El proyecto de moratoria previsional que permitiría a casi un millón de trabajadores acceder a una jubilación sin los treinta años de aportes, podría finalmente ser tratado el próximo 23 de enero en la Cámara de Diputados. Frente a la incertidumbre, Mario Alderete lamentó que la cuestión sea moneda de cambio en la negociación política entre oficialismo y oposición.
Las sesiones extraordinarias en diputados siguen frenadas por falta de acuerdo entre el oficialismo y la oposición y entre los 27 proyectos que no logran tratamiento se encuentra el pliego de una nueva moratoria previsional, que de no tratarse dejaría a casi un millón de trabajadores sin acceso a un derecho fundamental. “Es uno de los grandes temas pendientes que lamentablemente es moneda de cambio en las negociaciones políticas que incluyen otros reclamos, algunos de ellos justos y necesarios, que terminan imponiéndose por sobre la agenda de los jubilados” dijo Mario Alderete, secretario Sindical del Partido Comunista.
“La cuestión de las jubilaciones es un tema que debe ser encarado con seriedad, como parte de los cambios estructurales que hay que implementar en el país” sostuvo el dirigente del PC y señaló que “para ello es necesario que las centrales sindicales tomen la lucha de los jubilados como una reivindicación propia y estratégica y no como una carta de negociación en las paritarias”.
La cuestión de los jubilaciones parece ser una moneda de cambio tanto para las centrales sindicales como para el oficialismo, que pese a las buenas intenciones declaradas, no avanza con medidas concretas e incluye un tema tan sensible para cientos de miles de trabajadores en una batería de proyectos disímiles, entre los que se cuenta el juicio político a la Corte Suprema de Justicia. Para contrarrestar la inoperancia política y el posibilismo ideológico, Alderete afirmó que “es fundamental un papel más decisivo por parte del movimiento obrero y sus organizaciones”.
En sintonía, dijo que “hay que presionar sobre los sectores internos del Frente de Todos que claramente no están dispuestos en avanzar en resoluciones que pongan en peligro los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional”.
Respecto a la falta de contundencia por parte de las centrales sindicales, que no se hacen cargo de la problemática, el dirigente remarcó que “se trata de un problema político e ideológico” y recordó que “los jubilados son trabajadores que cumplieron toda una vida trabajando para el capital”. A pesar de ello, “los dirigentes sindicales en ocasiones conciben la cuestión jubilatoria como una temática secundaria, situación sumamente agravada por los altísimos índices de trabajo no registrado que no dejan de crecer en las últimas décadas”.