En Hiroshima miles de personas se movilizaron para conmemorar ayer el octogésimo aniversario de la bomba nuclear lanzada sobre su ciudad por Estados Unidos y alertar sobre la actual escalada guerrerista. Desde Japón, la antropóloga, investigadora del Conicet e integrante del Comité Central del Partido Comunista de la Argentina, Nuria Giniger, opinó para Nuestra Propuesta sobre aquella masacre que marcó la historia y que sigue representando una “amenaza permanente sobre la humanidad”.
Se cumplieron 80 años del lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima y con ella la amenaza permanente sobre la humanidad de un genocidio instantáneo masivo por parte del imperialismo.
La segunda guerra mundial estaba finalizando. El ejército rojo había liberado Berlín en mayo y derrotado a los nazis. Los chinos estaban expulsando ya la invasión japonesa y con mayor disponibilidad, los soviéticos podían asistir a las fuerzas antifascistas que luchaban contra el genocida imperio japonés.
* Nuria Giniger estuvo reunida en el Comité Central del Partido Comunista de Japón con Yasuo Ogata miembro del secretariado nacional
Los Estados Unidos, que desde Pearl Harbor venían llevando adelante batallas en el Pacífico, comprendieron su necesidad de dar un "golpe de gracia" que impidiera la intervención soviética y garantizara su dominio en Asia.
De ese modo, en una demostración de poderío y prepotencia propia de los yanquis, el 6 de agosto lanzaron la primera bomba atómica, asesinando a 140 mil personas y destruyendo el 90% de la ciudad.
No contento con ello, tres días después lanzan una ojiva de plutonio hacia Nagasaki, con el objetivo adicional de experimentar dos tecnologías.
Así fue como Estados Unidos intervino sobre Japón, hizo una nueva constitución a su medida y se garantizó un enclave en esa región del mundo. Sin embargo, el pueblo y el Partido Comunista Chino, solo cuatro años después lograron la victoria de la Revolución Socialista y no sólo derrotaron a los japoneses, sino también a las clases dominantes chinas.
Esto resultó en un aprendizaje para Estados Unidos, que desde Japón y Taiwán llevaron adelante la Guerra de Corea, dividiendo a la península en dos. Pero también para los pueblos del mundo que no se amedrentaron ni se amedrentan frente al poderío militar imperialista.
Hoy que el fascismo avanza con pasos firmes y muestra su cara más desalmada en Palestina, es imprescindible recordar aquella frase de enorme relevancia histórica que nos enseñara el Che: "al imperialismo, ni un tantito así".