La dictó un juzgado de Mar del Plata a instancias de una presentación que hicieron organizaciones y entidades entre las que se encuentra la Cátedra libre de Soberanía Alimentaria que preside Miryam Gorban.
El Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil 2 de Mar del Plata a cargo de Néstor Adrián Salas, ordenó como medida cautelar la suspensión de la liberación del Trigo Transgénico HB4 en la provincia de Buenos Aires que es el estado provincial más importante en producción triguera, con 2,4 millones de hectáreas cultivadas.
Lo hizo a raíz de la acción colectiva de amparo ambiental que bajo el título “Un Trigo de Libertad”, fue presentada en diciembre de 2020 por más de cuarenta responsables de emprendimientos agroecológicos, junto a sus pares de organizaciones y asambleas socioambientales, así como por representantes de pueblos originarios del territorio bonaerense.
La resolución judicial fue dictada en la causa caratulada “Arisnabarreta, Gabriel y otros c/Provincia de Buenos Aires s/amparo colectivo ley 12822-ley 11723-Mardel Plata”, tiene como objeto la defensa del trigo agroecológico y por tal motivo instruye que la variedad transgénica HB4 de esta semilla, no sea liberada a cielo abierto en la provincia de Buenos Aires, ya que no posee la declaración de impacto ambiental prevista en la ley local 11.723, ni la licencia social “que debe obtenerse en una instancia de participación ciudadana, bajo la convicción que nunca podrá alcanzar una certificación ambiental por su absoluta inconveniencia, en términos socioeconómicos, ambientales y sanitarios”.
Por el mismo motivo, exhorta a que el ejecutivo provincial reglamente el funcionamiento de la Comisión de Biotecnología y Bioseguridad Agropecuaria que busca iniciar un proceso de institucionalización de los riesgos y daños de los organismos genéticamente modificados y la elaboración de un informe que contribuya a que se legisle al respecto.
En este sentido, las organizaciones que hicieron la presentación judicial entre las que se encuentra la Cátedra libre de Soberanía Alimentaria que preside Miryam Gorban, coincidieron en recalcar que esa legislación debe construirse con la comunidad y tiene que tender a la prohibición de los cultivos modificados genéticamente.
“Ese proceso de construcción del informe debe contar con la participación de las universidades públicas y las organizaciones de la sociedad civil, lo cual es relevante para que las conclusiones tengan riqueza y sean benefactoras para la población en su conjunto, gracias a la pluralidad de conocimientos y saberes”, señalaron.
Tras lo que recordaron que el juez Salas sostuvo que “lo cierto es que si se libera el material en territorio bonaerense, siendo este el primer evento genético que se aplicará a semilla de trigo, podrá importar el cruzamiento del material con trigo no modificado genéticamente de forma irreversible, lo que surge de la información incorporada en autos por la actora, y en particular del informe técnico de la Conabia” que es un grupo interdisciplinario e interinstitucional cuya Secretaría Ejecutiva es ejercida por la Coordinación de Innovación y Biotecnología en el ámbito de la Dirección Nacional de Bioeconomía.
Y añadió que “con la profusa documentación incorporada a la causa por las partes, la omisión reglamentaria del ejecutivo a la ley 12.822, y ante la ausencia de un procedimiento administrativo específico por parte de la autoridad del ejecutivo bonaerense para evaluar los riesgos ambientales que conllevan para el territorio bonaerense y su comunidad (más allá de las competencias destacadas por el Ministerio de Desarrollo Agrario que ha encarado pedidos de información concretos, de los cuales se desconoce su resultado), es que tengo por acreditada la exigencia del peligro en la demora, correspondiendo hacer lugar en consecuencia a la medida cautelar solicitada por el frente activo”.
Por lo que esta “sentencia histórica y un punta pie inicial para poner a los organismos genéticamente modificados en un debate institucional en todas las provincias, las que han permanecido ajenas desde la liberación del primer evento biotecnológico desde el año 1996 en la Argentina”.