Es lo que recalcó Jorge Alberto Kreyness de cara al 28 Congreso que permitirá que el PC esté “en mejores condiciones para ser una herramienta más eficaz de la clase trabajadora y del pueblo en la lucha por sus demandas y por una nueva sociedad”.
-¿Cuál es el contexto internacional que tiene como telón de fondo nuestro Congreso y cómo impacta en Argentina y nuestra región?
El capitalismo en general, y particularmente el de los EE.UU., en su crisis y declinación, trata de poner al mundo al borde de una guerra. Washington sólo puede sostenerse como superpotencia global con la amenaza militar. Ya no puede hacerlo por su economía financiarizada, que perdió liderazgo productivo y comercial, y le cuesta cada vez más actuar en los terrenos de la política y la diplomacia. Pero ojo: eso incrementa su agresividad y los peligros. La expresión visible de eso es el impulso de los fascismos que en lo interno de cada país tratan de justificar el militarismo, el autoritarismo y las represiones a los pueblos. O los genocidios como el que enfrenta el pueblo palestino. En América Latina y el Caribe, eso se expresa en el recrudecimiento del bloqueo a Cuba, en la agresión constante contra Venezuela y los golpismos y conspiraciones contra gobiernos de izquierda o que no siguen el mandato estadounidense. Y en Argentina se manifiesta en la política antisocial y cruel de Milei que está dejando al país en una emergencia social que no podrá resolverse sin un plan de reconstrucción del Estado sobre bases de liberación nacional y social. Ya no con las viejas recetas del capitalismo “serio” o “humanizado”. El capitalismo real de la Argentina ya no crea empleo y ahora tampoco da “planes sociales”. No tiene nada que ofrecer al pueblo y eso está en la base de la crisis de representación política que se ha hecho evidente. Nuestro problema a resolver es que se torna más necesaria que nunca la construcción de una verdadera alternativa a un sistema que muestra señales fuertes de agotamiento.
*Está finalizando un largo e intenso recorrido atravesado por conferencias municipales, debates y asambleas en organismos básicos donde se vio una fuerte impronta de clase ¿Qué balance preliminar se puede hacer sobre esto?
A diferencia de los partidos que han venido ordenando la política argentina, en nuestro Partido quien debate y decide es la militancia, a veces con debates fuertes y duros, tratando siempre de hacerlo contra la fortísima influencia negativa de la cultura dominante. Comenzamos con la difusión de las Tesis del Comité Central y ya estamos en la fase de de las Asambleas Provinciales y a punto de realizar el Congreso Nacional. Creo que la militancia le da a los y las congresales un mandato de unidad del Partido y de esfuerzo por su fortalecimiento.
*Un proceso que la militancia del MTL y el MJL, así como la CoNaT y la Lohana Berkins hicieron propio para garantizar el desarrollo de debates sumamente profundos…
Si. Esos son importantes ámbitos donde actúa nuestro Partido junto a otros militantes y luchadores en los distintos frentes de masas. Son claves en la batalla actual que estamos librando. Los comunistas en sus células y equipos que actúan dentro de esos espacios, y de otros, y en el marco del movimiento más general de los desempleados en los territorios, en los lugares de trabajo y los sindicatos, en los centros de estudio, en el movimiento feminista y de las diversidades, entre los sectores medios. Todos ellos están contribuyendo mucho a los debates partidarios.
*Entre las conclusiones que aparecen en las conferencias, se presentan la necesidad de que el PC aporte a la construcción de un frente programático capaz de enfrentar al fascismo y al imperialismo, pero también a la de un centro que coordine las luchas que se libran de forma dispersa contra aquello que se expresa por medio de la Presidencia Milei en un escenario atravesado por el impacto de la crisis propia del sistema capitalista, la crisis de representación política y la de alternativa…
Así es. Somos profundamente frentistas de verdad. Es preciso construir una unidad mayoritaria para derrotar al ultraliberalismo y al neofascismo, paro al mismo tiempo hay una disputa por la hegemonía en ese amplio frentismo, que no es entre un grupo o partido y otro, o por tal o cual liderazgo lo que no deja de ser importante, sino sobre con qué ideas se avanza de manera cierta. Es necesario que el campo popular argentino atesore las experiencias, los éxitos y fracasos. En fin, con qué línea se construirán esas confluencias. Es unidad y disputa. Si se desbalancea mal este par dialéctico hay riesgos de un reformismo tibio que solo agravará las cosas, como hemos visto, o de un sectarismo que no modifique la correlación de fuerzas. No hay que caer en simplificaciones al respecto.
*¿Entonces en el camino de la construcción del frente de liberación que postula el PC, cuáles son las principales tareas a seguir desde la perspectiva estratégica, táctica y de coyuntura?
Tenemos que ayudar a desplegar un programa transformador en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Eso no solo se hace encerrados en un gabinete. Tiene que ser una construcción social, y debemos resaltar para ello el rol clave de nuestras células, muchas de las cuales han elaborado sus planes políticos y su programa específico. Todo nuestro enfoque se basa en el poder popular, donde el rol de nuestras células es clave. Más aún en momentos como este en que hace falta un reseteo del movimiento popular en general.
*En base a lo que usted plantea anteriormente ¿Cuál es el sentido medular que tiene la construcción de este Congreso, aquí y ahora?
Somos los comunistas, los que confrontamos al capitalismo y luchamos por la sociedad de la justicia plena, de la belleza y la alegría para todos y todas. Por el socialismo y el comunismo. El Congreso fija los enfoques estratégicos y las políticas para la etapa concreta que transitamos. Es un momento institucional partidario del que participan miles de militantes organizados en colectivos. Vemos que sin un partido como el nuestro, fuerte, organizado, disciplinado, construir unidad alternativa será muy difícil en Argentina.
*¿Qué expectativas tiene usted puestas en este Congreso?
Justamente esa, que salgamos del Congreso en mejores condiciones para ser una herramienta más eficaz de la clase trabajadora y del pueblo en la lucha por sus demandas y por una nueva sociedad. No somos una vanguardia autoproclamada, pero tampoco una fuerza de menor importancia. La crisis capitalista hace pertinente la lucha por el socialismo y la presencia en el país de un gran Partido Comunista. Tenemos que darnos una tarea de lucha en los diversos terrenos que la situación presenta y fortalecernos en lo ideológico, en la batalla cultural donde no son definitivas las victorias o las derrotas. Tenemos que ser conscientes que esto es lucha de clases. Que con este capitalismo concentrado, globalizado y cruel no hay conciliación de clases posible. Que en esta lucha debemos desarrollar nuestros valores y nuestra combatividad para estar a la altura de las batallas que van a dar sin duda nuestra clase y nuestro pueblo.
*¿Se abre a partir de ahora un momento de transición en el Partido, a partir del arribo de cuadros jóvenes a las líneas de conducción nacional?
Sin dudas. Es muy importante y necesaria esa constante renovación generacional. Sería muy malo que así no fuera. Se están sumando militantes y cuadros jóvenes y esto debemos acentuarlo en adelante. Son los que viven más intensamente los cambios sociales y cada vez más los tecnológicos. Y los comunistas buscamos siempre lo nuevo sin dejar de lado los basamentos ideológicos de clase y revolucionarios. También llegaremos a la paridad de género y será un gran logro de nuestro Partido.
*Usted forma parte de quienes protagonizaron el 16 Congreso ¿Qué similitudes encuentra entre aquel momento y el actual, tanto en el contexto como hacia dentro de nuestro Partido?
Nuestros legados principales, no excluyentes, son el de los fundadores y el del 16 Congreso. La causa del comunismo al que también podemos definir como el movimiento real de la lucha de clases, del socialismo como el camino de transición, y de las banderas soberanistas e independentistas de la Argentina y de la Patria Grande. Seguimos sosteniendo las ideas de la unidad de los revolucionarios sean nacionalistas populares, demócratas honestos, cristianos o marxistas. Son los rumbos que no debemos perder en la diversidad de cada coyuntura. No somos la izquierda sectaria y divisionista. Pero tampoco somos la izquierda reformista o socialdemócrata. Y aunque sostener esas ideas es complicado en lo cotidiano, tenemos que encontrar el arte para hacerlo, ya que eso es a lo que denominamos política.
*Usted es representante de una generación que le dio mucho al PC, una generación que sabe de qué va la cosa cuando la militancia debe ser clandestina porque hay una dictadura que pone en riesgo la vida a cada paso. Y también es un camarada que militó muchos años, codo a codo, con dirigentes de la talla de Patricio Echegaray, Víctor Kot, Fany Edelman, Lito Sorbellini, Athos Fava…aunque pueda sonar especulativo ¿Qué cree que les dirían ellos a quienes el fin de semana que viene van a tener la responsabilidad de protagonizar el Congreso?
Tenemos que pensar en ellos, en muchos otros que cada uno de nosotros tuvo cerca y en los que dieron su vida abrazando la causa de los trabajadores. Ellos siempre nos impulsaron a fortalecernos en la lucha ideológica, a ser modestos, humanistas, fraternos y solidarios, a unirnos y organizarnos y a estar a la altura de la combatividad popular.
*¿Qué espera usted que surja del 28 Congreso…es optimista al respecto?
El Congreso no resolverá todos nuestros problemas. Pero sí puede solucionar algunos que son importantes. Desde la elaboración y debate de las tesis desde las células a lo largo y ancho del país que ha sido, en general, exitoso, nos hemos reforzado organizativamente. Han participado muchos camaradas y se han interesado muchos amigos del Partido.
Saldremos fortalecidos para superar con inteligencia nuestras dificultades. Algunos de nuestros debates se cierran, otros continúan y habrá algunos nuevos.
Si somos críticos y autocríticos, subrayo especialmente esto segundo, podremos seguir adelante y crecer cuantitativa y cualitativamente.
Por todo esto es que estoy seguro que nuestra moral comunista y nuestra disposición combativa presidirán el Congreso, sus conclusiones y la posibilidad de llevar a cabo nuestros planes.