“La creciente solidaridad con mi liberación forma parte de la movilización general en el marco de la lucha contra el genocidio en Gaza” sostuvo el activista pro palestino Georges Ibrahim Abdallah en una reciente entrevista, luego de pasar 40 años preso por disposición del imperialismo.
A fines de julio liberaron a Georges Ibrahim Abdallah, militante del Frente Popular para la Liberación de Palestina, después de purgar arbitrariamente cuarenta años de cárcel en Francia. Al llegar al aeropuerto de Beirut fue recibido con muestras de afecto de su pueblo, que ansió por algo más de cuatro décadas su regreso. Banderas rojas con la hoz y el martillo, banderas palestinas y del FPLP ondearon a su llegada.
En el marco del genocidio que lleva adelante el régimen fascista de Benjamín Netanyahu en la Franja de Gaza y de la aprobación del parlamento israelí para anexar Cisjordania, la noticia de la liberación del militante comunista libanés y activista pro palestino cobra aún mayor relevancia.
Después de tenerlo confinado durante cuatro décadas, lo que lo convirtió en uno de los presos más longevos en la historia de Francia, el Tribunal de Apelación de París excarceló y deportó el viernes 25 de julio al militante libanés de 74 años. Abdallah fue detenido durante 1984 y lo condenaron a cadena perpetua tres años más tarde, acusado de “complicidad” en los asesinatos del teniente coronel estadounidense Charles Ray y de quien por entonces era jefe del servicio israelí de espionaje exterior, Yaakov Bar Siman-Tov.
Las pesquisas permitieron establecer que quien ultimó al jefe del Mossad en el exterior fue una mujer que nunca fue identificada, pero a partir de “pruebas” bastante endebles, la policía francesa incriminó a Abdallah en ambos casos. Desde entonces Abdallah viene negando su implicación en esos hechos que encuadró como “actos de resistencia” contra la “opresión estadounidense e israelí”.
Desde 1999, sus abogados sumaron más de una decena de peticiones con las que buscaban su liberación, pero pese a que de acuerdo a las leyes francesas se pudo considerar viable que saliera en libertad condicional, prevaleció la presión de Israel y Estados Unidos que se constituyó en parte civil en su caso y, como tal, se opuso sistemáticamente desde entonces a la excarcelación del militante pro palestino.
La última vez fue en noviembre de 2024, cuando el Departamento de Justicia estadounidense escribió una carta al Tribunal francés en la que advertían que el regreso de Abdallah a Líbano supondría “una amenaza para el orden público y para la seguridad de los diplomáticos de EE.UU.”. Pese a esto, el tribunal de apelaciones parisino dio ahora luz verde a la solicitud, con la condición de que Abdallah abandonara rápidamente territorio francés y no regresara jamás. Ni bien recuperó su libertad, “el combatiente”, como lo llaman en su Líbano natal, voló hacia Beirut, donde centenares de personas lo aguardaban para recibirlo con honores.
El FPLP felicitó “al camarada combatiente internacionalista Georges Abdallah por su liberación” y consideró “su firmeza una victoria para Palestina y la voluntad de los pueblos libres”, destacando “su
heroica y excepcional resistencia frente a las herramientas más atroces de la opresión imperialista”.
En tal sentido el Frente Popular para la Liberación de Palestina agregó que su “firmeza representa un modelo inspirador para la izquierda revolucionaria árabe e internacional, y debe marcar el inicio de un verdadero despertar en la batalla por la liberación nacional y social y por una Palestina libre desde el río hasta el mar”.
Asimismo el Frente Popular exigió “la libertad para los prisioneros palestinos en las prisiones de la ocupación sionista” e hizo hincapié en que “la detención de Abdallah durante todos estos años envía un mensaje claro al mundo sobre la necesidad de enfrentar a las fuerzas del colonialismo y la arrogancia global, exponiendo los crímenes sionistas e imperialistas, y rechazando la servidumbre y la sumisión”.
La palabra de Abdallah
“La creciente solidaridad con mi liberación forma parte de la movilización general en el marco de la lucha contra el genocidio en Gaza”, sostuvo Abdallah en una reciente entrevista brindada al canal árabe Al Mayadeen.
El revolucionario libanés consideró que su liberación “se consigue ligando la exigencia de mi libertad con la activación de la lucha por la liberación de Palestina”, ya que justamente ha sido la liberación de Palestina “el objetivo esencial y la razón de mi encarcelamiento”.
En la nota a Al Mayadeen, Abdallah comentó que “cuando las manifestaciones alcanzan el nivel que alcanzaron, las autoridades francesas ya no podían mantenerme encarcelado bajo el pretexto de que mi liberación supondría una amenaza para la seguridad nacional. De hecho, el principal argumento que presentó la jueza al ordenar mi liberación fue que mi permanencia en prisión constituía un factor de alteración del orden público en Francia, y que mi liberación causaría menos daño que mantenerme detenido”.
De hecho, con la consigna “Liberen a Abdallah, Liberen a Palestina” se fueron convocado en París durante los últimos años numerosas movilizaciones con miles de manifestantes.
Abdallah reafirmó una vez más lo que en su momento dijo en el juicio que lo condenó a cadena perpetua sin ninguna prueba “que aquello de lo que me acusaban era un gran honor que no había alcanzado, que mi pueblo no me había encargado realizar ninguna de las acciones que alegaban, pero sí tenía el honor de defender la legitimidad de esas acciones hoy, mañana y pasado mañana”.
En tanto que volvió a denunciar que fue enviado a prisión “por orden directa del Departamento de Estado de los Estados Unidos” y que, por ejemplo, en 2012, ante la posibilidad concreta de salir en libertad, Hillary Clinton envió una carta oficial al gobierno francés con un claro mensaje: “no importa la decisión del tribunal, deben retenerlo en prisión”.
Sobre el caluroso recibimiento que tuvo al llegar a Beirut dijo que fue “impactante” y que lo reconforta reencontrarse con un Líbano “unido, firme y acogedor en todos los sentidos”. No obstante, alertó sobre el objetivo del sionismo y del imperialismo estadounidense para su país y los países de la región del Levante árabe de “destruir la noción misma de sociedad, fragmentarla en bloques sectarios, étnicos, religiosos, supervisados por las potencias imperialistas y por Israel”. Pero resaltó que “la resistencia en Líbano no permitirá esta ‘somalización’”.
Finalmente remarcó la importancia de fortalecer la solidaridad internacional con Palestina y señaló que “lo que sucede en Gaza está frente a los ojos de todos: hay una masacre que supera a todas las masacres, hay una guerra de exterminio, hay cuerpos que se mueven siendo esqueletos de niños”.
En cuanto a la consulta acerca de qué piensa hacer ahora que recuperó su libertad después de pasar más de 40 años en la cárcel afirmó sin dudarlo: “seguiré luchando hasta el último aliento, como un activista más”.