Hoy el Partido Comunista y La Fede marchan por los 30 mil desaparecidos, en reclamo de Memoria, Verdad y Justicia. Pero también por las luchas del presente y las tareas pendientes, cuya demora agravan los peligros que implican la contraofensiva actual de la derecha.
Al cierre de esta edición y a 40 años del fin de la última dictadura militar, miles de personas comienzan a concentrarse en distintos puntos del centro porteño para marchar como cada 24 de marzo hacia la Plaza de Mayo en reclamo de Memoria, Verdad y Justicia. Entre banderas celestes y blancas, en las calles de Buenos Aires se agrupan también varios centenares de banderas rojas del Partido Comunista y la FJC. Con la consigna “¡Fuera la Corte Suprema, fuera el FMI!” y con pancartas en alto que recuerdan los nombres de cada uno de los desaparecidos, la militancia comunista se reúne en las calles de todo el país con el propósito de recuperar el contenido revolucionario, socialista y antiimperialista de los desaparecidos, como insumo para fortalecer en la actualidad las luchas contra la derecha y la reacción.
En un comunicado difundido en las últimas horas, el Partido Comunista dejó en claro por qué se movilizará durante la jornada de hoy en todo el país. Contribuyendo a llenar las calles de pueblo, el PC saldrá a las calles “llevando en alto los nombres, los rostros y las banderas rojas, con las que nuestros camaradas, junto a muchos otros militantes, ofrendaron sus vidas por un futuro socialista para nuestra patria, batalla que es cada vez más necesaria frente a un capitalismo voraz y decadente que solo puede ofrecer, como siempre lo ha hecho, hambre, desocupación, saqueos y guerras de agresión”.
Por ello, coherente con su política antiimperialista y anti entreguista, el PC va a marchar “contra el acuerdo fraudulento, antinacional y antipopular con el FMI” y exigirá “una profunda investigación sobre ese empréstito contraído por el macrismo, y la fuga delincuencial de esos capitales”.
En una coyuntura mundial y local de crisis económica, las prioridades deben estar bien determinadas, porque “la deuda es con los trabajadores y el pueblo”. La deuda con el pueblo no solo se empieza a pagar rechazando al FMI, sino también recuperando la soberanía nacional, territorial, económica y financiera en “las Malvinas, el Paraná, el litio, Vaca Muerta y Lago Escondido”.
Para concretar estos avances es necesario recuperar la iniciativa política y confrontar de modo directo y sin tibieza contra los principales pilares de la derecha en el país. Por eso el PC y La Fede marcharán “por el juicio político a la Corte Suprema, contra el lafware, contra la proscripción de Cristina Fernández y la persecución a dirigentes políticos”, especialmente, “por la libertad de Milagro Sala y todos los presos políticos”.
Bajo las circunstancias del momento y sin perder de vista la perspectiva histórica de las luchas del pasado y con una clara proyección de futuro anclada en la necesidad de generar transformaciones revolucionarias en el país, los comunistas se movilizarán “convencidos de la necesidad del reagrupamiento político de las fuerzas populares y de izquierda, en la lucha por garantizar los derechos de nuestro pueblo y para cerrar el paso al avance de las derechas y el fascismo en nuestro país”.
Tareas pendientes
Como cada año, una figura destacada en las actividades que reclaman mayor memoria, verdad y justicia (Ver Volver a El Campito y Un Espacio para no olvidar) es Iris Avellaneda, presidenta de la Liga Argentina por los Derechos Humanos (Ladh) y dirigente del Partido Comunista. Su trayectoria permite iluminar las conquistas que hay que defender todos los días, como la cárcel común contra los genocidas y la posibilidad de enjuiciar a los responsables del golpe de Estado, pero también nos recuerda las tareas pendientes.
Al respecto, Iris destacó que “al igual que el año pasado, en esta ocasión nuevamente el reclamo se concentra contra el Poder Judicial” dado que “la Corte Suprema de Justicia no hace nada para que los juicios avancen”. La presidenta de la Liga ejemplificó con el juicio por el secuestro, asesinato y desaparición de Floreal, El Negrito Avellaneda.
En ese sentido recordó que “vamos derecho a cumplir cinco décadas del secuestro y desaparición del negrito y recién ahora obtuvimos una sentencia firme contra los primeros enjuiciados, pero aún resta identificar y enjuiciar a toda la red de cómplices y partícipes del secuestro, del cautiverio y la tortura, como así también de los vuelos de la muerte”.
Además, con la energía y ternura que la caracterizan, Iris dejó un mensaje para toda la militancia, al enfatizar que no obstante las dificultades y “pese a que tratamos con cuestiones muy dolorosas y que aún generan muchísima rabia, tenemos que emprender todas nuestras luchas con alegría”.
Por una memoria combativa
Como todos los años, en las principales ciudades del país miles de personas se movilizarán en recuerdo y homenaje de los 30 mil detenidos y desaparecidos. Uno de los epicentros de las movilizaciones será Rosario, en Santa Fe, actualmente aquejada por una ola de violencia que involucra a las fuerzas de seguridad y el narcotráfico, con la complicidad del Poder Judicial y de sectores políticos, que repite un esquema de impunidad y poder que recuerda mucho al que se implementó en todo el país durante los años del terrorismo de Estado. En efecto, hay lógicas se repiten porque muchos actores de aquella época continúan activos.
Por eso Norberto Champa Galiotti, secretario del PC de Rosario e integrante del Comité Central del Partido, recalcó que “todavía es insuficiente el esclarecimiento sobre quiénes participaron en toda la trama del golpe de 1976” y recordó que “se trató de un golpe de la burguesía y del imperialismo”.
Como ejemplo trajo a colación la situación de Carlos Pedro Blaquier, quien “murió impune, sin rendir cuentas en los tribunales, como tantos otros componentes del empresariado, la Iglesia y de la diplomacia de los países cómplices que apoyaron el golpe de Estado”. Por ello, “en lo que respecta a la justicia todavía hay mucho camino por recorrer”.
Sin embargo, Galiotti enfatizó fuertemente en el trayecto que aún resta recorrer en materia de memoria. Para el dirigente del PC, se trata de “una cuestión fundamental para alimentar la subjetividad política del pueblo”. En la actualidad, puntualizó, “podemos observar, y sufrir, una gran ofensiva del fascismo intentado recuperar parte del terreno perdido durante los años que fueron enjuiciados y condenados los represores”. Ante esta contraofensiva, “la memoria tiene que hacer más hincapié en las causas por las que luchaban nuestros treinta mil”.
“¿Por qué luchaban los torturados y presos políticos del régimen?” se preguntó y respondió: “luchaban por una sociedad distinta, anticapitalista, eran militantes del socialismo”. Se trata de una perspectiva que “no suele estar muy presente en las agendas y consignas del 24 de marzo y que considero sumamente importante rescatar, mucho más en una coyuntura de avance de la derecha”, explicó.
En ese sentido, remarcó que “recuperar los motivos y las causas por las que lucharon y dieron su vida los desaparecidos ayuda a ordenar las luchas del presente”, dado que “los desaparecidos no estarían de acuerdo con el Fondo Monetario, ni con la Corte Suprema de Justicia”. Por ello, “es necesario ampliar la memoria y ubicarla en las coordenadas del sentido político de las luchas de nuestro pueblo”.