El Partido Comunista, La Fede y la Corriente Lohana Berkins dijeron presente en la jornada que se llevó a cabo en todo el país, que tuvo su epicentro en Ciudad de Buenos Aires, frente al Congreso Nacional.
“Las calles son nuestras”, fue la consigna del documento de Ni Una Menos, que ayer resonó como un desafío al provocador operativo de efectivos de la Policía Federal que montó el Ministerio de Seguridad, ante el acto que se llevó a cabo en Ciudad de Buenos Aires frente al Congreso de la Nación, donde cobró relevancia la denuncia contra las diferentes formas de violencia que la Presidencia Milei profundizó contra las mujeres y la comunidad Lgbtiq+.
Ahí, entre otras organizaciones, estuvieron presentes el Partido Comunista, La Fede y la Corriente Lohana Berkins, pero también las trabajadoras de la educación agrupadas en La Violeta como Mirtha Barrere, quien es secretaria de Igualdad de Género del Suteba de Esteban Echeverría, que fue clara al señalar que este año el Ni Una Menos “es un grito cada vez más potente y más necesario”, ya que “la situación de las mujeres ha empeorado muchísimo en estos meses que lleva el gobierno de Javier Milei, en los que la violencia doméstica, la vulneración de nuestros derechos, la falta de convención legal por sobre todo, desencadenan en algunos lamentables casos en feminicidios”.
Y, en tal dirección, recordó que “la justicia no dice presente ante esta situación”, al tiempo que “se cierran muchos espacios de trabajo y contención para las víctimas, como el Ministerio de Mujeres y Diversidades de Nación que tenía diversos programas que iban en ese sentido o los Centros de Acceso a la Justicia”, lo que “hace cada vez más difícil o imposible una intervención necesaria y cuando esta no se da, una justicia reparadora”. Por lo que hizo hincapié en que “sólo el movimiento de mujeres podrá frenar la avanzada de la ultraderecha ante todo logrado”.
Pararse de manos
Por su parte, en este contexto la secretaria de Igualdad de Género y Diversidades de Suteba de Tres de Febrero, Lorena Petrucci, reflexionó que la consigna del Ni Una Menos “debe actualizarse siempre, pero sobre todo en esta crisis económica, política y social que golpea a nuestro país, con un gobierno que en sólo seis meses produjo una enorme transferencia de recursos de toda la clase trabajadora hacia el gran capital local y transnacional”.
Al respecto, denunció que la Presidencia Milei, está imponiendo “un programa de saqueo con el que las mujeres y las disidencias somos quienes más sufrimos”, ya que “niega la brecha de género, destruyó grandes conquistas, desarticulando el Inadi, no nos reconoce como trabajadoras a quienes hemos realizado las tareas de cuidado durante toda nuestra vida, tampoco a las compañeras que están al frente de las ollas populares”.
Así, tras recordar que “la brecha de género recrudece”, advirtió que a esto hay que sumar el ataque a los derechos laborales y previsionales que significan el DNU 70/2023 y el Proyecto de Ley Bases 2, que “pretende derogar la moratoria previsional que es una conquista que abría el camino hacia el reconocimiento del trabajo de las mujeres como amas de casa”, al tiempo que “pretende sumar cinco años para acceder a la jubilación”.
Asimismo, recordó que desde que Milei entró a La Rosada, “quedó en letra muerta la Ley de Cupo Laboral Travesti Trans y tanta misoginia arremetió con toda legislación y política de igualdad: ley de los mil días, la Ley IVE, la Ley Micaela y el Programa Acompañar, entre otros”.
Y, por lo que no dudó en calificar que se asiste a “una brutal reacción contra todas las subjetividades emancipadoras y opuestas al sistema capitalista y patriarcal”, un contexto en el que “los feminismos y disidencias nos paramos de manos y decimos que con hambre, violencia, racismo y odio no hay Ni Una Menos”.