En la sede del Comité Central y rodeado de camaradas el notable dirigente del movimiento obrero y el Partido Comunista festejó sus noventa años.
El sábado el Partido Comunista vivió un momento especial, ya que en la sede del Comité Central tuvo lugar el festejo de los noventa años de uno de sus más valiosos miembros. Mario Alderete fue agasajado por sus camaradas en un festejo que estuvo presidido por el secretario general del PC, Jorge Alberto Kreyness, en el que se hizo un sincero reconocimiento a quien a lo largo de varias décadas fue uno de los principales dirigentes que el Partido tuvo en la lucha obrera.
Alderete comenzó su militancia en el movimiento trabajador cuando a apenas seis meses de ingresar a trabajar en Obras Sanitarias, sus compañeros lo designaron delegado general del establecimiento y delegado al Congreso de la Federación Nacional (Fentos), que se realizó tras el golpe de Estado que derrocó al segundo gobierno de Juan Domingo Perón. En esos años se afilió al PC y desde ese momento comenzó a transitar una trayectoria político-sindical que nunca abandonó. En 1956 en ocasión del Congreso de la Fentos fue elegido miembro de la Dirección Nacional y delegado al Comité Central Confederal de la CGT, donde compartió debates y acciones junto a camaradas que dirigían gremios pertenecientes al Movimiento Nacional Intersindical.
Años más adelante, fue el Comité Confederal el que decidió el primer paro contra la dictadura de Onganía y a partir de esa resolución se profundizo la división que existía en la CGT y se intensificó la lucha sindical, por lo que se convocó al primer Congreso de la CGT de los Argentinos del que participó Alderete: desde entonces vinieron jornadas de lucha intensas como el Cordobazo en el que estuvo junto, entre otros, a Lito Sorbellini.
Alderete tuvo la oportunidad de participar en reuniones con Agustín Tosco y fue protagonista de una época atravesada por la resistencia que reconoce hitos gloriosos como el Choconazo que fue conducido, entre otros, por los camaradas Antonio Alac y Armando Olivares.
Con los años 70 llegaron grandes luchas como las libradas por los trabajadores ferroviarios, portuarios y metalúrgicos, así como la que tuvo en el ojo del huracán al sindicato de Alderete que se plantó contra el intento de provincialización de los servicios, por lo que fue intervenido y sus dirigentes fueron dejados cesantes.
Entonces, por decisión del Partido Alderete pasó a ser miembro de la Comisión Sindical de la Capital desde donde participó de las conversaciones que se coronarían con la conformación del Congreso de los Trabajadores Argentinos. La historia de Alderete es una historia de lucha y militancia comunista, por eso su nombre está eternamente entrelazado al Movimiento Político Sindical Liberación, a la Corriente Nacional Agustín Tosco y a otras herramientas desde las que se escribieron páginas enormes del PC, tanto como lo es la trayectoria impecable y destacada de quien a sus noventa años continúa haciendo aportes invalorables a la lucha de la clase proletaria y es un ejemplo en el que deben reflejarse los jóvenes comunistas.