El presidente Alberto Fernández inauguró el 141 período de sesiones ordinarias del Congreso con un discurso con escaso contenido político y sin anuncios relevantes de medidas dirigidas a mejorar la situación del pueblo. “El programa del Frente de Todos continúa sin concretarse”, dijo al respecto Federico Nanzer, dirigente del Partido Comunista.
Con buenas intenciones no se combate a la derecha. Pese a la larga lista de logros -muchos de ellos sin dudas significativos, especialmente durante el peor momento de la pandemia- con los que el presidente Alberto Fernández intentó resumir en su discurso al Congreso de la Nación su mandato, quedó en evidencia la falta de propuestas políticas no sólo para resolver los problemas de los trabajadores, sino también y en el inicio de un año electoral, para interpelar a la población en un contexto de fuerte avanzada de los discursos y las políticas reaccionarias en el país.
Al respecto, desde el Partido Comunista, Federico Nanzer, declaró que “no necesitamos un discurso con buenas intenciones, sino anuncios de medidas concretas, con un programa de implementación para saldar lo que aún no ha sido saldado”.
En líneas generales, el mensaje presidencial apuntó a comunicar los logros económicos y sociales de las políticas implementadas durante los últimos tres años, pero no puntualizó en el grado de adecuación que esas políticas conservan frente a las dificultades que atraviesa el pueblo argentino, en un escenario marcado por la capacidad pese a sus dificultades internas, exhibe la derecha para marcar la agenda.
En ese sentido Nanzer hizo hincapié en que “el pueblo necesitaba un discurso en el que el presidente, como parte del gobierno del Frente de Todos, anuncie medidas concretas que beneficien a los trabajadores y que explique cómo y cuándo se van a implementar”.
Para el dirigente del PC de Córdoba, el mandatario dejó pasar “una vez más la oportunidad de anunciar medidas materialicen el programa no cumplido del gobierno del Frente de Todos”. Y, en esta dirección, recordó que “la esencia del programa era resolver la pobreza, que el pueblo tenga laburo, que el poder adquisitivo del salario sea suficiente para llevar a cabo una vida digna y que con el trabajo como organizador de la vida social y comunitaria se puedan resolver los problemas de la vida cotidiana”.
El Partido Comunista, enfatizó Nanzer, “integra un frente que se propuso una tarea clave para el pueblo argentino, que era impedir que la derecha imperial acceda a un nuevo mandato para culminar la tarea de aniquilación que comenzó con Macri en 2015”. Y sentenció: “en 2019 logramos el primer objetivo, que era derrotar a la derecha, pero luego a la hora de implementar el programa de gobierno, votado por millones de trabajadores, el fracaso fue rotundo”.
Frente a este escenario, añadió que hubiera sido deseable que “el presidente y las organizaciones convocaran a llenar la plaza del Congreso para anunciar ante una plaza llena de pueblo las medidas estructurales que demanda la situación política y económica del país”,entre ellas, “esperábamos que anuncie el camino a seguir para resolver realmente los problemas del pueblo, cómo vamos a salir del encorsetamiento que tenemos con el Fondo, cuál es la vía más rápida para destituir a la Corte Suprema y terminar con la mafia político-judicial, cómo hacer para liberar a Milagros Sala y a los presos políticos o cómo detener la proscripción contra Cristina Fernández, que es la principal dirigente del campo popular”.
Pero nada de ello se escuchó en el recinto. Por el contrario, “se sigue reconociendo la deuda externa fraudulenta y el acuerdo con el Fondo”, ya que “más allá de las correlaciones de fuerzas y las condiciones en que se firmó, el acuerdo con el Fondo ha sido vergonzoso; es un acuerdo que ata de pies y manos al pueblo, a las organizaciones y al propio gobierno para ejecutar un programa de vida digna en el país”.
Por último, Nanzer consideró que es importante que el presidente haya reivindicado la existencia y las funciones de organismos como la Celac y la Unasur. También que se haya expresado contra los bloqueos económicos en la región, en alusión a Cuba y Venezuela. No obstante, hizo hincapié en que “el presidente como representante del país en esos espacios renunció a articular a los Estados y pueblos de la región” y señaló que “en contraposición, optó por firmar un acuerdo con el Fondo sumamente dañino para el país y que sienta un precedente peligroso para toda América Latina”.