Esta fue una de las principales consignas con las que la comunidad educativa de Rosario vivió una jornada de movilización. “La educación es y debe seguir siendo un derecho social”, recalcó el responsable de la Conat de esta ciudad, Víctor Hugo Castañeda.
“Lo que estuvo presente, sobre todo en esa movilización, es que evidentemente siguen quedando en Argentina algunas cosas con las que no se puede jugar y, entre ellas, está la educación pública que desde el proceso de la Reforma para acá se viene sosteniendo y resistiendo todos los embates privatizadores neoliberales y reaccionarios que se presentan cada tanto”. Así lo definió el responsable de la Conat de Rosario, Víctor Hugo Castañeda, al referirse a la reciente jornada que tuvo lugar en esa ciudad en rechazo a las propuestas que hace La Libertad Avanza respecto al sistema educativo.
La cita fue en el Parque Nacional a la Bandera y bajo las consignas “Ni voucher ni arancel” y “Por una educación pública y transformadora”. Ahí una verdadera multitud integrada por docentes y estudiantes, universitarios y secundarios, así como por un amplio espectro de sindicatos y organizaciones políticas y sociales que hicieron oír su voces para repudiar los planes que Javier Milei y la fuerza que conduce prometen que van a llevar a cabo si ganan las Presidenciales.
“La movilización fundamentalmente tuvo en su espíritu la necesidad de ponerle un freno, de plantear límites a esta idea de la mercantilización de la educación que se sintetiza en lo de los voucher”, señaló Castañeda pero también aclaró que durante la jornada se volvió a insistir en que “la educación es y debe seguir siendo un derecho social”. Y, en este sentido, lamentó que “tengamos que estar dando una discusión que como sociedad creíamos que estaba saldada hace mucho tiempo”, algo que “debe ser un llamado de atención”.
Así las cosas, el integrante de la Conat recordó que “el movimiento popular ha tenido una experiencia significativa en este sentido y sabe que los procesos de conquistas sólo se dan a partir de la lucha”, por lo que celebró la masividad que tuvo la jornada en la que “se volvió a demostrar que es errónea la idea de que la juventud está en cualquier cosa, porque se hace mucha referencia a que los jóvenes son la base de apoyo de los proyectos más retardatarios y conservadores como el de Milei, pero esto no es así ya que hay una juventud movilizada que lucha por lo que cree que es justo”.
En tal dirección, reflexionó que “es una muy buena señal que la juventud y el movimiento estudiantil se movilicen y marquen un límite, sobre todo cuando aparece un sector de la sociedad minoritario que sigue insistiendo en cosas como la Teoría de los dos Demonios a cuarenta año de la recuperación de la democracia”.
Y añadió que “debemos reflexionar sobre esto”, ya que “sería un error pensar que convivencia y el acuerdo democrático es un proceso cristalizado, porque está claro que hay sectores que abiertamente son antidemocráticos, a los que hay que combatir decididamente y eso es un poco la postal que dejó la jornada movilización”.
Porque, recalcó, “tenemos una crisis, pero también una posibilidad a partir de un enorme espacio para seguir profundizando nuestra disputa de subjetividad”, ya que “evidentemente este sistema como está no le viene resolviendo la vida a nadie, lo que impone la necesidad de continuar trabajando, militando y poniendo lo mejor que tenemos para revertir esta situación”.