Fuerzas israelíes atacaron la sede de la delegación diplomática de la República Islámica de Irán en Damasco. Mientras tanto, EE.UU. autoriza el envío de más asistencia militar a Tel-Aviv.
Mientras profundiza la masacre que desde octubre viene perpetrando en la Franja de Gaza, durante las últimas semanas el Estado de Israel atacó posiciones en el sur de Líbano y Siria, lo que representa una escalada que amenaza con una regionalización del conflicto que promueve en tándem con EE.UU. y Gran Bretaña.
En este contexto, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que tiene su sede en Londres, contabilizó treinta ataques israelíes sobre territorio sirio en lo que va de año, en los que habrían sido asesinadas más de cien personas.
A esto se suma los que Tel-Aviv perpetró durante el fin de semana sobre un área de investigación científica ubicada en Yamraya y otro que se dirigió a Damasco que afectó a la sede del consulado iraní en la capital de Siria, que dejó un saldo de seis asesinados.
Esta agresión fue reconocida por el Ministerio de Exteriores de Irán, que tras condenarla dijo que la República Islámica se reserva su derecho a llevar a cabo “contramedidas”, al tiempo que recalcó que esta acción “debe ser condenada en los términos más enérgicos por la comunidad internacional y Naciones Unidas”.
El peligro de que se regionalice el conflicto enciende luces de alarma en toda la zona del Asia occidental. Y desde el Partido Comunista de Pakistán, se condenó “con vehemencia la agresión del ejército israelí contra Siria”, al tiempo que se hizo hincapié en que “este reprensible acto de violencia que provocó víctimas entre la población civil, pone de relieve la incesante persecución por parte de Israel de su agenda expansionista y sionista”.
Tras lo que sostuvo que resulta “atroz que las Fuerzas de Defensa de Israel sigan actuando con impunidad, ignorando el derecho internacional y los derechos humanos” y recordó que los casi 33 mil palestinos masacrados por la ocupación israelí en la Franja de Gaza desde principios de octubre, “son un crudo recordatorio de la brutal opresión, la insaciable sed de poder y dominio del régimen sionista que desconoce límites, mientras busca imponer sus ambiciones imperialistas al pueblo de Medio Oriente”.
Y, pese a este telón de fondo, durante el fin de semana se supo que está a la firma del presidente Joseph Biden, la autorización de un nuevo envío de armas a Israel por valor de 18 mil millones de dólares, que implica al menos veinticinco aviones F-15 y municiones.