El hallazgo de otro centro clandestino de detención que funcionó durante 1976, que fue identificado por el juez Daniel Rafecas, una vez más queda claro que la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia sigue vigente.
La identificación de este sitio que había sido mencionado por sobrevivientes, fue llevada a cabo en el marco de la causa del Primer Cuerpo de Ejército, donde Rafecas investiga el terrorismo de Estado durante la última dictadura.
La instalación está ubicada en la calle Bacacay de la Ciudad de Buenos Aires, en la misma manzana que el edificio donde funcionara otro centro clandestino de detención: Automotores Orletti.
Este lugar habría sido utilizado por la ex Secretaría de Inteligencia del Estado y la banda de Aníbal Gordon, y su ubicación pudo establecerse por medio de información de documentos desclasificados por EE.UU.
Se trata de documentación desclasificada que Washington suministró al Estado argentino el 12 de abril, como parte de un acuerdo hecho durante los últimos meses del gobierno de Barack Obama.
Con alrededor de 7.500 registros, es una de las transferencias más importantes de documentos desclasificados entre gobiernos, hecha por EE.UU.
Así las cosas, vale preguntarse cuánto más sabe el gobierno estadounidense sobre la dictadura y, más aún, si estará dispuesto alguna vez a aportar datos que permitan esclarecer el destino final de personas que aún permanecen desaparecidas.
Pero también, cuándo dejará de retacear información que contribuya a devolver la identidad a las más de trescientas personas nacidas en cautiverio que todavía viven sin tener la posibilidad de saber quiénes son.
Plan Cóndor
Para identificar este lugar, fueron fundamentales las declaraciones de dos víctimas que hicieron referencia a la existencia de una base ubicada en la calle Bacacay, que habría funcionado con anterioridad o simultáneamente al centro de detención Automotores Orletti.
Los datos que, según explicó Rafecas, en principio fueron “insuficientes para identificar el inmueble”, se complementaron con documentos desclasificados por el gobierno estadounidense.
Ahí actuaba la banda de la Side liderada por Gordon, que además integraban los represores condenados Eduardo Ruffo, César Alejandro Enciso, Miguel Ángel Furci y Honorio Carlos Martínez Ruiz.
“Según apuntan los elementos que figuran en la causa, habría funcionado al menos a comienzo de1976”, señala la Liga Argentina por los Derechos Humanos (Ladh) y sostuvo que “las víctimas eran introducidas encapuchadas, alojadas en habitaciones precarias y en el sótano, y torturadas con picana en una habitación acondicionada”.
Asimismo, la Ladh advierte que no puede descartase que este sitio, también haya sido utilizado para las operaciones del Plan Cóndor, “por su vinculación con Automotores Orletti” y porque “el relato de una de las víctimas da cuenta de que allí se alojaban detenidos uruguayos”.
Al respecto, el secretario nacional de la Ladh, José Schulman, hizo hincapié en que “se confirma la articulación de las agencias de inteligencia argentina con los planes continentales del Plan Cóndor”.
Tras lo que valoró positivamente que, “a pesar de tantos años, la persistencia de los sobrevivientes y la memoria logran recuperar este lugar, que seguramente transformaremos en un espacio de memoria como la Esma, Orletti y los otros 550 centros clandestinos de detención y exterminio”.
Y, después de celebrar identificación del sitio, sostuvo que “contribuiremos a la recuperación del lugar para la memoria”.