Así lo aseveró Laki Quispe, quien es periodista de Telesisa, un medio de comunicación que trabaja para que las voces indígenas tengan poder político. Lo hizo al dialogar con Nuestra Propuesta sobre el Tercer Malón por la Paz, que la tiene entre sus participantes y al cierre de esta edición se estaba desplegando por Ciudad de Buenos Aires.
-¿Cómo se vivió desde adentro el Tercer Malón?
Se vivió como un acontecimiento histórico que implica mucha emoción y sentimientos, que son tan necesarios para poder llegar a que se pueda escuchar el reclamo de las comunidades respecto a la propiedad comunitaria y los otros derechos de estas comunidades que son constantemente vulnerados. También son jornadas de protesta, porque se sumó la demanda por los salarios de los docentes de Jujuy, entre los que también hay maestros indígenas que están en la misma situación. Y, asimismo, el repudio y el reclamo por todo lo negativo que implica la reforma de la Constitución de la provincia Jujuy que impulsó Gerardo Morales.
-Como Telesisa, ustedes están en Jujuy desde el momento mismo en que estalló esta nueva fase represiva, tras el intento de juramentar el texto constitucional reformado ¿Qué es lo que cambió durante este mes en el pueblo jujeño?
Hay muchos aspectos que cambiaron, porque lo que está pidiendo el movimiento indígena, más precisamente las comunidades kollas, representa un posicionamiento tan fuerte que está interpelando a la sociedad toda respecto a la invisibilización a la que son sometidas las comunidades, pero también en lo que respecta a sus reclamos que son históricos, ya que vienen de varias generaciones. Siempre se resalta que es una lucha de más de quinientos años porque el reclamo por la tierra, el reclamo a la propiedad comunitaria, a los cultivos ancestrales, a la espiritualidad y la identidad, todo esto se viene demandando desde la época de la colonización. Y, entonces, es una resistencia que lleva siglos.
-¿Esto es lo que interpela el Malón?
Hoy este Tercer Malón de la Paz está interpelando a la sociedad por esto. Y, al menos en Jujuy, lo que nosotros observamos es que hay un enorme apoyo de todos los sectores. Son muy pocos los que están en contra o se quejan, pero en los cortes de ruta hay muchísimo apoyo.
Quisieron desestabilizar todo lo que está generando el Malón. Lo intentaron hacer en los cortes de ruta con patotas que iban de la mano de intendentes y otros sectores afines a Morales. Hay imágenes que integrantes del Malón han hecho públicas, en las que se reconoce a familiares y parte del espacio del gobernador y de algunos intendentes alineados con él en actitudes de este tipo.
Pero el pueblo jujeño está convencido de que el gobierno de que Morales tiene que caer y acompaña a las comunidades, por lo menos es lo que vemos en las calles, cuando compramos algo en algún comercio o cuando tomamos un taxi y hablamos con la gente para saber cómo están viviendo lo que pasa, qué piensan, y lo que vemos es que están muy a favor de las comunidades y sus reclamos.
-Esto de intentar desestabilizar los actos de resistencia y lucha popular es algo recurrente…
Sí, lo de desestabilizar la lucha que llevan adelante los pueblos es algo constante. Últimamente se estuvieron viendo hechos violentos en cada corte, justamente, porque el Malón se estaba preparando para iniciar esta caminata que iba a mover a muchos pueblos, no sólo a Jujuy sino en otras provincias y esto es algo que le genera temor al gobierno de Morales. Y por eso mandan a esas patotas a querer desestabilizar y meter miedo con mentiras y tergiversaciones de la realidad, ya que además tienen a su disposición a algunos medios como El Tribuno y Jujuy al Día, que son quienes están tergiversando y mintiendo para generar desinformación y complicar a las comunidades que están en las rutas.
Pero nada de eso va a opacar a esta lucha ni a desestabilizarla. No van a lograr su cometido porque el apoyo es enorme por parte del pueblo jujeño y hoy, en cada territorio que recorrimos, también se demuestra este apoyo como se vio en el paso del Malón por Salta, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero y cada sitio por el que pasamos hasta llegar a Ciudad de Buenos Aires.
-El Malón plantea la construcción de una agenda que surge de demandas puntuales, pero que también exhibe un episodio de lucha de clases ¿Cómo seguiría esta agenda?
Con el Malón, las comunidades van a generar que de alguna manera el gobierno nacional deba escucharlas e intervenir. Hay una fuerte determinación por parte de las comunidades de conseguir lo que piden. Lo que dicen es “vivos o muertos, jamás esclavos”. Y hoy lo dicen con seguridad, por eso ya no hay vuelta atrás, no hay forma de que se regrese sin nada concreto. Por eso, para mí, esto va a generar un cambio de paradigma, toda esta situación de avasallamiento de los Derechos Humanos de las comunidades que lleva siglos, es algo que ya no van a soportar más. Ya lo sintieron durante mucho tiempo en su cuerpo y en su alma, y es un dolor que no es nada nuevo porque lo viven diariamente. Viven bajo una vulnerabilidad que hace que se vean obligados a convivir con el dolor y no quieren más esto para las futuras generaciones, para los que vienen.
Porque hoy ya está, quienes han vivido tanto desalojo y tanta represión y violencia, son los que están marcando el camino, los que indican para dónde ir. Y sabemos muy bien que los jóvenes también acompañan y los jóvenes también luchan para que pueda generarse esta transformación, este cambio de paradigma. “Ya no más esclavos, vida o muerte”, estas son consignas que son muy fuertes. Por eso ellos dicen que prefieren que haya un cementerio, pero entregarse y aceptar migajas nunca más. Entonces algo tiene que cambiar.
-¿Lo de Jujuy es la gota que rebalsó el vaso?
Se va a tener que generar un proceso en el que se intervenga la provincia de Jujuy y se lleve a juicio político a Morales por todo el daño que ocasiona, por toda la violencia, la corrupción y el abuso institucional y político que provoca hacia el pueblo jujeño en general y no sólo hacia las comunidades. Y esto queda claro que no es sólo una cuestión de las comunidades, sino que es para todo el pueblo argentino. Porque hoy les toca a ellos, pero mañana nos puede tocar a todos. Y además lo que defienden las comunidades es el agua, la tierra, la vida, son los recursos naturales y esto es algo que toda la sociedad necesitamos para poder vivir. Entonces si no nos concientizamos sobre esto, no sé qué futuro podemos pensar.
-¿Usted es optimista respecto al final de esta lucha?
Sí, soy optimista, porque optimismo es lo que tienen la mayoría de las comunidades, todas las personas con las que hablé durante estos días del Tercer Malón por la Paz tienen un fuerte optimismo. De hecho, se han sumado desde otros países comunidades que están siendo golpeadas y también desde aquí lo hacen referentes mapuche. Por eso es que hoy, con la llegada a la ciudad de Buenos Aires, el 1° de agosto que es el Día de la Pachamama, es un momento muy emotivo el que se vive, porque vemos a estos protagonistas plantearle al Gobierno y al Estado, que es preciso un cambio. Pero también denunciar todos estos hechos violentos de abuso policial e institucional contra los Derechos Humanos de todo el pueblo jujeño. Por eso es un momento muy emotivo, un momento histórico con tremendas figuras como el pueblo mapuche que viene siendo protagonista de una lucha por su territorio y que es muy importante que esté acompañando al pueblo kolla, que necesita el apoyo de otros hermanos y otros pueblos. Esta es la solidaridad y hermandad que significa la unidad que tanto se está buscando. Y por eso hay que aprovechar este momento y hay que unirse. Por eso también la presencia de organizaciones sociales y políticas, tal como se vio en cada territorio por donde pasó el Malón. Todo esto es positivo y algo bueno va a generar.