Una banda al servicio del magnate británico agredió a los integrantes de la Séptima Marcha por la Soberanía hacia Lago Escondido que intentaban transitar por el Camino de Tacuifí. “No nos vengan con que esto es territorio de la corona británica”, advirtió Laura Leonardi.
“Ponemos el cuerpo para ejercer la soberanía en lugares donde la tenemos vedada de manera completamente ilegal”, recalcó Laura Leonardi, quien integra el Partido Comunista de Quilmes y en estos días forma parte de la Columna de Montaña que protagoniza la Séptima Marcha por la Soberanía hacia Lago Escondido.
Esta semana la otra columna fue interceptada por una patota al servicio del magnate británico Joe Lewis que los agredió con piedras y gas pimienta cuando intentaban transitar por el Camino de Tacuifí, lo que dejó un saldo de varios manifestantes heridos, entre ellos, una fotorreportera de Telam.
Pese a que existe una orden judicial que deja en claro que ese camino debe estar librado al paso, ninguna fuerza policial provincial ni federal, amparó el derecho de quienes participaban de la columna de la Séptima Marcha.
Así las cosas y pese a todas las adversidades, Laura Leonardi resaltó que “la idea es llegar a la playa de la mansión y decir que toda la zona de alrededor del lago pertenece a Argentina” y advirtió que “no nos vengan con que esto es territorio de la corona británica, porque eso es algo que no podemos admitir bajo ningún concepto”.
En este sentido, hizo hincapié en que “la soberanía es fundamental y no sólo en el caso de Lago Escondido, sino también en Malvinas, la mal llamada hidrovía del Río Paraná y nuestra salida autónoma al mar, algo que no tenemos por lo que actualmente los navíos que salen por el Río de la Plata deben pasar por el puerto de Montevideo para ir al mar”. Y lamentó que “carece de gollete que en un país continente como el nuestro, con su litoral marítimo, debamos pasar y pagar en el puerto de Montevideo para sacar nuestra producción”.
En su séptima edición, la marcha convocada por la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua, tiene una particular visibilización a raíz del caso que derivó del encuentro que tuvo a Lewis como anfitrión de funcionarios judiciales y políticos, que se dieron cita en su mansión de Lago Escondido.
Vale recordar que de acuerdo a lo que reveló la información surgida de un teléfono móvil del ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, jueces federales, funcionarios de esa jurisdicción, ex agentes de inteligencia y directivos del Grupo Clarín tuvieron ahí un encuentro q1ue estuvo patrocinado por el holding Clarín.
“Esta vez la marcha tiene más visibilización por la reunión que se constató con los chats de D’Alessandro con lo que quedo claro que encima de que en Lago Escondido está instalado Lewis y no deja pasar a la ciudadanía, recibe a jueces que van hasta ahí para recibir órdenes”, dijo la integrante del PC y añadió que “esto es un enclave británico en Argentina, desde donde Lewis se mete en la política interna del país y le dice a los jueces lo que tienen que hacer”.
Como se recordará, la información que surge de esos chats habla de la comisión de diferentes delitos y es de tal volumen que ni siquiera el Poder Judicial pudo mirar para otro lado. Pero de todos modos, encontró una salida elegante para dormir la causa.
Esta semana el camarista Eduardo Farah pidió al Juzgado Federal de Bariloche, que es el que intervenía en la causa, que remita la investigación a Comodro Py donde la espera el juez Sebastián Ramos, que es el mismo que en un tratamiento express y en plena feria judicial, archivó la denuncia hecha contra D’Alessandro y el vocero de Horacio Rosatti, Silvio Robles.
La denuncia se había sustanciado porque Robles y D’Alessandro aparecen vinculados en chats que se filtraron a finales de diciembre. Ahí se exhibe como el funcionario de Horacio Rodríguez Larreta, recibe por parte del asesor de Rosatti, un instructivo de cómo actuar en el caso de la denuncia hecha por la coparticipación.