Así se conmemoró en Argentina el Día Internacional de los Trabajadores, a las puertas de un paro general que puede ser un insumo para un plan capaz de articular las luchas que protagonizan diferentes actores del sujeto social agredido por la Presidencia Milei. “La movilización de ayer aportó en esa dirección”, recalcó el secretario del Partido Comunista de Provincia de Buenos Aires, José Chapu Urreli.
A 24 horas de que la Cámara de Diputados sancionara favorablemente el Proyecto de Ley Bases 2, una marcha reclamada y construida desde las bases, se hizo sentir fuerte en Ciudad de Buenos Aires y en los principales puntos del país donde se conmemoró el Día Internacional de los Trabajadores. Pero también para reclamar que el paro nacional convocado para la semana que viene sea activo y que aporte a un plan de lucha que debe tener uno de sus hitos en una movilización que se plante ante el Senado cuando ahí se debata la iniciativa derivada de la frustrada Ley Ómnibus, al tiempo que exija que la Cámara baja se siente a discutir y declarar la inconstitucionalidad del DNU 70/2023.
Por eso es que ayer, en su día, los trabajadores de Argentina volvieron a ganar las calles y esta vez lo hicieron en un momento en el que lo único que hay para festejar es la capacidad de resistencia de clase que es, a fin de cuentas, lo que permite mirar con optimismo un horizonte que la clase capitalista que gobierna en el país por medio de la Presidencia Milei se empeña en oscurecer.
Y por eso es que en cada una de las citas convocadas, dijeron presente el Partido Comunista, el Movimiento Territorial Liberación y la Corriente Nacional Agustín Tosco. “Para nosotros este es un día de lucha que nació de la demanda por una jornada laboral de ocho horas y de la represión con la que las patronales respondieron a eso”, recordó el secretario del PC de la Provincia de Buenos Aires, José Chapu Urreli, tras lo que trazó un correlato entre aquel reclamo con el que los obreros de la fábrica McCormick encendieron la chispa en 1886 y el que ahora protagonizan los trabajadores argentinos, que se plantan contra un gobierno que pretende imponer instrumentos como la Ley Bases 2 y el DNU 70/2023, que resultan atentatorios contra los derechos fundamentales que tiene el universo del trabajo.
“Ahora movilizamos junto a las centrales obreras, organizaciones sociales y políticas para rechazar este proyecto, porque debemos luchar para defender los derechos que tenemos como trabajadores”, señaló y añadió que el gobierno nacional “socava derechos laborales”, pero también “la economía nacional”, al tiempo que “entrega nuestra soberanía siguiendo al pie de la letra lo que le exigen el FMI y los grandes grupos transnacionales”.
Por eso es que, con este telón de fondo, Urreli no dudó a la hora de definir que la de ayer “fue una gran movilización” y en tal sentido, destacó la línea que se puede establecer entre la jornada del Día Internacional de los Trabajadores y la que apenas una semana antes, tuvo lugar en el contexto de la Marcha Federal Universitaria, por lo que hizo hincapié en que es preciso “seguir construyendo la mayor unidad posible”.
Y, en este sendero, resaltó el papel que el PC tiene, “en el marco de esta lucha, para poder ir aportando a la tarea de lograr esa unidad como una herramienta indispensable para la construcción de una alternativa política en Argentina” donde, advirtió, “lamentablemente vemos que existe una crisis de representación política que coincide con una crisis de alternativa política”.
Por lo que no dudó cuando puntualizó que en este contexto “necesitamos impulsar la unidad, pero también redoblar los esfuerzos que hacen al crecimiento y fortalecimiento de la fuerza propia, para poder aportar en mejores condiciones a modificar la situación económica, política y social de nuestro país”.
Por un paro activo
Así las cosas, el paro convocado por la CGT junto a las dos CTA y la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular para el jueves de la semana venidera, se presenta como un nuevo punto de referencia en este camino, pero también como un desafío ¿Será posible que la dinámica de construcción de esa jornada se convierta en un insumo para un plan de pelea que, a por su parte, sea capaz de articular todas las luchas que vienen protagonizando diferentes actores del amplio sujeto social que resulta agredido por las políticas que se imponen desde la Presidencia Milei?
“La movilización de ayer aportó en esa dirección”, recalcó el dirigente del PC y aunque subrayó que “somos concientes de las ambigüedades que existen en la cúpula de la CGT”, fue claro al remarcar que de cara a la jornada del jueves 9 de mayo “vamos a seguir insistiendo en que el paro que se lleve adelante ese día tiene que se una jornada de lucha”.
Lo que señala Urreli es pertinente, ya que puertas adentro del edificio de Azopardo 826, nadie oculta que durante las últimas semanas hubo contactos formales e informales con el gobierno nacional que, entre otras cosas, derivaron en que en el paso de la Ley Ómibus a la Ley Bases 2, desapareciera el capítulo vinculado a la baja de la ultraactividad en los convenios, así como aquel inherente a la prohibición de las contribuciones solidarias de los trabajadores no afiliados a los sindicatos.
Pero asimismo, es innegable que también hay diferencias entre quienes desean que la CGT tenga una posición mucho más “dialoguista” con La Rosada y los que tienen posturas más cercanas a las de las dos CTA. Por ahora, todo parece indicar que esto quedó sintetizado la ronda de prensa que brindó la cúpula de la CGT tras la movilización de ayer, en la que se confirmó que el paro general se hace el jueves que viene y bajo la consigna “La Patria no se vende”.
Va quedando claro que el PC, el MTL y la Corriente Nacional Agustín Tosco asumieron el compromiso militante de garantizar que el jueves próximo, el paro sea también una jornada de movilización. “Vamos a tratar de que sea un paro activo”, puntualizó Urreli y confirmó que en su pago chico, La Matanza, “vamos a movilizar con algunos cortes y ollas populares”.
Pero también que la resistencia al pustch que por medio de la Presidencia Milei la clase capitalista le viene propinando al universo del trabajo, comienza a encontrar una resistencia que se va articulando y que, en tal dirección, junto al paro del jueves 9 va a ser fundamental la movilización que comienza a gestarse para cuando el Senado tenga que tratar el proyecto de la Ley Bases 2 que, esta misma semana, sancionó la Cámara Baja.