proyecto que anuló las leyes de obediencia debida y punto final, en cuya redacción cual trabajó exhaustivamente nuestro camarada Carlos Zamorano, abogado de la Liga Argentina por los Derechos Humanos”, detalló el dirigente comunista.

 

Legislatura

 

Por la tarde, miles de personas junto a organismos de derechos humanos, sindicatos, movimientos sociales y partidos políticos, entre ellos el PC con sus banderas rojas, se dieron cita en las inmediaciones de la Legislatura para repudiar el homenaje organizado por Villaruel con complicidad de Juntos por el Cambio.

Para la militancia del PC allí presente, la movilización se enlazaba con los sucesos de la madrugada. Al respecto, Elger detalló que “las bombas las colocaron en horario nocturno, sobre un contenedor de basura del Gobierno de la Ciudad que varias veces hemos reclamado que lo retiren del frente de nuestro local partidario, precisamente porque conocemos cómo trabaja la derecha”. El accionar del Gobierno de la Ciudad no es ingenuo, dado que, denunció Elger, “por las cámaras se puede observar cómo un móvil de la Policía de la Ciudad pasa por al lado de las personas que estaban realizando la colocación y no se detiene”.

Para el dirigente comunista, “claramente se trata de una acción de hostigamiento, un ataque psicológico que lo que pretende es generar un clima enrarecido, tal como venimos observando que se viene haciendo desde distintos sectores a lo largo de este año”. Por ejemplo, “en la represión en Jujuy vimos reaparecer grupos de tareas que ingresan a los domicilios de las personas, sin identificaciones ni órdenes judiciales, movilizados con automóviles que no llevan patentes”.

Además, recordó, “en los días previos a las elecciones Paso la Policía de la Ciudad asesinó al compañero Facundo Morales, en medio de una brutal represión a una manifestación pacífica y minoritaria, en la que la policía claramente identificó a Facundo y fue por él”.

En efecto, “lo que le sucedió al Partido Comunista de la Ciudad es lo que vive todos los días la clase trabajadora y el pueblo en todo el país: la violencia verbal, la violencia mediática, pero también la violencia psicológica y física”. Se trata, en suma, dijo Elger, “también de la violencia que vivió y vive la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, primero durante años, luego con el intento de asesinato frustrado y luego cada vez que el Poder Judicial decide no avanzar en la investigación sobre el atentado que sufrió hace poco más de un año”.

Claramente, valoró, “todo esto nos remonta a los tiempos más oscuros de nuestro país, a la época del terrorismo de Estado que hoy algunos sectores se animan a defender, directamente, dentro de la Legislatura porteña”. Una época en la que el Estado secuestró, asesinó y desapareció a sus ciudadanos en el marco de un plan sistemático implementado contra la población civil, “una población que estaba luchando por un país distinto”.

Por ello, “lo que sucedió ayer en el local del Partido Comunista de la Ciudad se relaciona directamente con el acto organizado por Victoria Villaruel, con el propósito de relanzar la teoría de los dos demonios y de justificar el terrorismo de Estado”. Pues, “el propio Milei es el primero en decir públicamente, cada vez que puede, que el enemigo es el comunismo, que somos aquellos que nos oponemos a las privatizaciones y a la implementación de un modelo neocolonial”. De ahí en más, “las palabras de odio se materializan en eventos como estos”.

Pese a los ataques y la coyuntura, Elger reafirmó que “sin lugar a dudas esto no nos va a frenar, no van a lograr amedrentarnos, si así lo creen no nos conocen”. Por ello, dejó en claro que “desde el Partido Comunista y la Federación Juvenil Comunista seguiremos trabajando por la unidad del campo popular, por la organización y por la memoria y las luchas de los treinta mil compañeras y compañeros detenidos y desaparecidos”.