La nave Chang’e-6 enarboló por primera vez una Bandera en la cara oculta de la luna. Fue durante una misión en la que va a recolectar muestras de roca y polvo que traerá a la tierra.
“¡Misión cumplida!”, escribió en la red social X el vocero del Ministerio de Exteriores de la República Popular China (RPCh), Hua Chunying, tras lo que calificó como “¡una hazaña sin precedentes en la historia humana de la exploración lunar!”. Lo hizo al referirse al resultado de la misión llevada a cabo por la nave Chang’e-6, cuyo módulo recorrió parte de la cara oculta de la Luna, de donde tomó muestras de roca y polvo antes de despegar de regreso a la Tierra, el martes pasado. Pero antes de partir, desplegó en suelo selenita la Bandera China.
De este modo, se enarboló por primera vez una enseña patria en la cara oculta de la Luna. Y fue la Bandera roja y dorada, cuyas estrellas más pequeñas simbolizan al proletariado, al campesinado, a la pequeña burguesía y a la gran burguesía patriótica, en tanto que la de mayor tamaño simboliza al Partido Comunista Chino.
La misión Chang’e-6 que partió el mes pasado desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, ubicado en Haunan, y su módulo de alunizaje se posó el domingo sobre la cara oculta del satélite terrestre, representa un nuevo éxito de la RPCh y su programa espacial que aspira a llevar un taikonauta a la Luna antes de que termine esta década.
La Bandera que de acuerdo a lo informado por la Administración Espacial Nacional China está fabricada con materiales especiales, salió de un brazo retráctil desde un lateral del módulo de alunizaje en una maniobra que culminó con éxito para permitir que ondee en la cara oculta de la Luna, lo que representa un verdadero símbolo del cambio del signo de los tiempos y habla elocuentemente de la solidez del desarrollo económico, social, científico y tecnológico de esta formación estatal que está dirigida políticamente por el Partido Comunista.
Se prevé que la misión Chang’e-6 vuelva de regreso a la Tierra alrededor del 25 de junio, para aterrizar en los desiertos de la región de Mongolia Interior de China, portando en sus bodegas el preciado cargamento compuesto por muestras de rocas que por pertenecer a la cara oculta del satélite, hasta ahora son todo un misterio para la comunidad científica.
Cabe citar que la serie de naves espaciales lunares Chang’e, viene llevando a cabo misiones cada vez más ambiciosas, con la finalidad de establecer una base tripulada en la Luna durante la década de 2030. Chang’e 6 es la segunda misión de retorno de muestras de la RPCh, después de que Chang’e 5 entregara con éxito un kilogramo de material que esa vez fue tomada de la cara cercana la Tierra, durante 2020.