Las dos CTA y la CGT hicieron público su repudio a las expresiones del diputado Alberto Benegas Lynch, quien naturalizó el trabajo infantil. “Ningún chico debe padecer hambre ni estar en la calle, en un taller clandestino o en los campos, porque el único trabajo de los niños es la escuela”, advirtió la docente de La Violeta, Zaira Abraham Hom.
La semana pasada las dos CTA y la CGT se dieron cita en la sede calle Azopardo, en Ciudad de Buenos Aires, donde junto a representantes de organizaciones sociales hicieron público su repudio a las recientes expresiones del diputado Alberto Benegas Lynch quien volvió a naturalizar el trabajo infantil, en consonancia con dichos que Javier Milei manifestó durante la campaña que lo llevaría a La Rosada.
Concretamente, en una entrevista periodística, el legislador por la Libertad Avanza, también cuestionó la escolarización obligatoria cuando recalcó: “Libertad es que si no querés mandar a tu hijo al colegio porque lo necesitás en el taller, puedas hacerlo”.
Por tal motivo en la conferencia de prensa realizada en la sede de la CGT, estuvo presente la Coordinadora de Unidad Sindical por la Erradicación del Trabajo Infantil, desde donde se alertó que este tipo de discursos son los que avalan la deserción escolar y alientan que niños y adolescentes “se conviertan en mano de obra barata y muchas veces esclava, apartándolos de la libertad que les brinda la posibilidad de aprender jugando y estudiando, a diseñar y elegir su futuro como adultos”.
Quien también se pronunció al respecto es la integrante de la Agrupación Docente Estudiantil La Rayuela-Lista Violeta en UTE, Zaira Abraham Hom, que aseveró que los dichos de Benegas Linch dejan al desnudo cuáles son los verdaderos objetivos que, para con la educación, tiene el gobierno nacional que “no son otros que destruir las políticas públicas y desarmar a las organizaciones sindicales, estudiantiles y comunitarias”.
Asimismo, hizo hincapié en que la Presidencia Milei “busca instalar al enemigo dentro de la sociedad y fogonear conflictos al interior del pueblo, buscando prolongar la actual desarticulación del campo popular” y añadió que la postura expresada por el diputado constituye una grave violación de la Declaración de los Derechos del Niño, ya que “ningún chico debe padecer hambre ni estar en la calle, en un taller clandestino o en los campos, porque el único trabajo de los niños es la escuela”.