Paran los docentes y siguen las tomas por parte de los alumnos. “Algo pasa, es a nivel colectivo y es una experiencia de lucha, una experiencia más de una lucha larga… un aprendizaje con el horizonte en 2025”, recalcó Mariana Rodríguez quien integra la CoNaT y es docente de la Facultad de Psicología de la UNC.
Parece fútbol pero no lo es. Lejos de eso, esta frase puede ayudar a describir de alguna manera en qué está ahora mismo el conflicto abierto por la Presidencia Milei contra el sistema público, universal y gratuito de educación y particularmente contra las universidades, que tuvo un paso determinante con el veto a la Ley de Financiamiento y más aún con el Proyecto de Presupuesto 2025 (Ver Fuga de cerebros).
Lo del presidente y su esquema de gobierno es cada vez más claro: apuesta a escalar verbalmente azuzando a su propia tropa, quizás con la intención de provocar un hecho de falsa bandera que “justifique” una vuelta de rosca represiva de esas de las que es difícil retroceder. Y, mientras tanto, gana tiempo porque sabe que en dos meses llegan las vacaciones con lo que muchos alumnos vuelven a sus localidades de origen y, entonces, se va a tornar más difícil sostener la intensidad que durante las últimas semanas fue ganando la lucha.
Por eso que al tiempo que juega “al siga, siga” que inmortalizó Francisco Lamolina, no se priva de nada y después de lo que sus seguidores provocaron el lunes en la Universidad Nacional de Quilmes (UnQui) (Ver Los Freikorps de Milei al ataque), inmediatamente salió a redoblar la apuesta pidiendo la intervención policial contra los estudiantes que de manera pacífica toman alrededor de un centenar de facultades en todo el país.
Pero asimismo y a modo de apriete, le dio luz verde al procurador del Tesoro de la Nación, Rodolfo Barra, para que autorice a la Sindicatura General de la Nación la realización de auditorías sobre las universidades nacionales, algo que desde 2022 estaba en manos de la Auditoria General de la Nación que es un órgano de control que, a diferencia de la Sindicatura, no depende del Ejecutivo.
¿Con todo este telón de fondo, la pregunta es si acaso Milei querrá una remake de La Noche de los Bastones Largos o si, simplemente, está enviando un mensaje para que sus Freikorps sepan que cualquier barbaridad que hagan va a estar blindada por los uniformados y justificada por algún rocambolesco informe de la Sindicatura?
Ayer el rector de la UnQui, Alfredo Alfonso, anunció que esa universidad va a denunciar penalmente al menos a quien fue identificado como uno de los individuos que irrumpió en la asamblea de estudiantes para atacarlos arrojando gas pimienta y recalcó que la patota estuvo integrada por sujetos vinculados con Estefanía Albasetti, quien es concejal por La Libertad Avanza en Quilmes. Ahora es el Poder Judicial quien tiene la palabra y sería toda una señal positiva que, al menos en este caso, olvide su identidad de clase y dispare una bala (¡al menos una!) para el lado de la Justicia.
Mariana Rodríguez fue delegada de Adiuc, integra la CoNaT y es docente de la Facultad de Psicología, una de las unidades académicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) que en estos momentos permanece tomada por sus alumnos (ver foto). “Hay una escalada que tiene que ver con los procesos de lucha, pero acá en Córdoba no se viene viendo la presencia de bandas como la que atacó a los estudiantes de la UnQui”, sostuvo y reflexionó que la masividad que se sostiene en las marchas y asambleas de la UNC “hace más difícil que se desate una represión o se generen hechos de violencia, pero claro está que no se puede aseverar que algo así no vaya a pasar”, por lo que “quienes desde otra experiencia de militancia acompañamos a los estudiantes, tratamos de generar mayor seguridad y que no estén solos, pero por ahora se vienen organizando bien”.
Con este telón de fondo, la pregunta es entonces cómo puede seguir la cosa después del paro que para mañana jueves fue convocado por el Frente Sindical Universitario ¿Hacia dónde puede orientarse la lucha de la comunidad universitaria que sabe que el “siga, siga” juega a favor de los malos de esta película? “Me parece que todavía no hay un horizonte claro, que todo se está jugando ahora en el día a día, en las articulaciones, en los diálogos que se están generando con las organizaciones”, puntualizó Mariana Rodríguez y recalcó que se trata de “una sintonía muy fina la que hay que manejar, porque no estamos en un momento común, no sólo en lo social y lo político, sino también en lo académico porque está peligrando la regularidad de los chicos que están en época de parciales y, entonces, una política de paro muy de plazo largo de nuestra parte les puede costar la regularidad”.
Por eso es que destaca que una de las tareas del momento es generar consciencia y subraya que “nos queda un mes para ser actores políticos, porque después comienzan las vacaciones y aunque no tengo recetas sobre lo que hay que hacer, creo que lo vamos haciendo todos los días, generando consciencia para construir otro escenario y salir a luchar el año que viene… la cosa es día a día… articulando con los estudiantes, sin dividir y construyendo”.
Y es desde esa premisa, es que Mariana no duda cuando señala que “siempre despierta optimismo el hecho de que se esté atravesando una lucha y una construcción de mayor consciencia del estudiantado que lo ayude a salir del letargo”, ya que “esto indica que algo pasa, que es a nivel colectivo y que esto es una experiencia de lucha, una experiencia más de una lucha larga… un aprendizaje de una lucha con el horizonte en 2025”.