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Mar, Abr
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Política
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El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires va a utilizar dinero que descuenta a docentes que ejercieron su derecho a huelga, para premiar a otros docentes que no realizaron paros.

“Para el gobierno de Larreta, si faltás a la escuela porque ejercés tu derecho a huelga, te enfermás o cuidás a tu familia en alguna situación sobre todo las mujeres que tomamos estas tareas por la división sexual del trabajo doméstico y las tareas de cuidado, no merecés mejoras salariales”, recalcó la vocal de UTE-Ctera Antonella Bianco, al referirse a la decisión del gobierno porteño de bonificar a quienes no hayan realizado paros durante el primer semestre de 2023.

El anuncio fue hecho por medio de un comunicado del Ministerio de Educación de la Ciudad que lleva la firma de su titular, Soledad Acuña, en el que se destaca que este bono que puede llegar hasta los sesenta mil pesos, se va a financiar con lo recaudado de los descuentos realizados a los trabajadores de la educación que hayan ejercido su derecho a huelga.

Así las cosas, además de la perversidad que tiene la medida, ya que busca enfrentar a trabajadores contra trabajadores, pone de relieve cuál es la mirada que la Gestión PRO tiene respecto del sistema público universal y gratuito de educación. “La dignidad docente no se compra ni se vende”, advirtió Antonella Bianco quien también es integrante de La Violeta y fue clara al señalar que “rechacemos el bono carnero que impulsan para validar el disciplinamiento o la esclavitud”.

Y, en esta misma línea, la UTE-Cterahizo hincapié en que la decisión del gobierno de la Ciudad constituye “un ataque directo a la organización de los trabajadores”, pero también “un intento de amedrentamiento a la docencia y a la unidad construida al calor de la lucha en defensa de la educación pública para todos”.

Tras lo que remarcó que el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta “nuevamente intenta dividir a la docencia y debilitar el reclamo colectivo”, pero indica que “nuevamente va a fracasar”, porque desde su mirada “supone que todo se compra y se vende, pero la solidaridad, la organización y la lucha docente no se negocia”.

La medida no puede extrañar si se tiene en cuenta lo que es la gestión que el PRO viene haciendo del área educativa en la ciudad de Buenos Aires, desde 2007. Pero ahora también se inscribe en la campaña que lleva a cabo Rodríguez Larreta en su afán por llegar a la Presidencia de la Nación. “Vamos a usar las fuerzas de seguridad para hacer cumplir la ley y terminar con las extorsiones de los sindicatos que quieren frenar el trabajo”, dijo hace poco el precandidato presidencial de Juntos por el Cambio y casi como un correlato de esos dichos, Soledad Acuña anunció la medida que puede afectar a casi ocho de cada diez docentes de esta jurisdicción.