“Debemos trabajar en unidad y proponer un plan de lucha, estar activos y construyendo, porque éste va a ser un proceso a largo plazo”, recalcó el secretario Político del Movimiento Universitario de Izquierda (MUI) en la Universidad Nacional de San Juan, Claudio Luna.
“Como MUI, hoy por hoy, nuestra lucha es por convocar, interpelar y movilizar a todos los estudiantes que aunque tal vez no tengan mucho interés por la política, son conscientes de las consecuencias terribles que va a traer este desfinanciamiento de la universidad, cuyos efectos ya comienzan a verse y se van a ver con más crueldad durante el año que viene”, puntualizó Claudio Luna, quien es secretario Político del MUI en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) donde estudia sociología, licenciatura de la que ya está transitando la etapa de tesis.
Precisamente esta universidad es una de las que ya comienzan a sufrir en carne propia las consecuencias del ajuste que Javier Milei consumó con el veto a la Ley de Financiamiento. Es que, esta semana, el gobierno nacional ratificó que rescindió once proyectos de mejoras en edificios de universidades ubicadas en diferentes puntos del país, entre las que aparece la UNSJ donde el tijeretazo es de alrededor de 2.200 millones de pesos, y alcanza a los proyectos de acabar con las obras del edificio de la Escuela de Música y empezar la ampliación de las facultades de Ciencias Exactas y Arquitectura.
“Este año la universidad tenía pensado inaugurar la carrera de Psicología pero eso no se pudo dar”, lamentó en este sentido el responsable del MUI y añadió que también el ajuste se percibe en cosas cotidianas como cortes en el suministro de agua y energía eléctrica, al tiempo que “se empezó a racionalizar el presupuesto, lo que llevó a que se redujera la cantidad de becas destinadas a que estudiantes puedan acceder, por ejemplo, a cosas como fotocopias que son tan necesarias para la cursada”. Y, asimismo, el impacto se hace sentir en lo inherente a las becas de investigación, ya que “la desfinanciación se viene dando también a nivel de egresados, porque en los posgrados se da un recorte importante de becas de investigación, lo que hace que se frene un poco la actividad científica en la universidad”.
Con este telón de fondo, ni bien se conoció el aval que Diputados brindó al veto presidencial a la Ley de Financiamiento, se sucedieron tomas decididas en asambleas en las que también se acordó avanzar en clases públicas “para ir generando una concientización hacia los estudiantes, docentes y todos los estamentos que componen la vida universitaria, en un escenario que está un poco desmovilizado” sostuvo Luna y añadió que “estamos en una etapa de interpelación del estudiante, tratando de hacer clases públicas y pasar por los cursos, aula por aula, para poder hablar con nuestros compañeros sobre lo que está pasando y lo que el gobierno pretende hacer con las universidades”.
Al respecto, el referente del MUI sanjuanino no dudó a la hora de aseverar que la situación que se presenta en la UNSJ, responde a “que venimos de muchos años de desmovilización estudiantil a lo que se añadió la pandemia que ha generado cierta quietud” y tras recalcar que “la respuesta debería ser algo más activa por parte de los estudiantes”, hizo hincapié en que “la idea es favorecer condiciones para generarla”.
En este punto, un dato importante para tener en cuenta cuando se analiza la situación es la deserción estudiantil que se produce por razones económicas. Y para explicarla uno de los temas claves es el precio que en San Juan tiene el boleto del transporte público de pasajeros. “Acá no existe el boleto estudiantil gratuito y esto es algo que como MUI, junto a otras organizaciones y Federación Universitaria venimos reclamando al gobernador Claudio Orrego”, remarcó Luna.
Así las cosas, al calor de esta lucha y tal como ocurre en otras universidades, el MUI comienza a reorganizarse en la UNSJ. “Somos un movimiento de estudiantes egresados, una célula en construcción”, explicó Luna y sostuvo que “varios camaradas egresaron y fueron tomando otras responsabilidades, pero cuando estalló el conflicto universitario a principios de año, decidimos retomar la tarea universitaria porque el contexto lo ameritaba, había que involucrarse y en ese proceso estamos ahora mismo, participando egresados y estudiantes con un criterio interestamental”, ya que “nuestra propuesta es que se articulen las luchas, que no queden aisladas, para que se pueda trabajar en unidad entre todos los estamentos y así el reclamo resulte mucho más efectivo en la calle”.
Por eso “nuestro objetivo es convocar, cada vez más, a los estudiantes y que sean cada vez más conscientes de lo que está pasando y, sobre todo, movilizar en las calles con ollas populares, clases públicas y con tomas si es necesario” esto es “estar en un estado de dinámica de lucha para que se alce más alto la voz que protesta contra el desfinanciamiento universitario”. Y, en tal sentido, insistió en que “debemos trabajar en unidad y proponer un plan de lucha, estar activos y construyendo, porque éste va a ser un proceso a largo plazo”.