Tras un febrero caliente, en marzo los precios regulados impulsan al Índice de Precios al Consumidor y le meten presión a las expectativas gubernamentales, pero fundamentalmente, al bolsillo de los trabajadores.
De acuerdo a relevamientos que dieron a conocer Econviews, Ecolatina, CyT y Erogo con subas que van de un siete a un diez por ciento, alimentos y bebidas, traccionaron a la inflación de febrero y al colocarse casi tres puntos por encima de lo que esos mismos rubros registraron durante enero, le meten presión a las expectativas que el Gobierno tiene para el primer trimestre del año.
En este contexto, desde el jueves pasado rige dentro del Programa Precios Justos (PPJ), una canasta de frutas y verduras estacionales que durante marzo va a estar disponible sólo dentro del Área Metropolitana de Buenos Aires, aunque se espera que a partir de abril se extienda al resto del país.
Así lo anunció el secretario de Comercio, Matías Tombolini, quien señaló que el acuerdo “es muy importante porque el sector mostró una altísima volatilidad y permite moderar estos aumentos”, al tiempo que logra “orden y previsibilidad en la mesa de los argentinos”.
Con este telón de fondo, el coordinador del MTL, Mario Micheli, se mostró cauto respecto al desenvolvimiento del PPJ al que calificó como “algo insuficiente para enfrentar un problema que, como el de la inflación, lamentablemente explota en las manos de nuestro gobierno permanentemente y afecta drásticamente, sobre todo, a los sectores más empobrecidos de los trabajadores”.
Pero también se refirió a los mecanismos de seguimiento y control que implementa el Estado para garantizar que los empresarios cumplan con lo acordado en el marco de PPJ, así como a la posibilidad de que las centrales sindicales y movimientos sociales participen en esa tarea. “Acá nunca hubo una convocatoria seria a los movimientos sociales y sindicatos para hacer un real control popular de los precios”, lamentó Micheli y advirtió que “el problema es que no hay decisión política de hacerlo”.
Y después de denunciar la responsabilidad que tienen las cámaras empresariales a la hora de burlar lo que acordaron con el Gobierno, sostuvo que “desde los sectores sindicales se puede acompañar para tener un registro en una tarea propia de una especie de observatorio, pero no más de eso” ya que, insistió, “la decisión y la firmeza deben estar de parte del área que corresponde de nuestro gobierno”.
Así las cosas y mientras se espera que los datos del Índice de Precios al Consumidor que suministra el Indec sean bastante calientes, ya en marzo se prevé que el arrastre de enero y febrero más el incremento previsto para precios regulados, pinten como panorama un primer trimestre que podría cerrar cerca de un veinte por ciento de inflación.
Vale recordar que dos de cada tres hogares va a recibir este mes tarifa del servicio de gas con un incremento de entre cuarenta y cincuenta por ciento, mientras que en los casos de grandes usuarios como comercios e industrias, la suba va a ser del setenta por ciento. De más está decir que, en estos casos, este coste se traslada a precios finales.
Por su parte, ya comenzó a regir la actualización mensual de la tarifa de trenes y colectivos para la Zona Amba, que va a indexarse de acuerdo a lo que surja del IPC del Gran Buenos Aires, a lo que se suma el aumento de combustibles que es de 3,8 en marco de su inclusión en el PPJ, pero también de las prepagas con hasta un 7,6 por ciento y un 16 por ciento en el casi de los colegios de gestión privada.
Y, como no podía ser de otra manera, Horacio Rodríguez Larreta también hace su aporte con la suba de precios regulados en la Ciudad de Buenos Aires, donde el boleto de subte pasó de 42 a 58 pesos como adelanto de otros incrementos previsto para mayo, junio y septiembre que van a poner el precio del pasaje en ochenta pesos.
Asimismo, ya entró en vigencia un aumento del treinta por ciento para los viajes en taxis que van registrar otro en mayo, en tanto que la mayoría de los peajes sufrieron un incremento del 45 por ciento, con excepción del que se cobra para transitar por el Paseo del Bajo, donde el aumento fue de 65 por ciento.
Todo esto se suma al incremento de febrero para la Verificación Técnica Vehicular que va a repetir en mayo hasta llevarlo a un 131 por ciento, el de los estacionamientos que fue del ochenta por ciento y el ABL que quedó indexado con subas mensuales atadas a la inflación del quinto mes previo.