El Partido Comunista de la Ciudad de Buenos Aires cerró ayer su campaña con una actividad que llevó por título “La Batalla Cultural y el programa político para la Liberación”. En ella se propuso un debate con ejes programáticos pensado más allá de la disputa electoral.
En el Comité Regional del Partido Comunista de la Ciudad de Buenos Aires tuvo lugar este jueves la actividad de cierre de campaña de la Lista 314, encabezada por Ariel Elger como candidato a Senador y por Antonella Bianco como candidata a Diputada. El panel estuvo integrado por la propia Bianco, docente y Secretaria de Géneros de la UTE, el filósofo Rocco Carbone, el politólogo y sociólogo Atilio Boron, la antropóloga e investigadora del Conicet Nuria Giniger, el economista Ricardo Aronskind y el periodista Eduardo Anguita.
Elger dio la bienvenida a más de un centenar de militantes y simpatizantes del PC que se acercaron hasta el local de Callao y agradeció especialmente la presencia de Jorge Kreyness, Secretario General del Partido Comunista de la Argentina. A la vez, saludó la gran campaña realizada, que permitió visibilizar al Partido y sus propuestas en las calles, los medios y las redes sociales. A lo largo de ella, los “sábados rojos” en distintas plazas y parques de la ciudad tuvieron una recepción muy positiva y las pintadas, afiches y pasacalles de la lista 314 con la hoz y el martillo se fueron instalando semana a semana como parte del paisaje cotidiano de la ciudad. “Con la campaña, por ejemplo, pudimos ganar mayor presencia en los barrios y las facultades” destacó el Secretario Político del PC porteño y primer candidato a Senador.

Además, valoró el hecho de que en el transcurso de la misma se sumaron nuevos militantes y se fortaleció el Partido, algo que caracterizó no como un fin en sí mismo, sino como “un aporte para la lucha por la liberación”. Finalmente señaló que la campaña electoral no terminaba con este acto político y llamó a seguir desplegando la propaganda en las calles hasta el último minuto antes de que comience la veda.
Rocco Carbone, quien también forma parte de la lista de diputados del PC, abrió el panel con una intervención en la que analizó el capitalismo argentino en el marco de la crisis global y trazó conceptos para enfrentarlo y derrotarlo. “Hay una clase que se organiza sobre el trabajo y que constituye la fuerza social y moral de un país: esa es la única clase nacional, la clase trabajadora”, afirmó. En tanto que “la clase capitalista, la clase de la gran propiedad se organiza alrededor del excedente, del afano y este gobierno de Milei la representa muy bien”, puntualizó Carbone.
Luego de lo cual indicó que el capitalismo hoy tiene fundamentalmente tres expresiones. “Están los capitalistas vinculados con el agro y el comercio, las aristocracias tecno financieras y un narcocapitalismo”, enumeró y resaltó que estas expresiones están claramente manifestadas en nuestro país.
Luego citó a Lenin y al Qué hacer para derrotar a LLA y a la clase que representa. Recordó que “Mieli surgió en la pandemia, en un contexto donde el capitalismo apeló al fascismo para no perecer”. Frente al presente escenario, instó a “construir una nueva gran mayoría emancipadora”, ya que “en momentos de agudización de las crisis, como marca la historia, esas dos clases antagónicas representan los campos de la revolución y de la contrarrevolución”. Tras lo cual, reflexionó: “veremos si nuestra herramienta emancipadora toma la forma de frente, de movimiento o de partido para hacer la revolución, que no es otra cosa que el desplazamiento de la clase explotadora, de la clase que representa Milei”.

Eduardo Anguila inició su intervención poniendo en valor las banderas de Memoria, Verdad y Justicia en la coyuntura actual. “Se ha juzgado a los perpetradores pero no los responsables que fueron el empuje para el golpe del 76”, recordó. En tal sentido, señaló que “Martínez de Hoz, hombre del JP Morgan y de Techint, fue el gran articulador del golpe”. Para dar cuenta del carácter ilegal de la deuda externa que se viene arrastrando en cuatro décadas de democracia restringida señaló que “durante la dictadura, por ejemplo, con Martínez de Hoz como ministro de Economía, Acindar tomó deuda y nunca la pagó”. Advirtió sobre el papel central que los monopolios responsables del golpe tienen hoy en el gobierno y sobre la presencia protagónica del JP Morgan decidiendo nuestro rumbo económico. Asimismo, llamó a no perder de vista el hecho de que “el hijo de Martínez de Hoz es asesor de la vicepresidenta, que espera asumir como presidenta si se va Milei”.
En lo que respecta a lucha por la soberanía marcó el acento en la importancia estratégica que tienen las centrales nucleares y denunció la intención gubernamental de privatizarlas. “Lo del domingo es un episodio muy importante. Ansío que a esta gente le vaya muy mal. Aunque hay una sociedad que es bastante impredecible”, opinó el periodista y ex preso político. Más allá del resultado en los comicios legislativos, aseguró que “el lunes no cambian las tareas para los sectores populares: hay que construir espacios de convergencia de mayorías”. Y tras afirmar que “esta experiencia timbera está llamada al fracaso”, apuntó el foco a los “vínculos emocionales en tiempos de redes sociales”. Sobre lo cual resaltó la importancia de “poner el corazón para dar una idea” pero también “para escuchar una idea”, porque “las alianzas son entre distintos y ya hemos perdido muchas oportunidades por creer que primero se dirige y después se construye”.
A su turno, Nuria Giniger, candidata a Senadora por la Lista 314 del Partido Comunista en CABA, tomó el concepto de “batalla cultural” y señaló, citando a Carlos Marx, que en definitiva, “la teoría se transforma en fuerza material tan pronto como se apodera de las masas”. Por lo tanto, hizo hincapié en la necesidad de fortalecer la lucha política, “lo que nos ubica en la tarea de construir poder” antes que en la de “debatir ideas”, ya que “ese es el punto para ganarle a Milei y transformar de cuajo la realidad”.
En cuanto a la “vocación de crueldad, de destruir comunidad y solidaridad” que pone en práctica el gobierno, contextualizó que la misma se inscribe en el marco de “la decadencia del imperialismo norteamericano, que intenta recuperar el dominio y la tasa de ganancias que le redujo la capacidad de desarrollo de China, apoyada en una revolución”. Por lo que remarcó que “la tarea de las corrientes del fascismo del siglo XXI es esa: recuperar explotación y ganancia”. Ante este hecho, indicó que “en la antítesis nosotros también tenemos tareas” y que “en una sociedad que nos hace profundamente egoístas y que nos vende que podemos resolver la felicidad a través del consumo, la idea de la liberación nacional y social tiene la tarea política urgente de organizar a las mayorías y proponerles soñar con la felicidad colectiva y la emancipación”.

En esa dirección destacó que la campaña desplegada por el PC en la Ciudad de Buenos Aires “nos puso en otro lugar, subjetivamente y prácticamente”, puesto que “nos dio la oportunidad no sólo de decir acá estamos; sino de aportar nuestra mirada sobre el futuro”
Al momento de tomar la palabra, Ricardo Aronskind sostuvo que “la batalla cultural va de la mano de la lucha de clases” y que “como en toda batalla hay dos bandos antagónicos”. Destacó al respecto que en la tradición del Partido Comunista a lo largo de su historia ha habido grandes pensadores y personalidades de la cultura abocados a la lucha ideológica, aunque consideró que “con el impacto actual de la tecnología y su capacidad de transformación brutal en la subjetividad, hoy corremos con mucha desventaja”.
En este punto, opinó que “un teléfono es una organización social metida en la subjetividad de las personas” y que “hay gente que encuentra que su mejor amigo es la inteligencia artificial”; a partir de lo cual, subrayó que “tenemos que estar al día de todo esto para tener capacidad de intervenir”. Para Aronskind todavía “no hay conciencia de la complejidad que estamos enfrentando”. El economista lamentó que en esta disputa “del kirchnerismo ya no se puede esperar mucho”; al tiempo que llamó a “pensar lo cultural, mucho más allá del nivel de la discusión de ideas, desde la izquierda y su voluntad transformadora”. Apoyándose en la premisa con la que se convocó a la actividad para pasar “de administrar los problemas a transformar la realidad”, concluyó que “no podemos caer todo el tiempo en discusiones tácticas y debemos ponernos a pensar estrategias de liberación”.
Por su parte, recogiendo el guante, Atilio Boron se preguntó si “habrá posibilidad de organizar un amplio frente popular y anticapitalista para transformar la realidad, más allá de los resultados del domingo”. El sociólogo y politólogo marxista, tras remarcar lo indispensable de avanzar en esa dirección, denunció que “el imperialismo está arremetiendo con fuerza sobre los países de América Latina y el Caribe” y que si “Trump avanza en objetivos que están en tierra en Venezuela sería una tragedia política y ambiental para todo el continente”. Más aún “en un contexto donde avanza la derecha, como vimos en Bolivia o con las dificultades en Chile, donde Jeannette Jara felicitó a Corina Machado por el Nobel de la Paz y avanza por la avenida del medio más preocupada por las actas de las elecciones en Venezuela que por las enormes diferencias sociales en su país”.
En relación a las condiciones subjetivas que se observan en Argentina alertó que “hay un nuevo sentido común que ha hecho caer en el desprestigio a la acción colectiva” y que tal es así, ejemplificó Boron, que muchos de sus alumnos le dicen “yo voy por la mía, prefiero ser mi propio patrón, para qué voy a jubilarme si los jubilados ganan una miseria y para qué voy a afiliarme a un sindicato si no me defiende”. Frente a esto, aseveró que “la batalla cultural es fundamental” y que la “organización y la concientización son temas centrales”. En este sentido convocó a “fortalecer la prédica anticapitalista consciente remarcando que dentro del capitalismo no hay solución”.
Con este panorama, insistió en lo imperioso que se vuelve conformar “un frente de liberación nacional y social para no terminar de convertirnos en una colonia abyecta de los Estados Unidos con una deuda a cien años sin tener capacidad de pago”. Y aseguró que el punto de partida de la unidad de los sectores populares debe ser el de manifestarse contra el pago de la deuda externa. Por lo que instó a “depositar la demanda por el no pago ante la Corte Internacional de Justicia”, dado que “no existe nunca una buena negociación con el FMI, porque cualquier negociación con el FMI es una negociación a pérdida”, Para reforzar, sumó el argumento de que la “la deuda externa argentina viola normas nacionales e internacionales”. Por lo que la postura a tomar ante esta estafa, afirmó, no admite “una tercera posición”.
La actividad cerró con la intervención de la primera candidata a Diputada nacional de la lista 314, Antonella Bianco, quien señaló que “ninguna de las fuerzas políticas ha planteado en la campaña ninguna propuesta para empezar a transformar esta crisis que vivimos”. Así las cosas, opinó que “mientras el trotskismo plantea sumar más bancas, quienes vienen de gobernar no hacen la autocrítica de que Milei llegó a la presidencia por sus propias limitaciones y concesiones”. A partir de estas consideraciones es que “hemos visto una bajísima participación en los procesos electorales, porque la política institucional no se plantea cambiar el status quo”, afirmó Bianco.
En este escenario, destacó que “nos sumamos al Partido Comunista no por las bancas del Congreso; porque queremos hacer la revolución”. Sobre las posibilidades que facilitó encarar una campaña propia desde el PC, valoró que “hayamos podido discutir con el pueblo trabajador sobre la reforma tributaria, la reducción de la jornada laboral y a partir de los temas que pusimos en debate plantear que estos cuarenta años de democracia no dieron respuesta a los problemas de fondo de la clase”.
La candidata comunista a diputada, una de las pocas mujeres que encabezan listas en estas elecciones, resaltó como tarea principal de la etapa “recuperar la voluntad de tomar las calles”. En esa dirección aseguró que “para dar vuelta la taba, no debemos pensar el frente popular y de liberación como una conjunción de organizaciones sino fundamentalmente con el pueblo como protagonista”.