¿Quién sale mejor parado de la situación provocada por el Covid-19? La economía de la República Popular China crece pese a todo ¿Qué pasa en EE.UU.?
Durante la reunión que llevó a cabo durante los días jueves y viernes pasados, el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), subrayó la importancia del fortalecimiento de la construcción política y recalcó que es preciso “incrementar la capacidad política y mantener los vínculos estrechos con el pueblo”, que fueron puestos de manifiesto a la hora de “prevalecer sobre los riesgos y desafíos extraordinarios de este año”.
El encuentro presidido por Xi Jinping destacó que 2020 “es un año extremadamente inusual en la historia de la Nueva China, de la nación china y de la humanidad”, tras lo que hizo hincapié en que “en un momento de crisis, el liderazgo del Partido ha conducido a la nación para alcanzar un éxito sumamente extraordinario”.
Ese liderazgo fue clave para la adopción de medidas que permitieron controlar el impacto de la pandemia del Covid-19, pero asimismo para hacer que la economía de la República Popular China (RPCh) crezca durante 2020.
Para poner la cosa en su verdadera dimensión, sólo hay que recordar que tras el impacto que tuvo la pandemia durante los primeros meses de año, para el cuarto trimestre el PIB de la RPCh va a crecer el 5,5 por ciento.
Este dato lo aporta un informe del Centro Académico de Práctica Económica y Pensamiento Chino de la Universidad de Tsinghua, que fue publicado el domingo pasado. Ahí se señala que durante 2020 el PIB de la RPCh se va a expandir un 2,1 por ciento interanual.
El informe pinta un panorama favorable para la economía china de cara a 2021. Habla de crecimiento basado en el consumo del mercado interno y la expansión del gasto fiscal, orientada a la mejora de servicios públicos y la calidad de vida del pueblo, con un particular énfasis en la atención a personas adultas mayores, así como en las áreas Educación y Salud.
“En este momento, la demanda inadecuada y el débil consumo son los principales problemas a los que se enfrenta el crecimiento de China”, por lo que “se establecerá un sólido apoyo a las políticas para impulsar una demanda efectiva, en particular en las actividades de los consumidores”, recalca el trabajo.
Y evalúa que si la situación de la pandemia sigue controlada, se espera que durante 2021 la economía china crezca entre un ocho y un nueve por ciento, estimación que se reduce al cinco por ciento en un escenario en el que haya un rebrote durante el invierno boreal en curso.
Estos datos aportan al análisis del escenario mundial que puede esperarse para la post-pandemia. Y, en este sentido, vale citar qué se prevé para la otra megaeconomía del planeta.
La semana pasada, la Reserva Federal de EE.UU. advirtió que este país va a registrar durante 2020 una caída del PIB de 2,4 por ciento, tras lo que adelantó que en el mejor de los escenarios, esta economía crecerá 4,2 en 2021 y tres por ciento al año siguiente.
Como se recordará, mientras que la RPCh abordó la situación que provocó la pandemia mediante la aplicación de tácticas basadas en la responsabilidad y disciplina colectiva, que incluyeron férreas medidas de aislamiento social, EE.UU. tuvo una mirada diametralmente opuesta.
Desde la Casa Blanca se argumentó que abordajes como el aplicado por la RPCh, destruirían la economía. Esta postura fue repetida como verdad canónica por los aduladores que EE.UU. tiene en todo el mundo, incluidos los que hay aquí en Argentina.
Previsión
Con este telón de fondo, esta semana se hizo público el informe anual del Centro de Investigación Económica y Empresarial de Londres (Cebr), que destaca que en 2028 la RPCh va a superar a EE.UU., para convertirse en la formación estatal con economía líder a escala planetaria.
Esta previsión adelanta la fecha en que se produciría el cambio de liderazgo en la economía mundial, que diferentes instituciones académicas vienen haciendo desde hace algunos años. Pero también advierte que esto se precipitó, en parte, por los aciertos y desaciertos que, una y otra potencia, tienen a la hora de gestionar la pandemia de Covid-19.
“Durante algún tiempo, un tema general de la economía global ha sido la lucha económica y de poder blando entre EE.UU. y China”, señala el informe del Cebr y recalca que la pandemia “y las consecuencias económicas correspondientes, ciertamente han inclinado esta rivalidad a favor de China”.
Al respecto, es claro cuando hace hincapié en “la hábil gestión” que tiene Beijín para combatir la situación provocada por la irrupción del Covid-19, algo que hizo que -pese a todo- “lograra mejorar su desempeño económico”.
De acuerdo al análisis del Cebr, aunque la economía estadounidense pueda tener un moderado repunte durante los años inmediatamente posteriores a la salida de la pandemia, “su crecimiento se desacelerará al 1,9 y 1,6 por ciento en los años siguientes”, mientras que la de la RPCh “se encamina a una tasa de crecimiento promedio del 5,7 por ciento anual, desde 2021 hasta 2025, y se prevé que disminuya al 4,5 por ciento anual entre 2026 y 2030”.
De ahí que resalte que “la cuota de EE.UU. en el PIB mundial disminuirá a partir de 2021 y el país será superado por China como mayor economía del mundo”, algo que “esperamos que suceda en 2028, cinco años antes de lo pronosticado anteriormente”.