Aunque parezca mentira, el diputado por La Libertad Avanza, Alberto Benegas Lynch, volvió a naturalizar el trabajo infantil. “Es una apología del delito”, alertó la Asociación de Maestros y Profesores de La Rioja.
“La mayor libertad para nuestros niños y niñas la garantiza la educación”, señaló la Asociación de Maestros y Profesores de La Rioja (AMP), al salir al cruce de las recientes declaraciones del diputado por La Libertad Avanza, Alberto Benegas Lynch, quien en recientes declaraciones públicas, volvió a naturalizar el trabajo infantil. “Muchas veces puede pasar en la estancia, y sobre todo en Argentina, que no te podés dar el lujo de mandar a tu hijo al colegio porque lo necesitás en el taller junto al padre trabajando y no lo puede mandar a la universidad” dijo el legislador a la hora de intentar apuntalar sus argumentos, tras lo que pontificó: “no creo en la obligatoriedad de la educación”.
Ante esto, la AMP hizo público su repudio a las expresiones de Benegas Lynch que, denunció, “propugna el trabajo infantil y denosta el derecho a la educación”, al tiempo que “muestran un desconocimiento de la normativa nacional, ignoran la Ley 26.390 que prohíbe el trabajo infantil por debajo de los 16 años y el Artículo 148 Bis del Código Penal, que establece que la explotación laboral de niños y niñas es un delito”.
Por otra parte, recordó que en Argentina, los derechos de niños y adolescentes tienen rango constitucional, pero también que nuestro país ratificó convenios internacionales como el 138 de la OIT que prohíbe cualquier tipo de trabajo realizado por personas que no tengan la edad mínima de admisión al empleo.
Asimismo, sostuvo que el diputado “parece desconocer que la educación en nuestro país es obligatoria desde 1884 y que, desde 2006, la Ley de Educación Nacional 26.206 viene a extender derechos y garantías para todos, planteando la obligatoriedad del Estado para garantizar la educación inicial, primaria y secundaria en todo el territorio nacional”.
Y que aunque un adolescente puede desarrollar tareas laborales “de acuerdo a las restricciones de las leyes vigentes y los convenios internacionales de erradicación del trabajo infantil”, es preciso que para hacerlo cumpla los tramos educativos obligatorios, por lo que “plantear que la ‘libertad también es que si no querés mandar a tu hijo al colegio, porque lo necesitás en el taller puedas hacerlo’, es una apología del delito”.
La AMP también reiteró que es fundamental que se cumpla con los derechos de las infancias y adolescencias, “especialmente de aquellas que crecen en contextos de mayor vulneración, porque sabemos que los niños que trabajan y abandonan la escuela están condenados a la pobreza”, por lo que el Estado debe asumir su papel indelegable “de garantizar el derecho social a la educación, una educación pública, de calidad y con igualdad de oportunidades es fundamental para apartar a las niñas y niños de un ingreso temprano al mercado laboral donde son mano de obra barata e incluso en ocasiones esclava”.