Esto es lo que puntualizó el docente de La Violeta, Pablo Moren, que va a integrar el grupo de militantes del Partido Comunista que participará de la Marcha por la Soberanía a Lago Escondido, “poniendo el cuerpo como nos enseñó el Che en este momento tan complejo de la historia”.
—¿Por qué es preciso volver a marchar hacia Lago Escondido?
—La novena Marcha por la Soberanía, al Lago Escondido en la proximidades al Foyel al Bolson en la provincia de Rio Negro, es extraordinaria, es la primera vez que el Partido Comunista va a tener una participación muy nutrida en cuanto a numeros de camaradas que participara de distintas partes del país, a cuarenta años de la Brigada San Martín que cumplió un rol muy importante en Nicaragua y en el marco de un gobierno nacional muy violento desde lo discursivo y que podría ser muy violento desde lo físico en la movilización, es por esto que hay que dejar en claro que nuevamente marchamos en Paz por lo caminos públicos de montaña y los caminos de sirga de los lagos, respetando leyes y normativas pero dejando en claro para el lector que los que han sufrido, los que padecido la violencia ya sea de la patota de Lewis o de los gauchos al servicio del británico han sido los ciudadanos que reclaman por el libre acceso al espejo de agua andino. Estos hechos de violencia además de estar judicializados, han quedado graficados por la película que a esta altura ya es de culto “Lago Escondido, Soberanía en Juego” de Camilo Gómez Montero y la productora Payé.
—Cada edición de la Marcha plantea nuevos desafíos…
—Se organiza todo el año. Se planifica en forma muy seria y se marcha en forma pacífica para demostrar que la soberanía se debe defender, que el territorio nacional y la cultura de cada región de nuestro país siempre se debe defender, reivindicar y proteger de diversas formas que van desde lo ambiental hasta lo económico. La lucha de Lago Escondido, luego de tantos años de visibilización, simboliza la defensa que llevan adelante los militantes del campo popular en la defensa del territorio y del patrimonio del Estado, esto es una paradoja porque a veces es el mismo Estado Nacional, provincial o local con sus instrumentos o instituciones quien lleva adelante la entrega. Ante esto, la militancia…la ciudadanía se organiza y le muestra a la ciudadanía toda de nuestro país la entrega de soberanía que se da en pequeños o grandes espacios del territorio.
—Es reafirmar la soberanía en tiempos en que desde el propio gobierno nacional se hace gala de sumisión a l anglósfera…
—La ocupación del Lago Escondido simboliza varias cosas desde mi punto de vista. En primer término la capacidad de proyectar poder de Gran Bretaña y de la Otan, no hay que olvidar que Lewis, quien fue encontrado culpable por tráfico de influencias en los Estados Unidos, es un súbdito de la corona Británica y que este país que usurpa nuestras Islas Malvinas y es un miembro muy activo de la Otan, por ende muestra ese imperialismo anglófilo hoy en decadencia que busca de continuar controlando puntos estratégicos del planeta ya sean puntos oceánicos como lo son nuestras islas del Atlántico sur u otras en otros océanos o dentro del territorio de los continentes, en especial si esos territorios son ricos en agua dulce, en petróleo o en tierras raras o tierras fértiles.
Por otro lado, y como mencione antes, hay que destacar que la lucha de Lago Escondido a mi entender significa el punto más alto de la militancia. La militancia que pone el cuerpo, que con sus ingresos económicos propios en medio de lo difícil que está la situación, que marcha en vacaciones, que le quita tiempo a sus seres queridos para marchar por la soberanía territorial de nuestro país. Eso para mí es un hecho sublime, muy destacable. Los compañeros, insisto, que marchan dejan de lado todo y no lo ponen en duda, no dudan en nada, marchan aun sabiendo que pueden sufrir agresiones de todo tipo. Todo sea por el país por el proyecto de país donde todos podamos desarrollarnos, insisto y repito esos compañeros están para mí en un escalón muy alto de la especie humana ya que no le interesan los cargos políticos si no la defensa del país ante la agresión y el saqueo del imperialismo.
—Todo en un contexto en el que la Presidencia Milei avanza con la entrega a la Otan de una base cerca de Ushuaia, habilita que militares de EE.UU. actúen en el Río Paraná, otorga facilidades al extractivismo y propicia una legislación que facilita la enajenación del patrimonio y la soberanía nacional…
—En cuanto al primer año de Milei como inquilino de La Rosada, marcó una particularidad que observé y me llamó la atención. La Violeta se dio la tarea política de llevar el film “Lago Escondido, Soberanía en Juego” a cuanto lugar hubiera donde pudiera proyectar como seccionales del Suteba de diversas partes de la provincia de Buenos Aires, locales de la CTA de los Trabajadores, del Partido y de organizaciones compañeras…fue una tarea colectiva con una logística muy importante que marcó el poder de nuestra agrupación en cuanto a relaciones políticas, organización y disciplina, una tarea muy destacable que se hizo a lo largo de todo el año.
Al proyectar la película veíamos cómo la realidad del año 2024 superaba a los hechos que narraba la película y como el público, los miles de ciudadanos que se interesaron por el film, se daban cuentan de esto y luego lo marcaban en el debate posterior. El film habla de un enclave inglés en nuestra Patagonia/Welmapu y de repente veíamos que el Ejecutivo Nacional instala una base estadounidense en la entrada de la Antártida, en Ushuaia. Ahí se entendió el grado de entrega de sumisión de este gobierno a los poderes anglófilos. Esto se profundizo con la entrega de la empresa estatal que construyó los reactores Caren o como hace todo lo posible para que el río Paraná quede en manos extranjeras o que el litio sea explotado por multinacionales. Puedo asegurar que este año de Milei superó la narración de una película que muestra cómo, desde la década del 90, con un gobierno neoliberal se comenzó a entregar la soberanía nacional y lo difícil que es desarmar el andamiaje jurídico y empresarial que lo sostiene, así como lo complejo que es doblegar al aparato de comunicación que avala esto. Pero acá estamos dispuestos a dar la batalla en todos los ámbitos como los 107 años de historia de nuestro Partido lo marcan.
—Sobre esto de la entrega, una situación paradigmática es el Rigi…
—Río Negro, provincia en la que se lleva adelante la movilización, en estos tiempos es una provincia particular, la cual está muy en sintonía con el gobierno nacional y el Rigi. Al marcar esto recuerdo el tema del puerto de aguas profundas que Nación le quiso dar en desmedro de Bahía Blanca a Río Negro y recuerdo que debido a eso aquella inversión internacional se cayó. La empresa israelí Mekorot, a pesar del repudio popular, se quedó con el manejo del agua de la provincia que tiene importantes cursos de agua dulce, un bien común natural muy importante para la actualidad y para el futuro de la humanidad. Al decir esto destaco los incendios casi rutinarios que se dan en la zona de la Comarca Andina que generan, según se sospecha por la especulación inmobiliaria. El gobierno nacional impulsa el Rigi pero en Río Negro ya se llevaba adelante algo parecido que no trajo un bienestar económico en comparación con las provincias vecinas, lo cual muestra claramente que estos proyectos no generan el efecto de la copa derramada del que tanto hablan las usinas neoliberales, sino todo lo contrario ya que sólo propician que se la sigan llevando unos pocos.
—¿Cómo encaja la defensa de la soberanía sobre Lago Escondido en un escenario social en el que a veces parece ser que la subjetividad está definitivamente colonizada?
—El pueblo argentino, salvo las sectas de derecha, tiene muy a flor de piel la causa Malvinas, eso es algo que marca que nuestro pueblo es profundamente antiimperialista y que quiere vivir en paz, o sea que luchar contra un personero inglés y sus secuaces locales es algo que la mayoría del pueblo ve con buenos ojos, salvo insisto las sectas de derecha.
La situación económica es muy compleja esto lo sabemos todos, ante esto es importante destacar que casi cien ciudadanos se autofinancien el viaje, la comida, los hospedajes, entrenen durante meses, estén contentos de marchar a defender un lago al cual la mayoría de la población de nuestro país no puede ingresar, en un hecho simbólico muy importante que marca un camino que dice que el pueblo se debe organizar para defenderse de este ataque neoliberal anti Estado y anti soberanía nacional.
Una movilización y más estas movilizaciones que visibilizan el accionar inglés, quedan en la memoria del pueblo argentino como hechos heroicos de resistencias. Hoy no vemos la magnitud ya que somos contemporáneos del hecho político, pero con el correr del tiempo veremos la magnitud de este hecho político llevado adelante por ciudadanos de bien, entendiendo que un ciudadano de bien es aquel que quiere su tierra, que valora a su Estado a las empresas de ese Estado construidas a lo largo de años por sus trabajadores y los ciudadanos que pagan sus impuestos y no evaden, como hacen aquellos que son destacados y valorados por las sectas de derecha de nuestro país.
—Cada momento histórico tiene emblemas, hitos, luchas que plantan banderas que multiplican la reacción contra situaciones adversas ¿Puede la reivindicación de Lago Escondido convertirse en algo así?
—Sí. La Novena Marcha al Lago Escondido puede marcar este hito del cual hablás, ya que es un hecho que nace desde la militancia de diversas organizaciones que se autogestionan. Sabemos somos conscientes que son muchas la posibles amenazas, la Patagonia/Welmapu es un territorio en el cual pasan cosas en todo momento que atentan contra la soberanía nacional desde Santiago Maldonado, pasando por Rafita, el ataque y la estigmatización al pueblo mapuche hasta llegar a los incendios que se dan todos los años en un contexto en el que el gobierno nacional dejó sin trabajo a cientos de guardaparques y personal especializado en combatir el fuego, sin mencionar que no invierte en mantenimiento de helicópteros para darle lucha a dichos incendios.
Es la lucha que se puede dar en este momento, no seremos las Brigadas del Café, pero estamos en el lugar en el que debemos estar defendiendo al Estado, defendiendo, reivindicando la Escuela Pública durante el año en mi caso que soy docente, pero también construyendo soberanía y consciencia en los barrios como lo hacen los camaradas del MTL o defendiendo, reclamando por los jubilados como lo hace el Movimiento Jubilados Liberación. Insisto, estaremos en el lugar donde debemos estar poniendo el cuerpo como nos enseñó el Che en este momento tan complejo de la historia.
—¿Con qué expectativas va usted a participar de esta marcha?
—Mi expectativa de volver a participar de la Marcha es una mezcla de sensaciones encontradas. Por un lado miedo, si no lo niego, miedo porque dejo a mi familia por unos días, sabiendo que va a haber peligros y somos conscientes de ellos. Pero insisto, es lo que debemos hacer en estos tiempos donde el mundo está pasando un momento tan álgido. Por otro lado muy feliz de que varios camaradas míos de La Violeta van a participar, siento que el trabajo político de marchar primero sólo, después con Laura, La Rusa Leonardi y ahora con aproximadamente cerca de veinte camaradas me marca que la autodisciplina sirvió, que fue muy importante que La Violeta haya hecho todo para realizar diversas proyecciones de la película, lo que habla de la madurez política de la agrupación y de lo sólida de su conciencia y convicción en defender al país y su pueblo. Siento que estaremos donde hay que estar y que vamos a escribir una nueva página rica en la rica historia del Partido Comunista de la Argentina defendiendo a la Argentina y a su pueblo.
—¿Qué relevancia tiene para el Partido Comunista estar en esta nueva edición?
—La relevancia del Partido Comunista va a ser muy importante, somos muchos que participaremos y serán muchos más en las próximas marchas que vendrán, nos incitará a seguir estudiando los temas de soberanía que son diversos, a formarnos en cuestiones territoriales, ambientales con una visión argentina y de Nuestramérica y de los trabajadores. Esta primera experiencia colectiva con militantes comunistas nos dará para organizar charlas sobre la experiencia en sus múltiples sentidos, para formarnos y defender a nuestro país de los ataques diversos de las sectas de derecha que, seguro, estarán del lado de Lewis, sus patotas y los gauchos agresores. Esta Novena Marcha va a servir mucho y nos dará ése envión anímica para seguir enfrentando a aquellos que entregan nuestro país.