Por Memoria, Verdad y Justicia, pero también contra el negacionesmo y la reivindicación de los genocidas, una multitud volvió a darse cita en la iglesia de la Santa Cruz. La Liga Argentina por los Derechos Humanos dijo presente.
Un fuerte repudio al negacionismo y la reivindicación del genocidio que hace la Presidencia Milei, atravesó el acto que como cada 8 de diciembre se llevó a cabo el pasado domingo en la iglesia de la Santa Cruz, en Ciudad de Buenos Aires, para honrar la memoria de las Madres de Plaza de Mayo, los familiares de desaparecidos y las religiosas que fueron secuestradas por la dictadura entre el 8 y 10 de diciembre de 1977.
Por tal motivo se dieron cita representantes de diferentes organismos, entre ellos la Liga Argentina por los Derechos Humanos, quienes coincidieron en alertar sobre nuevo el intento que esta misma semana va a llevar adelante un grupo de genocidas que, amparado por la Cámara de Casación Penal, busca victimizarse y obtener prisión domiciliaria (Ver El cinismo de los genocidas).
Uno de ellos es Alfredo Astiz, quien hace 47 años se infiltró entre los familiares de las víctimas de la represión que asistían a esa iglesia para intercambiar información que pudiera servir para buscar a quienes habían sido secuestrados. Por eso es que durante la jornada del domingo se denunció la existencia de un plan, que está destinado a buscar la morigeración de las penas que cumplen los represores que fueron encontrados penalmente responsables de haber perpetrado crímenes de lesa humanidad.
En este sentido los asistentes al acto hicieron hincapié en que tales fines “están rindiendo sus frutos” en un año en el que desde el esquema que llevó y sostiene al gobierno encabezado por Javier Milei y Victoria Villarruel, no se ocultó la voluntad de avanzar en tal dirección, algo que quedó en evidencia cuando al promediar el año se hizo público que diputados de la bancada de La Libertad Avanza visitaban a los represores que están detenidos en la cárcel de Ezeiza, así como por medio de distintos actos en los que se expuso sin pudor el negacionismo acompañado por un evidente intento por lavar la cara a los genocidas como paso simultáneo con la reivindicación de sus actos.
Por eso es que Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, no dudaron cuando advirtieron que la situación ya pasa de castaño oscuro. “Milei no es un loco con motosierra que pregona en el desierto”, recalca la declaración que se dio a conocer en el acto y sostiene que gobierna el país “con y para las corporaciones internacionales en este nuevo proceso histórico de división internacional del trabajo y acumulación de la riqueza”, por lo que no es un topo que vino a destruir el Estado, es un fascista que vino a apoderarse del aparato estatal con todas sus herramientas para lograr esos objetivos”. Y es contundente cuando hace hincapié en que “está avanzando a paso firme y acelerado”.
Pero la buena noticia es que el acto que incluyó la actuación de León Gieco y una misa, se hizo con el recinto de la parroquia lleno y personas que más tarde ocuparon buena parte de la calle para volver a hacer hincapié en que continúan vigentes las banderas de Memoria, Verdad y Justicia.