De esta manera define el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas-La Plata a la postura pública que adopta la fuerza que encabeza Javier Milei respecto a la soberanía argentina en Malvinas y las islas del Atlántico Sur.
“Ahora la fuerza de tarea de La Desmalvinización Avanza, envía un elemento llamado Milei a convencer a los argentinos de lo que quieren los británicos, considerarlos ‘vecinos’, asumiendo que los asiste el principio de la autodeterminación, cuestión que no es contemplada ya que ‘sólo los pueblos tienen ese derecho’”, advirtió el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas-La Plata (Cecim) al referirse a la postura pública que adopta la fuerza que encabeza Javier Milei respecto a la soberanía argentina en Malvinas y las islas del Atlántico Sur.
Ayer, el candidato presidencial por La Libertad Avanza, ratificó las declaraciones que días antes había hecho sobre las Malvinas Diana Mondino, que es quien ocuparía la Cancillería si Milei es presidente. En un reportaje concedido al diario británico The Telegraph, Mondino adelantó que se dejará de lado el reclamo soberano por Las Islas, en sintonía con la postura de “autodeterminación” que plantea Gran Bretaña para desconocer el histórico reclamo argentino y sostuvo que si gobierna Milei se respetaría “los derechos de los isleños”.
Con este telón de fondo, el Cecim recordó que el gobierno que encabezó Mauricio Macri también abandonó el reclamo de soberanía con la firma del acuerdo “Ducan-Foradori” y no lo logró llevar al Reino Unido a la mesa de negociaciones, tal como lo establece la Resolución 1540 de la ONU.
“A medida que una botella tras otra iba pasando de la pared de la bodega a la mesa, las negociaciones mejoraban”, definió el ex viceministro de Relaciones Exteriores británico, Alan Duncan, al recordar el encuentro que mantuvo en la embajada del Reino Unido en Buenos Aires con quien era su par de Argentina, Carlos Foradori.
En esas condiciones, el número dos de la cancillería de Mauricio Macri, firmó un acuerdo que lesionaba la soberanía y echaba por tierra buena parte del trabajo que históricamente diferentes gobiernos habían llevado a cabo por la cuestión de las Islas Malvinas. El acuerdo que posteriormente fue desactivado por el gobierno encabezado por Alberto Fernández, habilitaba varias concesiones a los intereses británicos respecto de la explotación de los recursos naturales argentinos en la región y retrocedía sustancialmente en el reclamo por soberanía.