“El tiempo en el que el pueblo chino podía ser pisoteado, en el que sufría y era oprimido, ha terminado para siempre”, dijo su secretario general, Xi Jinping, al presidir el acto que tuvo lugar en la plaza de Tiananmén.
Con una imponente ceremonia que incluyó un desfile popular y militar, que fue presidida por el presidente Xi Jinping, se celebró ayer en la plaza de Tiananmén de Beijín, el centésimo aniversario de la fundación del Partido Comunista Chino (PCCh).
Por tal motivo ahí se dieron cita miles de personas, entre ellas militares del Partido y la Juventud, miembros de organizaciones sociales y dirigentes del PCCh que asistieron al mensaje que brindó el secretario general del Partido, Xi Jinping, desde un palco levantado en el mismo lugar donde Mao Zedong proclamó la República Popular en 1949.
Xi Jinping destacó que su país logró construir una sociedad modernamente próspera en todos los aspectos y recordó que aumentó el PIB en 2,5 veces entre 2010 y 2020.
Y recalcó que este camino debe conducir a una vida pacífica y feliz. “Estamos más cerca, más confiados y más capaces que nunca de hacer realidad el objetivo del rejuvenecimiento nacional, pero debemos estar preparados para trabajar más duro que nunca para llegar allí”, añadió.
Por otra parte fue claro cuando resaltó que su país no busca una confrontación internacional, pero está decidido a defender su soberanía. “El pueblo chino no permitirá en absoluto que ninguna fuerza extranjera nos intimide, oprima o esclavice, y cualquiera que lo intente se enfrentará a cabezas rotas y derramamientos de sangre frente a la Gran Muralla de hierro de los 1.400 millones de chinos” y recordó que “nunca hemos intimidado, oprimido o subyugado a la gente de ningún otro país, y nunca lo haremos”.
Al respecto caracterizó al Ejército Popular de Liberación como “un pilar fuerte para defender el mundo rojo y mantener la dignidad nacional”, así como “una fuerza poderosa para salvaguardar la paz regional y mundial”.
La ceremonia comenzó con un espectáculo aéreo en el que helicópteros sobrevolaron la plaza formando en el cielo la cifra 100, seguidos por un ala de cazas que dibujaron en el cielo haces rojos, amarillos y azules, tras lo que una batería de cañones realizó cien disparos de salva.
Después fue izada la bandera de la RPCh, al tiempo que la multitud acompañaba entonando el himno nacional del país.
“El tiempo en el que el pueblo chino podía ser pisoteado, en el que sufría y era oprimido, ha terminado para siempre”, dijo Xi Jinping y recalcó que la RPCh ha entrado en un proceso histórico irreversible” como potencia internacional.
Tras lo que declaró que “el Partido Comunista y el pueblo chino declaran solemnemente al mundo lo siguiente: el pueblo chino se ha levantado” y destacó que el espíritu fundacional desarrollado por los pioneros del comunismo en su país, consiste en los principios “ defender la verdad y los ideales, mantenerse fiel a las aspiraciones originales y a la misión fundacional, luchar heroicamente sin miedo al sacrificio, y permanecer leal al Partido y fiel al pueblo”.