De cara a las próximas presidenciales, Evo Morales encabezó un acto que tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires. El PC, la Fede y el MTL dijeron presente.
El Partido Comunista, la Fede y el MTL participaron del acto que tuvo lugar ayer en el estadio del Club Deportivo Español, donde se lanzó la fórmula presidencial del MAS, integrada por los ex ministros de Economía y Relaciones Exteriores del gobierno de Evo Morales, Luis Arce y David Choquehuanca.
El acto fue el punto culminante de una verdadera fiesta popular y estuvo encabezado por Arce, Morales y Álvaro García Linera, entre otros.
Al dirigirse a los presentes, Morales recalcó que “vamos a recuperar la democracia y vamos a volver al gobierno con la conciencia y el voto del pueblo boliviano” y, como hizo cada 22 de enero durante los últimos catorce años, Morales dio su informe de gestión presidencial.
La concurrencia fue masiva y entusiasta, tal como es la que se vio hoy ante las puertas del consulado de Bolivia ubicado frente a Plaza Once, que tras las protestas de representantes de la comunidad de ese país en Buenos Aires, volvió a abrir sus puertas para re empadronar.
Además del PC, la FJC y el MTL, estuvieron presentes –entre otros- delegaciones de la CTA, Corriente Clasista y Combativa y Movimiento Evita.
Con este telón de fondo, después de una ceremonia ancestral que incluyó el ritual de ofrenda a la Pachamama, tuvo lugar un minuto de silencio por las víctimas de las masacres de Sacaba y Senkata, tras lo que Morales se dirigió a los presentes.
El ex presidente recordó que fue necesario generar cambios profundos en su país y enumeró algunos. “Refundamos el país a través de la Asamblea Constituyente y redistribuimos la riqueza”, dijo y añadió que “nacionalizamos los hidrocarburos y nuestras empresas estratégicas”.
Asimismo remarcó que “tenemos hoy la tasa de desempleo más baja de Sudamérica, bajamos la pobreza extrema del 38 al quince por ciento y cerca de tres millones de personas se sumaron a la clase media”.
Y fue claro al hacer hincapié en que el golpe de Estado que forzó su renuncia a la Presidencia fue “un golpe al indio y también al litio”.