Al obtener 277 electores y ganar en estados clave como Georgia, Pensilvania y Carolina del Norte, el candidato del partido Republicano aplastó a la demócrata Kamala Harris. Javier Milei y Luis Caputo celebran… ¿pero qué celebran?
Al promediar la noche de ayer en EE.UU. (nuestra madrugada) el silencio y las caras largas que exhibían las imágenes que llegaban desde el búnker montado por el Partido Demócrata lo decían todo. Y las cifras de la votación que iban apareciendo, rápidamente, fueron marcando una tendencia clara que indicó que Donald Trump se estaba convirtiendo en el 47° Presidente estadounidense y que lo hacía por un amplio margen de votos sobre su rival Kamala Harris.
El republicano logró 277 electores, pero no sólo eso, ya que pudo dar vuelta resultados que hace cuatro años lo habían sacado de la Casa Blanca, como el registrado en Georgia, al tiempo que se quedó con otros estados que por el volumen que aportan son clave como Pensilvania y Carolina del Norte, con lo que ya se confirmó que va a controlar el Senado, una situación que también podría extenderse a la Cámara Baja.
Con este telón de fondo, ni lerdo ni perezoso, Javier Milei, picó en punta entre quienes saludaron la vuelta de Trump a Washington. “Congratulaciones por su formidable resultado electoral”, celebró el mandatario de Argentina por medio de su cuenta de la red social X, tras lo que hizo hincapié en que el ahora presidente electo estadounidense, “sabe que pueden contar con Argentina para llevar a cabo su tarea”, al tiempo que desde su entorno más cercano se confirmó que en enero piensa viajar hasta la capital de EE.UU. para participar de la ceremonia de asunción de Trump.
Donald Trump fue clave para destrabar el stand-by con que Mauricio Macri y el FMI endeudaron al pueblo argentino por más de 45 mil millones de dólares, por lo que desde La Rosada y sobre todo desde el Palacio de Hacienda, el tándem Milei-Caputo confía en que durante su nuevo mandato presidencial, el estadounidense va a tener una conducta similar, lo que habilitaría el acceso a crédito que hoy por hoy se niega.
De todos modos, esa historia reciente de las relaciones bilaterales entre Argentina y EE.UU., también exhibe con claridad que si bien por un lado se vio beneficiado el mundo de la timba financiera que actúa en el país, con el proteccionismo de la Presidencia Trump ni siquiera pudieron llegar a tierra estadounidense todos los limones que, tras tediosos meses de negociaciones, Macri pretendió mostrar como una victoria de la estrategia de su gobierno para el comercio exterior. En síntesis: mucha deuda y bicicleta, pero nada de inversión productiva y poco… demasiado poco de apertura del mercado norteamericano para los productos argentinos.
Pero urgencias son urgencias y Luis Caputo sabe que si quiere sostener el veranito que durante las últimas semanas viene disfrutando la Presidencia Milei, debe conseguir muchos dólares y, más aún, se tiene que resolver qué va a pasar con el Acuerdo de Facilidades Extendidas suscripto en 2022 con el FMI, que permitió refinanciar parte de la deuda contraída durante 2018, pero que caduca el último día de este año.
También Milei se esperanza con que con el peso específico que tiene EE.UU. en el Directorio del Fondo, se pueda destrabar una relación entre el Palacio de Hacienda y ese organismo que, últimamente, estuvo un poco empiojada. Sólo basta con recordar los “peros” que el FMI puso al hacer las dos últimas revisiones al Programa Argentino, vinculados al abordaje que el gobierno hace sobre los frentes monetario y cambiario, pero sobre todo a su política fiscal que, señala el Fondo, aparece poco sustentable.
Por eso es que además de la genuina seducción que un personaje como Trump provoca en Milei, algo que será objeto de un análisis freudiano que excede a esta nota, con un horizonte de 2025 medianamente complicado y con un 2026 con fuertes vencimientos de capital, la posibilidad de un nuevo programa de asistencia es vital para la Presidencia Milei. Esto quiere decir dólares frescos que le sirvan para abastecer la timba y pilotear el conflicto social hasta tanto lleguen “las inversiones”, algo que espera vaya a suceder en el mediano plazo merced al Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones.
Por eso es que la ansiedad previa que reinaba en La Rosada, acabó transformándose en festejo durante una trasnoche en la que, Javier Milei, soñó con que con va a poder tener los recursos frescos para fortalecer las reservas del Banco Central y timonear el curso de los mercados financieros en pos de apuntalar un proyecto político que, de la mano de Donald Trump, cobre impulso a escala global y lo ponga a él como su principal referente para Latinoamércia.