“Importar a tasa cero significa destruir la producción nacional, también al sector Pyme que tanto significa y tanto aporta a nuestra Patria”, advirtió el secretario general de la Asijemin, Marcelo Mena Muñoz.
Mientras que en medio de versiones cruzadas el destino inmediato del Proyecto de Ley Bases 2 continúa siendo incierto, uno de sus componentes más letales, el Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (Rigi) cosecha cada vez más cuestionamientos y, en esta oportunidad, quien los hizo fue la Asociación Sindical del Personal Jerárquico, Profesional y Técnico de la Actividad Minera Argentina (Asijemin), que alertó acerca del “impacto desigual” que este régimen puede provocar en el industria minera.
Al respecto hizo pública su inquietud por el impacto profundamente negativo, que puede tener este régimen que se analiza en comisiones del Senado, para las pequeñas y medianas empresas y proveedores locales de la industria minera en el país, ya que “ayudaría de manera desproporcionada a las grandes empresas extranjeras en términos tributarios, aduaneros y cambiarios”, algo que “sería un impacto negativo en el crecimiento y desarrollo de las Pymes y proveedores locales”.
Tras lo que puntualizó que la falta de regulación en términos de porcentaje de insumos y mano de obra nacional, “podría debilitar considerablemente la capacidad de las Pymes y proveedores locales para competir en igualdad de condiciones en el mercado minero”, por lo que destacó que es preciso que se establezca un marco regulatorio que sea equitativo, al tiempo que proteja los intereses de los actores locales y promueva un desarrollo sostenible en la industria minera.
Y, por eso, Asijemin insistió con que lo que se requiere es una legislación de inversión nacional que garantice que las empresas locales “reciban una parte justa de los contratos y oportunidades de negocio en la industria minera, fortaleciendo así el tejido empresarial interno y generando empleo local”, ya que la inversión nacional “beneficia a las empresas locales e impulsa el desarrollo económico en las comunidades donde se llevan a cabo las operaciones mineras”, en tanto que al priorizar a los proveedores locales, “se promueve la creación de cadenas de suministro regionales sólidas y se generan ingresos que contribuyen al crecimiento de las comunidades circundantes”.
En este sentido, el secretario general de la Asijemin, Marcelo Mena Muñoz, remarcó que “los trabajadores no apoyamos la Ley de Bases” por lo que “no vamos a tolerar la destrucción de nuestras fuentes de trabajo y no vamos a entregar nuestros recursos a tasa cero, destruyendo todas las Pymes” porque, insistió, “eso es lo que significa el Rigi, destruir las Pymes, destruir los proveedores”.
Y, asimismo, el integrante de la Corriente Nacional Agustín Tosco, fue claro cuando resaltó que “importar a tasa cero significa destruir la producción nacional, también al sector Pyme que tanto significa y tanto aporta a nuestros gobiernos, a nuestro país, a nuestra Patria, en nuestra historia”.