La policía atacó con palos y carros hidrantes a los médicos residentes que el martes protestaban contra la precarización laboral.
“Basta de precarización, basta de mirar para otro lado”, es lo que reclamaban los médicos residentes que el martes pasado fueron reprimidos por personal de la Policía de Chaco, cuando se manifestaban frente a la Casa de Gobierno provincial en el contexto de una jornada en la que llevaron a cabo un cese de actividades con guardias mínimas en los lugares donde se desempeñan.
La protesta fue creciendo para exhibir que este segmento de trabajadores del sistema público estatal de Chaco, percibía salarios que están por debajo de la línea de pobreza, ya que venían recibiendo ochenta mil pesos mensuales.
Ayer miércoles por la tarde, un día después de que quienes manifestaban fueran corridos por la policía con palos y carros hidrantes, la ministra de Salud Pública Paola Benítez, anunció un acuerdo por el que a partir de noviembre, un residente pasará a percibir 116 mil pesos, cifra que para diciembre se va a elevar a 147 mil.
La situación fue repudiada por la Federación de Profesionales Universitarios del Chaco. “Repudiamos cualquier forma de violencia estatal que impida el ejercicio del derecho de protesta ante las manifestaciones pacíficas de quienes buscan hacer oír sus reclamos sectoriales como consecuencia de la omisión o la indiferencia de sus planteos formales”, sostuvo este colectivo.
Tras lo que hizo hincapié en que los profesionales médicos residentes “reclaman por la formalización de sus vínculos laborales, denunciando su precarización” y sin dudarlo, calificó a la actitud policial exhibida en Resistencia, como “una feroz represión con la excusa de asegurar el libre tránsito” y recalcó que “todos tienen el mismo derecho a la protesta y a todos debe garantizárseles también su ejercicio pacífico y sin represión violenta”.