La casa de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de La Matanza (Apdh-LM) fue destruida por un incendio.
“Esto es un claro ataque los derechos humanos”, señaló el militante del Partido Comunista de La Matanza e integrante de La Violeta, Daniel Calvo al exigir que se esclarezca el incendio que destrozó el espacio de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de La Matanza (Apdh-LM), donde se realizaban actividades sociales, políticas y culturales.
“En varias ocasiones hicimos público cada hecho que sufrimos en nuestro espacio y éste es uno de los más graves”, recalcaron desde la Apdh-LM al referirse al incendio que desde la organización denunciaron como un nuevo “ataque” inscripto en el contexto de la escalada de agresiones que esta organización sufrió durante los últimos años.
Sólo en lo que va de 2019, la Apdh-LM padeció un atentado contra el vehículo de uno de sus miembros, además de varios hechos en los que se destrozaron instalaciones y otros tantos de robo.
Antes, durante 2015 y 2016, fueron blanco de amenazas coincidentes con las denuncias que la Apdh-LM realizaba en el marco de la causa de gatillo fácil en la que fue víctima el joven Gabriel Blanco.
Al año siguiente, en julio, encontraron balas de FAL ante la puerta de la casa que este fin de semana fue incendiada y, tres meses después fue amenazado uno de sus dirigentes, Pablo Pimentel, quien era muy activo en la demanda de aparición con vida de Santiago Maldonado.
“Desde el PC nos solidarizamos con la Apdh-LM”, recalcó Calvo y señaló que “los compañeros de esa organización perdieron absolutamente todo”, por lo que “nos pusimos en campaña para restaurar su local y ayudarlos en todos”.
Asimismo, la hora de evaluar qué puede esconderse detrás del incendio, Calvo no dudó en vincular lo ocurrido con el papel que la Apdh-LM tiene en la denuncia de casos de gatillo fácil y violencia institucional.
“Es significativo que siempre hubo una amenaza, es cuando la Apdh denuncia delitos y violaciones a los derechos humanos en los que está involucrada la policía, sobre todo en los casos de gatillo fácil”, recalcó y remarcó que esta organización y sus militantes “son constantemente perseguidos”.
Y, tras recordar que el lugar del incendio está en una zona muy transitada de San Justo, sostuvo que es muy probable que alguien haya visto algo de lo que pudo pasar.
“Hay muchas hipótesis, porque hay muchos a los que les molesta el trabajo q ue hacen los compañeros”.
Pero, fue claro al hacer hincapié que el incendio significa “un ataque a los derechos humanos” y cuando insistió en que “esto fue intencional, no fue ningún tipo de accidente, porque en el lugar no había nada que fuera inflamable”.