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Jue, Abr
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Política
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En más de treinta ciudades se marchó para exigir que renuncien o sean  removidos de sus cargos los actuales integrantes de la Corte Suprema, para exigir la democratización del Poder Judicial y el fin del lawfare. “La Justicia defiende ni más ni menos al grupo de poder concentrado de Argentina para entregar nuestras riquezas y mantener la desigualdad y la desocupación en el país”, denunció Ariel Elguer.

“Se realizó una movilización histórica con el epicentro en Tribunales con un gran arco de organizaciones sociales, sindicatos, partidos políticos, organizaciones de Derechos Humanos y del pueblo en general para exigir la democratización de la Justicia y la renuncia de la Corte”, dijo el secretario Político del Partido Comunista de la Ciudad de Buenos Aires, Ariel Elguer, al referirse a la multitudinaria movilización que se llevó a cabo ayer por la tarde frente al Palacio de Tribunales y en más de treinta ciudades para exigir que renuncien o sean  removidos de sus cargos los actuales integrantes de la Corte Suprema, para exigir la democratización del Poder Judicial y el fin del lawfare, entre otras cosas.

“La Justicia defiende ni más ni menos al grupo de poder concentrado de Argentina para entregar nuestras riquezas y mantener la desigualdad y la desocupación en el país. Esta movilización debe ser el comienzo de discutir la necesidad de un cambio y la necesidad de una nueva constitución”, dijo Elguer al respecto.

Y fue claro cuando hizo hincapié en que “también en la marcha desde el Partido hemos denunciado el acuerdo con el FMI en el cual la Corte Suprema ha sido beneficiada por el macrismo, ya que dos de sus miembros fueron propuestos por Macri que desarrolló el endeudamiento fraudulento con el Fondo”.

Así las cosas, ayer diferentes organizaciones políticas, del ámbito judicial, gremiales, sindicales y sociales se dieron cita en muchas ciudades del país para manifestar. El epicentro fue la sede de la Corte donde uno de los oradores fue el juez Juan María Ramos Padilla, quien a la hora de criticar el aparato que hegemoniza el Poder Judicial con cabeza en la Corte Suprema, denunció a “los delincuentes con toga” y añadió que “no quieren que entren los morochos al Poder Judicial”.

En este sentido, Ramos Padilla, se refirió a los “jueces de la mafia” en alusión a los camaristas Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, tras lo que fue claro al denunciar que “algunos les dicen supremos. Yo les digo atorrantes. Son delincuentes”.

En este contexto, las actrices Cristina Banegas y Luisa Kuliok, fueron las encargadas de dar lectura al documento que consensuaron las organizaciones convocantes en el que se señala que “salimos a la calle para exigir que esta Corte se vaya. Para exigir la democratización de la Justicia y el fin del Lawfare, las causas armadas. Con esta Corte no hay Justicia ni democracia plena”.

Y se hace hincapié en que la actual Corte debe irse “porque le ha garantizado la impunidad a los genocidas, porque persigue a los trabajadores y trabajadoras. Se tiene que ir porque conoció y permitió la sistemática persecución de los servicios de inteligencia y el Gobierno macrista”.

El texto aclara que “se moviliza para construir un Poder Judicial para la gente y no de espaldas a ella. Para decirle basta a esta historia de atropellos y prácticas violatorias del Estado de Derecho y de la Democracia, ejercidas o legitimadas con su silencio por la Corte”.

Asimismo, resalta que “cuando decimos que esta Corte no puede seguir, que se tiene que ir, lo decimos interpretando el hastío generalizado que se expresa en todo el país y la certeza de que no hay ninguna posibilidad de lograr la democratización del Poder Judicial con esta Corte en funciones, cuyos numerosos pedidos de juicio político con los que ya deberían haber sido removidos, duermen en el Congreso de la Nación”.

Y que esta Corte “se tiene que ir porque con su reciente fallo de ampliación del Consejo de la Magistratura, viola el principio republicano de división de poderes, se sitúa por encima del Ejecutivo y Legislativo, con el único fin de presidir también un órgano Constitucional de control, manejar el presupuesto de la Corte y del Consejo y garantizar la impunidad de funcionarios del Poder Judicial denunciados y a la vez facilitar el nombramiento de funcionarios afines a su proyecto”.

Por otra parte advierte que “queremos una Corte capaz de refundar el Poder Judicial, de sacarlo de los sótanos, democratizándolo, transparentándolo, incorporando la perspectiva de derechos humanos, de género y no discriminación. Queremos una Corte subordinada al control soberano del pueblo”.

Y también que “esta jornada del 1F no se agote mañana”, por lo que ese documento insta a permanecer en  “estado de alerta y movilización permanente” que permita sostener en la calle este reclamo por “un Poder Judicial democrático, plural, amplio, accesible, con paridad de Género y diverso”.